Compromiso sostenible: la iniciativa privada trabaja para lograr las cero emisiones

La humanidad tiene hasta 2030 para cumplir con el compromiso global de mejorar la calidad de vida de todas las personas, una ambiciosa meta plasmada en los 17 puntos que componen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Varios de ellos se vinculan directamente a la lucha contra el cambio climático y a la reducción de emisiones, tales como garantizar el acceso a una energía asequible y no contaminante (ODS 7); el trazado de ciudades y comunidades sostenibles (11) o la ejecución de acciones por el clima (13).

Comprender y asumir este compromiso ha llevado tanto a gobiernos como a empresas de todos los sectores a replantearse la esencia de su papel como actores sociales, impulsando acciones y estrategias que van de lo individual e inmediato hasta conseguir un impacto colectivo, y positivo, a nivel global.

En esta historia destaca de forma puntual el trabajo de Iberdrola, quien desde su llegada a México hace 25 años ha impulsado el crecimiento sostenible y la descarbonización de la economía a través no sólo de su negocio principal, las energías limpias, sino también mediante actividades vinculadas de forma estrecha con la responsabilidad social, procurando el desarrollo integral de las comunidades donde tiene presencia y con especial atención en el cuidado ambiental.

El sector eléctrico juega un papel clave en el logro del propósito fijado por el histórico Acuerdo de París para limitar el incremento de la temperatura del planeta por debajo de los 2ºC.

Como parte de la estrategia global del Grupo al que pertenece, Iberdrola México tiene la meta de alcanzar en 2030 la neutralidad para las emisiones de carbono equivalente de alcances 1 (directas por la generación de energía y otras) y 2 (indirectas asociadas a la generación de electricidad, en este caso la adquirida y consumida por una organización). Para 2040, la compañía tiene como propósito las cero emisiones netas (ser net zero) de gases de efecto invernadero, lo que suma también al resto de emisiones de toda la cadena de valor.

“Reduciremos aún más nuestras emisiones hasta lograr la neutralidad climática en nuestras centrales de generación en 2030″, afirmó el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, en la reciente Junta General de Accionistas, en la que los inversionistas respaldaron masivamente la gestión y estrategia de la compañía.

Compromiso local

Actualmente la compañía evita la emisión de más de un millón 31 mil toneladas de CO2 a la atmósfera en México al año con sus nueve parques de energía renovables -entre eólicos y fotovoltaicos- y situados en varios estados del país. Además, y como parte de su estrategia de descarbonización, cuenta con una sólida cartera de proyectos de energía limpia que suma 10 GW de capacidad (23 TWh) en zonas de alto consumo de 16 estados del país.

De forma simultánea, Iberdrola México expande y ratifica su compromiso con el medio ambiente y la sostenibilidad con iniciativas que incluyen desde la implementación de programas de conservación en áreas naturales como el Cañón de Fernández o proyectos como Luces de Esperanza, que electrifica comunidades rurales con paneles solares. Además de la realización anual de campañas de reforestación, de talleres de sensibilización ambiental y de cuidado del agua y programas de voluntariado que se llevan a cabo junto con personas de la comunidad, clientes y proveedores.

En este sentido, Karina Gómez, coordinadora de Responsabilidad Social Corporativa de Iberdrola México, aseguró que la compañía se encuentra plenamente comprometida con el desarrollo sostenible de las comunidades donde tiene presencia: “Buscamos implementar actividades y programas sociales que contribuyan a la protección del medio ambiente, que es fundamental para la salud y el bienestar de todas las personas”.