La OTAN prolonga un año el mandato como secretario general de Jens Stoltenberg
A falta de consenso sobre un candidato alternativo, el ex primer ministro noruego continuará al frente de la Alianza Atlántica hasta el 1 de octubre de 2024
Los Estados miembros de la OTAN han acordado este martes prolongar una vez más, por otro año, el mandato del secretario general, Jens Stoltenberg. La decisión de mantener al noruego en el cargo hasta el 1 de octubre de 2024 será ratificada por los 31 jefes de Estado y de Gobierno de los socios de la Alianza Atlántica en la cumbre que celebrarán en Vilnius la semana que viene, según ha adelantado la organización con sede en Bruselas.
La renovació...
Los Estados miembros de la OTAN han acordado este martes prolongar una vez más, por otro año, el mandato del secretario general, Jens Stoltenberg. La decisión de mantener al noruego en el cargo hasta el 1 de octubre de 2024 será ratificada por los 31 jefes de Estado y de Gobierno de los socios de la Alianza Atlántica en la cumbre que celebrarán en Vilnius la semana que viene, según ha adelantado la organización con sede en Bruselas.
La renovación al frente de la OTAN del ex primer ministro noruego, de 64 años, se produce a pesar de que Stoltenberg había manifestado reiteradamente su intención de dejar el cargo en el que lleva casi una década, desde octubre de 2014, cuando acabara su actual mandato, el próximo 30 de septiembre.
“Me siento honrado por la decisión de los aliados de la OTAN de extender mi mandato como secretario general”, ha declarado Stoltenberg en un breve comunicado. “El vínculo transatlántico entre Europa y Norteamérica ha garantizado nuestra libertad y seguridad durante casi 75 años y, en un mundo más peligroso, nuestra gran alianza es más importante que nunca”, ha agregado el noruego.
Que Stoltenberg permanecería un tiempo más al frente de la OTAN había comenzado a ser un secreto a voces en los últimos días. Por un lado, está la cuestión coyuntural, con un momento clave en la guerra de Rusia en Ucrania tras las grietas que ha comenzado a mostrar el Kremlin, sobre todo tras el motín de los mercenarios de Wagner hace poco más de una semana, que dificulta más que nunca un cambio de mando a la cabeza de la OTAN.
A ello se une la falta de un candidato —se había manifestado la preferencia de que fuera una mujer, la primera al mando de la Alianza Atlántica— con apoyos suficientes para sucederle, en una decisión tomada por consenso, pero donde prima especialmente la opinión de los países con más peso en la organización: Estados Unidos (que apoyaba la continuación de Stoltenberg), Reino Unido, Francia y Alemania. En las quinielas figuraron los nombres de la primera ministra danesa, Mette Frederiksen; del secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace; o del presidente de Rumania, Klaus Iohannis. También se llegó a hablar del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, sobre todo desde que se alargaran los plazos iniciales para la selección de un nuevo candidato. Pero ninguno de ellos ha logrado reunir el apoyo decisivo de los 31 miembros de la Alianza, que han acabado optando, en una reunión de ministros de los Estados miembros este martes, por la opción que cada vez se veía como la más factible: renovar una vez más el mandato de Stoltenberg.
El noruego, que ya ha cumplido dos mandatos normales de cuatro años, fue propuesto para una primera renovación extraordinaria de un año en 2022, tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania. El plazo acababa en septiembre de este año, pero ahora, Stoltenberg permanecerá en el puesto, en principio, hasta octubre de 2024.
La decisión ha sido celebrada por Ucrania. “Excelente noticia”, ha tuiteado el ministro de Exteriores ucranio, Dmitro Kuleba. “Los tiempos duros exigen liderazgos fuertes. Stoltenberg lo ha demostrado”, ha celebrado el jefe de la diplomacia ucrania, cuyo país aspira a convertirse en miembro de la Alianza.
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