Guerra entre Israel y Gaza: resumen del 05/06/2024

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Con cánticos como “Muerte a los árabes”, miles de israelíes atravesaron el miércoles el barrio musulmán del casco antiguo de Jerusalén, golpeando las puertas de las casas y tiendas (cerradas para la ocasión) de los palestinos y dejando pegatinas con lemas de ultraderecha. Era el Día de Jerusalén, en el que celebran la toma de la parte palestina de la ciudad en la Guerra de los Seis Días de 1967 y que se ha convertido en la gran demostración de fuerza del nacionalismo religioso que tiene hoy un peso inédito político y social en Israel. Este año, Gaza está más presente, con cánticos como “Gaza arde” o “No queremos a Mohamed en Shayaia”. En la marcha participaron políticos de extrema derecha como Itamar Ben Gvir, al frente de la cartera de Seguridad Nacional y líder del partido Poder Judío, clave en el Gobierno de coalición de Benjamín Netanyahu. “Iremos al Monte del Templo, debemos golpearlos donde es más importante para ellos”, dijo ayer el ministro. La policía informó en esta ocasión de la detención de 18 manifestantes, incluidos varios adolescentes, y al menos cinco de ellos por agredir a periodistas.

Mientras, el hospital de Al Aqsa recibió al menos 70 cadáveres y más de 300 heridos tras los intensos ataques israelíes en la zona central de Gaza. La mayor parte de las víctimas fueron mujeres y niños, según denunció Médicos Sin Fronteras. “Esta mañana, el olor a sangre en la sala de urgencias del hospital era insoportable. Hay gente tirada por todas partes, en el suelo, fuera... muchas personas traían cadáveres en bolsas de plástico. La situación es abrumadora”, relató desde allí Karin Huster, referente médico de la ONG. Pero el ejército de Israel no se detiene y confirmó ayer el inicio de una nueva ofensiva terrestre contra la ciudad de Deir al Balah y el campamento de refugiados de Bureij, situados en el centro de la franja de Gaza, con el objetivo declarado de destruir “infraestructura terrorista” de Hamás, según afirmó en un comunicado. “Muchos terroristas de Hamás han sido eliminados durante los ataques”, recalcó.

Además, el partido ultranacionalista Poder Judío, que forma parte del actual gobierno de Benjamín Netanyahu, no votará junto con la coalición en el Parlamento israelí mientras que el primer ministro no muestre a sus socios el contenido de la nueva propuesta de acuerdo de tregua en la Franja de Gaza. “Mientras el primer ministro siga ocultando los detalles del acuerdo, Poder Judío torpedeará su coalición”, indicó el líder de ese partido supremacista judío y actual ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir. Israel también amenaza con una operación “muy intensa” contra Hezbolá en la frontera de Líbano. El Gobierno de Netanyahu parece decidido a escalar significativamente el conflicto, como le piden los mandos militares.

Por otro lado, el alto representante para Política Exterior de la Unión, Josep Borrell, convocó al ministro de Exteriores de Israel, Israel Katz, y a los jefes de la diplomacia de los 27 Estados miembros a una reunión para hablar de la situación en Gaza, según fuentes comunitarias. No hay fecha todavía para la cita, que se enmarcará en el Consejo de asociación UE-Israel, y puede tardar en llegar no solo por la negativa de Gobierno israelí, que las últimas veces ha rechazado acudir, sino también por las presiones de países como Hungría, República Checa o Bulgaria, que no quieren que las vulneraciones de Israel de los derechos humanos en la Franja se traten en ese foro, como han reclamado España o Irlanda.

Sobre la situación del muelle flotante en Gaza para el suministro de ayuda humanitaria, el Pentágono declaró que confía en que vuelva a estar instalado a finales de esta semana, después de haber tenido que ser retirado para realizar reparaciones. Esa plataforma tuvo que ser desmantelada a finales de mayo, dado que una parte se separó por un temporal. “Esperamos poder volver a anclar el muelle en Gaza a finales de la semana”, dijo en una conferencia de prensa la subportavoz del Pentágono, Sabrina Singh. La plataforma instalada frente a la costa de Gaza para llevar ayuda a ese enclave palestino consta de dos estructuras: un muelle flotante al que se amarran los barcos cargados con el material y una calzada por donde transitan los camiones que llevan los suministros a tierra y que es la que fue dañada por el temporal. “Sucedió algo sin precedentes, la marea alta y luego esa tormenta que creó un entorno insostenible para que operara”, explicó Singh, que no pudo precisar la fecha en la que la infraestructura estará de nuevo montada y cuándo podrá retomar el envío de la ayuda.