La cadena de irregularidades que llevó a dos padres y su hija a saltar desde un globo en llamas
El siniestro en Teotihuacan que acabó con la muerte de un hombre y una mujer destapa toda una cadena de errores e irregularidades que ponen en riesgo la vida de cientos de turistas al día
El pasado 1 de abril José Edgar Nolasco, Viridiana Becerril y su hija Regina decidieron celebrar el cumpleaños de la mujer con un viaje en globo aerostático. La familia había contratado los servicios de Autocinema Retrovisor, una empresa local del Estado de México que por una módica cantidad ofrecía el vuelo desde el que pueden contemplarse las pirámides de Teotihuacan, uno de los tesoros arqueológicos más importantes de México. Lo que comenzó como un día de celebración acabó convertido en la peor de las pesadillas debido a una cadena de irregularidades y errores tanto de la empresa como de las autoridades.
A las 8.00 de la mañana, cuando el globo empezó a ascender, una llamarada incendió la canastilla. El fuego se propagó con rapidez quemando los aparejos y parte de la vela que ardió con facilidad. En cuestión de segundos la familia y el piloto se vieron rodeados por las llamas y, ante la desesperación, se arrojaron al vacío. Como consecuencia de la caída José Edgar y Viridiana fallecieron; su hija y el piloto salvaron la vida. Este último, Víctor ‘N’, se dio a la fuga después del fuego y acabó detenido dos días después en un hospital de Tulancingo, Hidalgo, cuando se atendía las quemaduras en los brazos y en la cara.
Regina fue llevada por Protección Civil local al Hospital General de Axapusco, a unos kilómetros del lugar del siniestro. Horas después los médicos decidieron trasladada en helicóptero al Hospital del Niño, en Toluca, donde fue atendida por una rotura del brazo derecho y quemaduras de segundo grado. Su abuela, Reyna Sarmiento, narró a la prensa cómo fue que comenzó el fuego: “La niña nos contó que se empezó a prender el tanque de gas, que la abrazaron sus papás y que no recuerda más porque ella brincó”. Testigos del incendio cuentan que el globo se desinfló rápidamente y se precipitó al vacío sobre un terreno baldío. “Mientras estábamos descendiendo vimos cómo otro globo aerostático perdía el control y se estrellaba”, cuenta a través de redes sociales una turista argentina que presenció los hechos.
Los familiares de los fallecidos exigen que tanto el piloto como la empresa propietaria del globo se hagan responsables de la tragedia. La familia ha tenido problemas para pagar los gastos funerarios que ascienden a más de 200.000 pesos (unos 11.000 dólares). Un día después de la tragedia, José Edgar y Viridiana fueron enterrados en el panteón Jardines del Recuerdo, en Tlanepantla. Su hija ya no los volvió a ver. Tres días después del accidente fue dada de alta del hospital. El piloto continúa ingresado en calidad de detenido. Hasta el momento se desconoce si el hombre será vinculado a proceso.
La empresa hacía vuelos de manera clandestina
El siniestro en Teotihuacan destapa toda una cadena de errores e irregularidades de empresas y autoridades que ponen en evidencia la falta de garantías para volar de forma segura, como globos en mal estado, falta de permisos, ausencia de inspecciones y mantenimiento deficiente. Factores que ponen en riesgo la vida de cientos de turistas al día. También golpea a un sector que sufrió mucho durante la pandemia y que comienza a recuperarse. Varias empresas de globos aerostáticos declinaron una entrevista con este diario por miedo a ser estigmatizadas después de lo sucedido.
No es la primera vez que Autocinema Retrovisor tenía problemas con uno de sus vuelos. En agosto de 2022 una fuga en uno de sus tanques de combustible hirió a tres turistas chilenos, dos de ellos menores de edad. Pese a ello, las autoridades estatales y federales permitieron que la empresa continuara con el negocio. Autocinema Retrovisor ofrecía viajes en globo de manera clandestina, aunque no tuviera permisos para volar, de acuerdo a la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC). Los precios por estos recorridos oscilaban entre 300 y 500 pesos por persona (de 15 a 30 dólares), cuando otras empresas pueden llegar a ofrecer el mismo servicio por 7.000 pesos (400 dólares). La AFAC colabora en la investigación que ha abierto la Fiscalía del Estado de México para esclarecer lo sucedido. Por el momento el piloto es el único detenido y se ha clausurado el inmueble donde se encontraba la empresa. Sin embargo, se desconoce el paradero de los dueños y los responsables del negocio.
La Federación de Globos Aerostáticos (FEGAT) se apresuró a deslindarse de lo sucedido y aclaró en un comunicado que ni la empresa ni la aeronave son parte de sus agremiados. “Invitamos a todos los usuarios a que antes de contratar cualquier servicio verifiquen que sea una empresa que cuente con permiso, equipos y pilotos certificados por parte de la autoridad aeronáutica”, dice el texto. El secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, ha pedido a las autoridades competentes la revisión de los permisos para globos aerostáticos de todas las empresas que operan en México y que se exijan estándares internacionales para la seguridad y el manejo de estos aparatos.
El problema no es solo de una empresa. El accidente de Teotihuacan ha destapado un negocio que mueve millones de pesos al año y al que le falta regulación y control por parte de las autoridades. En septiembre pasado, un globo con 12 personas a bordo se desplomó debido al fuerte viento que soplaba. Afortunadamente no hubo heridos, pero los pasajeros sufrieron crisis nerviosas. En noviembre de 2021, otro aparato cayó de las alturas y nueve de los 15 pasajeros que viajaban en él resultaron heridos.
Tras el siniestro, el Ayuntamiento de San Juan Teotihuacan ha cedido a la presión y se ha visto obligado a dar un posicionamiento público en el que se “advierte de la presencia de empresas irregulares y clandestinas que ofrecen elevaciones en globos aerostáticos”. Pero las autoridades no han dicho nada sobre cómo van a resolver el problema. En el boletín no hay rastro de qué medidas tomará el presidente municipal, el priista Mario Paredes de la Torre, para poner fin a la presencia de estas empresas que trabajan de manera ilegal, pero sí “condolencias “y “lamentaciones” tras lo sucedido.
Antes de subirse al globo, José Edgar, Viridiana y Regina se tomaron una fotografía. La última fotografía de una familia que acabó marcada por la tragedia. Viridiana acababa de cumplir 39 años. José tenía 50.
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