Doña Letizia en biquini atrapa audiencias

Numerosos lectores creen sexista y engañoso un titular sobre la foto más buscada por los paparazis

La reina Letizia, el pasado julio en Cornellà de Llobregat (Barcelona).Samuel Sánchez

EL PAÍS está tan comprometido a eliminar toda discriminación entre hombres y mujeres que su Libro de estilo incorporó el año pasado en su última edición un nuevo capítulo bajo el epígrafe Sexismo en el lenguaje con normas muy precisas. Todos los que aquí escribimos debemos cumplir esas minuciosas reglas “con el objetivo de reducir las discriminaciones sexuales”. El diario cuenta, además, con una corresponsal de Género, cargo que ahora ocupa la periodis...

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EL PAÍS está tan comprometido a eliminar toda discriminación entre hombres y mujeres que su Libro de estilo incorporó el año pasado en su última edición un nuevo capítulo bajo el epígrafe Sexismo en el lenguaje con normas muy precisas. Todos los que aquí escribimos debemos cumplir esas minuciosas reglas “con el objetivo de reducir las discriminaciones sexuales”. El diario cuenta, además, con una corresponsal de Género, cargo que ahora ocupa la periodista Isabel Valdés. ¿Cómo se explica entonces la publicación del texto titulado Doña Letizia en biquini, la foto más buscada del verano y el último tabú real?

La pieza, difundida el pasado 7 de agosto, captó niveles espectaculares de audiencia. Entre otras razones, morbosas o no, porque muchos dieron por hecho que, tras ese titular, había una imagen reciente de la Reina en biquini. No era así. Los morbosos pudieron sentirse decepcionados. Los cabales, extrañados por ese proceder del diario. Ambos, seguramente engañados. No hay más que darse un paseo por los cientos de comentarios realizados en las redes al hilo de esa información para encontrar críticas y quejas en esa línea.

El encabezamiento encerraba otro dilema de mayor enjundia. ¿No contenía un sesgo sexista? Así lo reflejaron bastantes comentarios. La lectora Dolores Gauna contactó con el periódico para comentar que consideraba “impropio” de un medio como EL PAÍS “caer en tal demostración sexista de machismo barato”. “¿La más buscada por quién?”, señalan otros lectores.

El área de Estilo de Vida, donde se publicó el texto, responde que se decidió hacer esa información tras preguntarse qué asuntos resultaban más atractivos en verano y cuál podía ser la fotografía más buscada en esa estación del año. Una reconocida agencia de fotografía, cuenta, les dio la respuesta: la Reina en biquini.

“Quisimos investigar y entender el porqué. ¿Machismo? ¿Morbo? ¿Existe un tabú?” Añade que la pieza responde a esas preguntas con fuentes adecuadas y expertos. El cuerpo de la noticia, en efecto, respeta en ese terreno el Libro de estilo. “Quizás el error”, admite la sección, “fue omitir un verbo” en el titular: “es”. El encabezamiento hubiera sido muy distinto y más preciso: “Doña Letizia en biquini ES la fotografía más buscada del verano”.

“Lamentamos”, concluye la sección, “si eso ha dado pie a confusión en algún lector; no se hizo con la intención de dar a entender algo diferente de lo que contenía la información”: responder a cuál era la foto más buscada.

La corresponsal de género no ve problema en abordar ese tema que puede interesar a los lectores (que la foto más buscada sea esa), pero precisa que “la pieza adolece de la perspectiva feminista que, como marcan nuestras líneas, debería haber incorporado”. “Hemos perdido la oportunidad de tratar cuestiones como la cosificación, la especial atención y presión a la que se ven sometidas las mujeres de relevancia pública, o la naturalización pendiente que como sociedad tenemos respecto a los cuerpos, sobre todo y especialmente los de las mujeres, con la consiguiente eliminación de juicios y enfoques respecto a estas”.

“Nadie está libre de utilizar un lenguaje sexista, y por ello”, dice el Libro de estilo, “conviene revisar el propio texto, una vez terminado, para comprobar que no se ha empleado un lenguaje discriminatorio”. En la pieza, además, se sugiere a los lectores ampliar la información con otra titulada “La reina Letizia reutiliza un vestido de la princesa Leonor de 40 euros y firma española”. El libro desaconseja esa mirada desequilibrada a la vestimenta de las mujeres.

Una ojeada por cualquier buscador demuestra que unir “Letizia” y “biquini” es un imán para los medios, que se retroalimentan porque a menudo abordan asuntos que están teniendo éxitos de audiencia en otros lados. ¿Cómo se explica, si no, que en este verano en el que no se ha publicado ninguna foto nueva de la Reina en biquini —la última se difundió hace 11 años— hayan aparecido titulares con ambos términos en 12 medios diferentes entre mediados de julio y finales de agosto?

Lógicamente, los periódicos buscan temas con potenciales altas cifras de audiencia, pero se exponen al veredicto de los lectores. En EL PAÍS, el texto comentado en esta columna encabezó la lista de los más leídos el 7 y el 8 de agosto, y volvió a hacerlo el pasado 30 después de que el periódico lo difundiera de nuevo en redes tres días antes. Disputa el liderazgo de enero a agosto con otra información. Se titula: Camila Cabello no es “valiente” por ponerse un bikini: es una mujer en bikini.

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