La delincuencia entra en el negocio del oxígeno y el Gobierno recurre a la importación del gas desde EE UU
La secretaria de Seguridad confirma varios asaltos para robar el elemento químico pero minimiza la prevalencia del delito
Oxígeno hay, pero hay que transportarlo hasta los domicilios y los cilindros escasean. Las familias mexicanas que disponen de ellos en sus casas, bien porque los compraron en su día o porque se los hicieron llegar desde los servicios públicos, han empezado a retenerlos por lo que pueda pasar más adelante. Además, se ha abierto un mercado fraudulento en las redes sociales que tiene muy enojados a los responsables políticos. El mensaje que lanzan combina el ruego a aquellas personas que ya no necesiten los cilindros para que los devuelvan y puedan servir a otros enfermos y la amenaza a los estafadores y delincuentes que están haciendo de la desgracia un negocio. La secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, ha confirmado este miércoles el registro de varios asaltos para robar oxígeno, aunque ha circunscrito el delito a “tres o cuatro lugares” y afirmado que no está “tan extendido”. En respuesta al problema, el responsable de la Procuraduría Federal de Consumo (Profeco), Ricardo Sheffield, anunció el martes que se aumentará la importación del gas desde Estados Unidos para ampliar el suministro al norte de México.
El oxígeno se ha convertido en el bien más preciado para salvar vidas en esta pandemia de covid-19. Y un insumo vital pronto se torna en México objetivo de los delincuentes. “Hemos bajado más de 100 páginas de Internet por fraude y abuso en los precios y anulado más de 700 perfiles, que serán otros 1.000 esta semana”, dijo Sheffield. De esos perfiles que estafan en las redes, unos 100 “avanzarán en la judicialización” porque hay pruebas para ello. Sheffield ha reconocido que también se están robando los cilindros de oxígeno, lo que ha obligado a la Guardia Nacional a escoltar los traslados de estos tanques. En este sentido, la secretaria Rosa Icela Rodríguez ha asegurado que el 60% de los implicados en los robos han sido detenidos.
La delincuencia está poniendo en riesgo el programa implantado en la zona del valle de México para adelantar dos o tres días el alta médica a enfermos que pueden completar el tratamiento en casa y dejar camas libres en los hospitales, al borde de su capacidad. Para ello se necesita proveerles de oxígeno y eso no es fácil si no hay cilindros para llenarlos. Sheffield y la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, han repetido por activa y por pasiva esta mañana un mensaje a la población para que devuelvan los tanques que ya no utilicen. Si los compraron, han asegurado, la empresa les devolverá el dinero. En caso de haberlos recibido gratis, el ruego es que los devuelvan. Pero no han dado datos de cuántos de estos depósitos están retenidos en los hogares. “Por amor a la vida, devuelvan los cilindros”, han dicho prácticamente en cada intervención.
El procurador de Consumo ha asegurado que hay oxígeno para garantizar el suministro a la población. En México funcionan más de una treintena de plantas, con las que se han alcanzado acuerdos para que un 70% de su producción para uso industrial se convierta en medicinal. Además, se ha recurrido a la importación desde Estados Unidos para suministrar los requerimientos del norte del país. No han ofrecido datos sobre qué volumen entrará a México por Tijuana, Ciudad Juárez y Nuevo Laredo. Ni en cuántas personas atendidas se puede traducir eso. “Habrá suficiente”, ha dicho Sheffield.
Las cifras actuales muestran con crudeza la desesperación que viven aún muchas familias. Entre la capital y el Estado de México se han solicitado 938 requerimientos de oxígeno y se han extendido 684 recetas para ello, pero solo se han instalado por ahora 474 tanques en los domicilios, desde el 24 de diciembre hasta el 25 de enero. “Se debe a la presión de la oferta”, ha justificado el responsable del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo. Las largas filas en las calles para recargar los tanques dan cuenta del desabastecimiento, así como las horas de espera para hacerse con el preciado oxígeno en los puntos de entrega gratuitos, en total cuatro en la capital, donde se suministra de nueve a seis de la tarde a 40 recargas por cada ubicación.
A falta de datos concretos, los responsables han emitido un mensaje desesperado apelando a la solidaridad del pueblo mexicano. “Regresen los cilindros cuando ya no los utilicen, el mexicano es un pueblo noble”, ha dicho Sheffield. Y lo ha repetido Sheinbaum. Y Zoé Robledo. El procurador ha llamado también a la población a que no caiga en los engaños que circulan por miles en la red: “No hagan caso, ni siquiera por desesperación, de esas ofertas. Los cilindros robados son de uso industrial, no sirven para respirar. O puede que simplemente no les entreguen nada. Se ha generado un mercado negro con los tanques”.
Esta mañana, otro comunicado, en esta ocasión de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), ponía de nuevo el fraude con el oxígeno y el alza de los precios en el punto de mira: “Se está produciendo una especulación sin escrúpulos que atenta de manera criminal contra la vida humana”. La asociación acusa a algunas de las grandes empresas, algo que ha negado tajantemente el procurador de Consumo: “No ha habido aumento del costo y lo hemos constatado de Mérida a Tijuana. Este año solo subió un 4%. Es irresponsable ese comentario [de la Anpec]. Donde hay especulación es en las redes sociales”. La asociación de comerciantes asegura que una recarga que en noviembre costaba 250 pesos ahora sale en 690 de promedio. Un negocio que la delincuencia no podía dejar pasar.
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