Más de tres centenares de detenidos en los homenajes a Navalni en Rusia
Miles de rusos depositan flores en los monumentos a las víctimas de la represión política a lo largo y ancho del país tras la muerte del activista. La policía ha dispersado algunos de los actos espontáneos
Depositar un ramo de flores a las víctimas de la represión política es un acto de rebeldía en Rusia. En el país del casi millón de policías, miles de ciudadanos desafiaron el miedo y rindieron homenaje al activista Alexéi Navalni tras conocer su repentina muerte en prisión este viernes. Al menos 359 personas fueron arrestadas entre las horas posteriores a su fallecimiento y este sábado, según la organización rusa OVD–Info, especializada en defender a las víctimas de la represión política, y su gran amenaza ahora es que las autoridades consideren que estas protestas no fueron un acto espontáneo de empatía hacia el disidente y rechazo al Kremlin, sino que fueron organizadas por la plataforma de Navalni, Fundación contra la corrupción. Al ser una organización declarada “extremista” por las autoridades, los arrestados corren el riesgo de que llevar una flor a un monumento sea equiparado a un acto de terrorismo ante los jueces.
Cientos de moscovitas acudieron a cara descubierta, pese a las cámaras con reconocimiento facial integrado, a la Piedra Solovetski, el monumento a los represaliados políticos de la plaza Lubianka, donde se encuentra la sede del Servicio Federal de Seguridad, el antiguo KGB. Allí no solo había un despliegue policial inmenso con varios camiones especiales para presos bien visibles por la plaza, sino que también acechaban agentes de paisano en pasamontañas.
En el homenaje a Navalni, el disidente más odiado por Putin, se produjeron decenas de arrestos, entre ellos el de una periodista. Además, los rostros de los asistentes probablemente quedaron grabados por las cámaras de seguridad y hay precedentes en los que las fuerzas de seguridad regresaron más tarde a sus hogares para hacer preguntas.
Algunos arrestados del viernes fueron sancionados con 15 días de detención en una celda por supuesta desobediencia a la policía. Además, los abogados de OVD–Info informaron de que las autoridades impusieron también multas de unos 200 euros y 40 horas de trabajos forzosos.
El acto espontáneo de la plaza Lubianka fue una protesta controlada. En otra acción más simbólica, algunos disidentes llevaron sus flores al puente Moskvoretski, emplazado frente al Kremlin y la catedral de San Basilio. Allí, un grupo de opositores custodia desde 2015 un pequeño homenaje ciudadano al antiguo líder opositor Borís Nemtsov, asesinado a tiros en aquel mismo punto cuando movilizaba protestas masivas contra la participación rusa en la guerra de Donbás. Entrada la noche, unas personas no identificadas llegaron al lugar junto con varios agentes para retirar todas las flores y tirarlas a la basura.
La policía actuó de forma contundente en San Petersburgo, donde se produjeron decenas de arrestos, entre ellos un fotógrafo y la periodista de RusNews, y en Nizhni Nóvgorod. Los ciudadanos de esta última ciudad hicieron su homenaje frente a la sede del Ministerio del Interior, en el punto donde se inmoló la periodista Irina Slavina en 2020, un día después de que la policía registrase su casa por supuestamente poseer material de Rusia Abierta, la fundación del disidente exiliado Alexánder Jodorkovski, etiquetada como “organización indeseable” por las autoridades rusas. “Culpad de mi muerte a la Federación de Rusia”, dejó escrito en sus redes sociales la reportera.
Las fuerzas de seguridad también disolvieron los homenajes de otras ciudades de Rusia menos cosmopolitas y más lejos del foco informativo. En Vladivostok, en el extremo oriental del país, la policía no solo desmontó las montañas de flores que aparecieron en los parques Vera (Fe) y Nadezhda (Esperanza), sino que también tomó nota de los nombres de la gente que acudió a aquel pequeño homenaje a Navalni. Lo mismo que sucedió en Jabárovsk, en la frontera con China, y en Irkurtsk, la ciudad del lago Baikal. En esta última localidad, los agentes fueron un paso más adelante y fotografiaron a los asistentes.
Con las detenciones por los homenajes a Navalni ya son prácticamente 20.000 los arrestados en manifestaciones desde que comenzó la invasión de Ucrania en febrero del 2022. De hecho, desde que regresó Navalni a Moscú —y fue detenido en el acto— en enero de 2021 ya era prácticamente imposible hacer ni siquiera un piquete individual con un cartel. En Rusia solo están permitidos los actos de propaganda de las autoridades, y las únicas manifestaciones no autorizadas que ha dejado correr el Kremlin han sido las de algunos miembros del Partido Comunista por el supuesto fraude electoral de 2021 —y su líder fue detenido posteriormente en un extraño caso que mezclaba caza furtiva y alcohol— y las protestas de las mujeres de los movilizados en el frente, aunque en esta ocasión la policía detuvo a los periodistas presentes y no a las manifestantes para no aumentar la tensión con los soldados.
La situación ha sido tan peligrosa para los manifestantes que OVD–Info mostró un manual titulado Instrucciones para el detenido ideal. “La realidad está lejos de lo ideal y el comportamiento de los agentes de policía está aún más lejos todavía”, advierte el documento en el que la organización pide a los manifestantes “calma” y “sentido común”.
“Y una regla de oro: conozca sus derechos y protéjalos, pero no exagere sus derechos. Especialmente si no tienes experiencia y no confías en tus habilidades. Hay una enorme diferencia entre defender los derechos legales y los derechos oscilantes”, apunta OVD–Info. Son tantas las leyes represivas promulgadas en los últimos años, que basta con acusar de desacreditar a las autoridades o formar parte de una organización extremista para abrir un caso penal contra quienes depositaron una flor en los monumentos a los represaliados políticos este viernes.
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