Muere un estudiante tras un enfrentamiento entre grupos de porros en el CCH de Naucalpan

Un estudiante menor de edad ha muerto la tarde de este miércoles tras un enfrentamiento entre grupos de porros en las afueras del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) en Naucalpan, en el Estado de México —a poco más de 20 kilómetros de Ciudad de México—. Algunos videos en redes sociales han documentado parte del ataque en las instalaciones del centro educativo, perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, en los que se observan jóvenes corriendo entre el humo de petardos que algunas personas lanzan entre la multitud mientras corren entre los muros y los vehículos. Los reportes preliminares apuntan a que hay tres personas heridas y otras ocho han sido remitidas a las autoridades como presuntos responsables del ataque. La UNAM ha lanzado un comunicado este jueves en el que afirma que estos grupos violentos tratan de desestabilizar la institución de cara a las elecciones e insiste en que estas prácticas están movidas por “intereses oscuros”.

La Dirección General de la institución ha lamentado la violencia ejercida por lo que calificó como “grupos socio organizados” y en un comunicado ha informado que suspende las clases hasta el próximo lunes 13 de mayo, para poder esclarecer los hechos de esta tarde. Los heridos han sido atendidos en el mismo lugar por la Cruz Roja, y las primeras informaciones de las autoridades señalan que la causa de la muerte del joven se dio tras una caída.

El joven era estudiante de la Facultad de Estudios Profesionales (FES) Acatlán, incorporada a la UNAM, y según algunos testimonios corrió hacia un puente para resguardarse y ponerse a salvo, cuando cayó de varios metros de altura. El estudiante falleció cuando ya había podido trasladarse hacia la entrada del CCH, donde, aseguran, se desvaneció.

Los hechos comenzaron la tarde de este miércoles, cerca de las 18.00 horas, cuando un grupo de provocadores, algunos encapuchados, llegaron a las instalaciones del CCH en un microbús y descendieron para atacar directamente a algunos de los estudiantes del turno vespertino que salían de clases o se encontraban en las puertas del plantel.

Algunos de los videos compartidos en redes sociales muestran golpizas y persecuciones a los estudiantes que trataron de responder o defenderse. Mientras las calles aledañas eran bloqueadas por hombres en motocicletas o por unidades de transporte público.

La UNAM ha lanzado este miércoles un comunicado en el que lamenta el fallecimiento del alumno y explica que la violencia de estos grupos se ha vuelto común para desestabilizar a la entidad de cara a las elecciones del 2 de junio. “La presencia de personas como estas que, sin motivo alguno, se presentan en planteles escolares, cubiertas del rostro y armadas con instrumentos explosivos, palos y piedras, se ha convertido en una práctica recurrente de intereses oscuros que buscan intimidar y sembrar miedo e incertidumbre”, han acusado. El mensaje insta a las fuerzas de seguridad a coordinarse para vigilar las afueras de sus centros estudiantiles.

Los porros son grupos de choque integrados por personas que suelen responder a intereses específicos y que generalmente buscan sabotear, mediante la violencia organizada, la vida estudiantil y romper con las dinámicas al interior de las instituciones para lograr sus objetivos. Algunos de los primeros registros de este tipo de agrupaciones incluye al grupo “porril” identificado en la década de 1920 y conocido como “Los Gorilas”, que inició como un colectivo de prefectos y estudiantes al que posteriormente se le unieron miembros ajenos a la Universidad Nacional y que actuaban de modo violento contra los estudiantes. Se les bautizó como “porros” en la década de 1950 debido a los grupos que asistían al estadio universitario a apoyar al equipo de fútbol americano de los Pumas y que posteriormente protagonizaron eventos violentos.

Suscríbase a la newsletter de EL PAÍS México y al canal de WhatsApp y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país.