Stoltenberg pide a los aliados de la OTAN 100.000 millones para reforzar el apoyo a Ucrania
La Alianza busca ampliar el sostén a Kiev cuando la guerra contra Rusia se alarga y ante la incertidumbre por el posible regreso de Trump a la Casa Blanca
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quiere blindar el apoyo de la Alianza a Ucrania en su guerra contra Rusia. La contienda, que ha cumplido dos años, se alarga. Además, el posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca inquieta a los aliados. En ese escenario, Stoltenberg ha pedido a los 32 miembros de la organización militar que se institucionalice un fondo de contribuciones al país invadido por valor de 100.000 millones de euros durante cinco años, según explican varias fuentes al corriente de la propuesta.
La cifra, muy redonda y enormemente simbólica, busca no solo enviar un mensaje a Ucrania de que conservará el apoyo de la Alianza Atlántica y sus aliados, sino también a Rusia. Se trataría de un fondo concreto gestionado por la OTAN y que serviría para aportar material militar letal a Ucrania. De salir adelante, sería un cambio de paradigma en la Alianza, que por el momento ha eludido dar ese paso, aunque sí lo han dado los aliados de manera individual.
La propuesta, que está aún en fase muy embrionaria, ha despertado cierto escepticismo en muchos aliados, que se plantean de dónde saldrían los fondos, qué se incluiría en ese fondo y cómo se gestionaría. Sobre todo, teniendo en cuenta que los aliados de la OTAN ya aportan dinero a Ucrania con proyectos bilaterales y que 23 de los 32 socios son miembros de la Unión Europea, que también envía dinero a esa cesta comunitaria. La UE aprobó en febrero un salvavidas financiero de 50.000 millones de euros para Ucrania, en parte con dinero nuevo de los Estados miembros.
“Debemos garantizar una asistencia de seguridad fiable y predecible a Ucrania de forma que dependamos menos de las contribuciones voluntarias y más de los compromisos de la OTAN, menos de ofertas a corto plazo y más de promesas plurianuales”, ha recalcado este miércoles Stoltenberg, en la reunión de ministros de Exteriores de los aliados en Bruselas, donde ha eludido tanto confirmar la cifra barajada como dar otros detalles sobre la propuesta, que todavía está en discusión y diseño. “Necesitamos cambiar la dinámica de nuestro apoyo”, ha rematado el noruego, que apura sus últimos meses como máximo responsable de la OTAN, organización de la que España forma parte desde 1982.
La propuesta del secretario general de la Alianza llega cuando Estados Unidos tiene congelado por sus luchas internas (fundamentalmente por el recelo de los republicanos) un paquete de 60.000 millones de dólares (unos 55.000 millones de euros) de ayuda financiera a Ucrania. El momento también es complicado para Ucrania. Rusia, que ha puesto a su economía al servicio de la guerra, se prepara para lanzar otra ofensiva a finales de primavera y está aumentando las operaciones híbridas de desestabilización en todo el mundo.
Fuentes aliadas apuntan que la cantidad de 100.000 millones de euros se ha puesto sobre la mesa para “empezar a debatir”. Así lo ha confirmado también Stoltenberg: “Hoy no hemos tomado decisiones finales”, ha subrayado. “Los aliados han acordado avanzar con los planes para un mayor papel de la OTAN en la coordinación de la ayuda de seguridad y entrenamiento” a Ucrania, ha resumido al término de la primera jornada de encuentros.
La propuesta financiera ha emergido con perspectiva de reformularse hasta el mes de julio, cuando se celebra una importante cumbre en Washington. Para sacarla adelante, además, se requiere la unanimidad de los 32 aliados.
Evitar duplicidades
El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, se ha mostrado favorable a que se añada certidumbre al sostén a Ucrania, pero ha alertado contra la posibilidad de “duplicar” esfuerzos entre los distintos aliados de Kiev, algo en lo que también ha incidido su colega alemana, Annalena Baerbock. “No hay que duplicar bilateralmente aquello que se puede hacer mejor conjuntamente en la UE y no hay que duplicar en la OTAN lo que se hace en la UE. Son organizaciones distintas con fines distintos, pero desde luego hay que tener esa reflexión”, ha lanzado el español. “España no va a regatear esfuerzos para que la paz regrese a Europa”, ha añadido.
La ministra belga, Hadja Lahbib, ha sido cauta sobre la propuesta financiera de Stoltenberg. “Es peligroso hacer promesas que luego no podemos cumplir”, ha dicho.
La idea de poner 100.000 millones encima de la mesa satisface a algunos aliados, como Estonia, Polonia y Letonia, que están empujando para su diseño. El ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, ha incidido este miércoles en Bruselas en que respalda que Stoltenberg haya iniciado el diálogo para reforzar el sostén a Ucrania. El jefe de la diplomacia letona, Krisjanis Karins, mientras, ha sugerido que se constituya un nuevo fondo para Kiev con la aportación de un porcentaje del PIB de los aliados.
Por el contrario, una vez más es el Gobierno del húngaro Viktor Orbán quien intenta poner más abiertamente el freno. “Hungría no apoyará ninguna propuesta de la OTAN que pueda llevar a la Alianza más cerca de la guerra o transformarla de una coalición defensiva a una ofensiva”, ha declarado en redes sociales el portavoz húngaro Zoltan Kovacs.
“La OTAN es y seguirá siendo una alianza defensiva, y no es y seguirá no siendo parte del conflicto en Ucrania”, ha replicado Stoltenberg en rueda de prensa, en la que ha insistido en que la fórmula que propone no cambiaría ese principio. Tampoco lo ha hecho lo que muchos de los aliados ya hacen en otros formatos o grupos de países.
La OTAN busca reforzar su relación con Ucrania sin llegar a poner sobre la mesa un cronograma concreto para su membresía. Y dentro de ese plan, que incluye reforzar la cooperación financiera, ultima también hacerse cargo del llamado Grupo de Defensa de Contacto de Ucrania (el conocido como formato Ramstein), liderado por Estados Unidos y que coordina entregas de armas de unos 50 países a Kiev. También, abrir un centro de entrenamiento gestionado por la Alianza, como adelantó este diario.
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