Von der Leyen se vuelca en garantizarse apoyos en el Parlamento Europeo para su reelección ante el temor a que haya deserciones

La alemana, que necesita el respaldo de 361 diputados para repetir al frente de la Comisión Europea, lanza promesas a los grupos moderados para que la voten mientras coquetea con la ultraderecha

Ursula von der Leyen asiste a una reunión del grupo de la Izquierda Unitaria Europea e Izquierda Verde Nórdica en el Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia), el 15 de julio.Foto: CHRISTOPHE PETIT TESSON (EFE) | Vídeo: EPV

Cada voto cuenta para Ursula von der Leyen. La conservadora alemana enfrenta este jueves una decisiva votación en el Parlamento Europeo para repetir como presidenta de la Comisión Europea y necesita 361 apoyos. Su tradicional alianza moderada —populares, socialdemócratas y liberales— suma, pero puede haber deserciones y la alemana quiere, además, ir holgada de votos. Por eso se está trabajando a fondo a Los Verdes, que pueden ser clave y q...

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Cada voto cuenta para Ursula von der Leyen. La conservadora alemana enfrenta este jueves una decisiva votación en el Parlamento Europeo para repetir como presidenta de la Comisión Europea y necesita 361 apoyos. Su tradicional alianza moderada —populares, socialdemócratas y liberales— suma, pero puede haber deserciones y la alemana quiere, además, ir holgada de votos. Por eso se está trabajando a fondo a Los Verdes, que pueden ser clave y que, además, se han mostrado muy receptivos a apoyarla. En las últimas horas, tras reunirse con los grupos políticos, la conservadora está llamando por teléfono a los eurodiputados cuyo respaldo considera dudoso, aseguran fuentes parlamentarias. Además, ha enviado a varios grupos políticos cartas en las que se compromete a trabajar en algunas puntos que le han reclamado.

La sesión de este jueves en el Parlamento empezará con polémica. El grupo de La Izquierda reclamará que se posponga la votación sobre Von der Leyen después de que el Tribunal General de la UE dictaminase que la presidenta de la Comisión Europea no dio acceso suficiente a la ciudadanía a los contratos de adquisición de vacunas contra el coronavirus en plena pandemia. Un varapalo a la alemana en vísperas de su voto de confirmación.

Los líderes de la UE propusieron la reelección de Von der Leyen a finales de junio tras un acuerdo de las tres principales familias políticas, que son también las de su alianza (o plataforma, como ella dice) moderada. Y los líderes han dado mandato a sus delegaciones de apoyarla si atiende a las reclamaciones de los grupos para la legislatura. El español Pedro Sánchez y el alemán Olaf Scholz se han movido para apuntalarla, como lo han hecho los líderes del Partido Popular Europeo (PPE), la familia política de la democristiana.

Este martes, además, el socialista portugués António Costa, elegido para presidir el Consejo Europeo desde diciembre en el mismo paquete de nombramientos que Von der Leyen —y la liberal Kaja Kallas, como jefa de la diplomacia europea—, se reunió con la delegación socialdemócrata en Estrasburgo, donde mostró su apoyo claro a la reelección de la alemana. “Espero que todo vaya bien para que podamos tener una mayoría que trabaje al servicio de los ciudadanos y de Europa”, comentó Costa a la agencia portuguesa Lusa.

Pero los grupos quieren que Von der Leyen se comprometa por escrito a impulsar las prioridades que le han planteado. En la carta enviada a S&D a última hora de la tarde del miércoles, Von der Leyen asegura que ha tomado nota de los reclamos, aunque no plantea promesas concretas. “Me aseguraré de que trabajemos juntos en materia de justicia social, empleos bien remunerados, vivienda, inversiones públicas y privadas y un presupuesto reforzado a largo plazo com parte el marco financiero plurianual, en seguridad y defensa, la doble transición verde y digital y proteger nuestra democracia en Europa, incluso frente a interferencias extranjeras”, dice la presidenta de la Comisión en la misiva, a la que ha tenido acceso EL PAÍS.

Promesas para la hoja de ruta

Von der Leyen se ha comprometido en las últimas semanas con los grupos moderados a incluir varios elementos cruciales para ellos en sus líneas maestras para la legislatura, como la creación de un comisario de Vivienda que reclaman los Socialistas y Demócratas (S&D), que han puesto mucho acento en las políticas socioeconómicas y el mantenimiento de los ambiciosos objetivos medioambientales desplegados durante la anterior etapa. El apoyo de los socialdemócratas no es “un cheque en blanco”, ha dicho la presidenta del grupo, Iratxe García.

Los Verdes, por su parte, hacen bastante hincapié en que no haya marcha atrás en esos objetivos medioambientales, algo por lo que pelean parte de los populares, el grupo de Von der Leyen, y toda la ultraderecha. Mientras, Los liberales, ponen el acento en la defensa del Estado. “Queremos un compromiso claro de no dar marcha atrás en la agenda verde, pero también está muy claro que necesitamos nuevos debates sobre la aplicación y que habrá nuevas propuestas”, dice el copresidente del grupo de Los Verdes, Bas Eickhout.

Además, quieren que Von der Leyen trace un cordón sanitario férreo contra la extrema derecha. Sin embargo, para la alemana, ese cordón es flexible y sigue coqueteando con parte de la ultraderecha que considera aceptable, como la familia política de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, en sus siglas en inglés) de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, con la que no plantea un pacto, pero sí alianzas para momentos puntuales y a la que ha prometido medidas para “desburocratizar” la UE y más planes para apoyar a los agricultores, dicen fuentes de la delegación conservadora.

Tratar de formalizar la colaboración con ECR —la corriente por la que abogan el presidente de los populares europeos, Manfred Weber, y el italiano Antonio Tajani, que prefieren esa ultraderecha a Los Verdes— supone que muchos de los parlamentarios de las tres fuerzas que no proceden del PPE se alejen de esa mayoría potencial que ahora suma 454 diputados y, por tanto, dejar de tener estabilidad.

La conservadora trata de demostrar que no hay opción: es ella o el caos; y se presenta como la carta de la experiencia y la estabilidad en un momento especialmente turbulento para Europa, con la guerra de Rusia contra Ucrania que se alarga, la de Israel en Gaza y la perspectiva del regreso del republicano Donald Trump a la Casa Blanca, que traería medidas aún más proteccionistas y que puede hacer que la Unión se quede sola en su respaldo a Kiev frente a Moscú.

Varias fuentes parlamentarias interpretan que la votación para elegir a la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y las 14 vicepresidencias de la Cámara muestra que hay una potencial mayoría “estable y proeuropea” que “se está construyendo”. La compondrían los populares, los socialdemócratas, los liberales y los verdes, justo los grupos políticos que lograron representación entre los vicepresidentes de la Eurocámara en la primera ronda de votaciones ―hay dos―, lo que ha sido interpretado con un paso en la buena dirección por las dos familias minoritarias (verdes y liberales) de los síntomas de que la negociación entre grupos iría en la buena dirección.

Que las cuatro fuerzas proeuropeas sumen bastantes más de los 361 parlamentarios que requiere Von der Leyen no quiere decir que si presenta un programa a gusto del cuarteto vaya a lograr sus votos automáticamente. La votación es secreta y todos cuentan con desafecciones en sus filas: socialistas y verdes por la posición mantenida por la alemana sobre la guerra en Gaza y el respaldo incondicional a Israel en los primeros momentos del conflicto; los liberales por haber autorizado la entrega de fondos estructurales a Hungría a finales de 2023 cuando, en su opinión, Viktor Orbán no había hecho lo suficiente para merecerlos; y entre sus propios correligionarios ya hay deserciones anunciadas provenientes de los eurodiputados franceses de Los Republicanos y los conservadores eslovenos.

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