Salud mental
Los lectores escriben sobre la salud mental, el 11-M, la tala de árboles en Madrid y sobre la sanidad pública
Generalmente, cuando pedimos una primera cita especializada para salud mental, se debe a que ya hemos agotado todos los tratamientos que nos ofrece la atención primaria. Por lo tanto, el llamamiento no se debería prolongar en el tiempo. Cuando mi médica de cabecera solicitó esa primera petición el 21 de diciembre de 2022, me dieron hora para el 14 de febrero de 2023. Pese a la necesidad imperante, quedé satisfecho por el plazo establecido. Sin embargo, el 9 de febrero —cinco días antes del plazo establecido— recibo una lla...
Generalmente, cuando pedimos una primera cita especializada para salud mental, se debe a que ya hemos agotado todos los tratamientos que nos ofrece la atención primaria. Por lo tanto, el llamamiento no se debería prolongar en el tiempo. Cuando mi médica de cabecera solicitó esa primera petición el 21 de diciembre de 2022, me dieron hora para el 14 de febrero de 2023. Pese a la necesidad imperante, quedé satisfecho por el plazo establecido. Sin embargo, el 9 de febrero —cinco días antes del plazo establecido— recibo una llamada de Salud Mental, en la que se me indica que se me anula la cita para el día 14 de febrero, por baja del facultativo, y que ya me llamarán para una nueva notificación. El 6 de marzo recibo de nuevo una llamada, en la que se me convoca para ser atendido el 25 de mayo. Permítanme, cabe preguntarse, ¿qué pasará si de nuevo el médico que tengo asignado necesita coger otra baja?
José Solano Martínez. Cartagena (Murcia)
Aznar y el 11-M
El pasado 11 de marzo se cumplieron 19 años del mayor atentado terrorista ocurrido en España. Pero no solo. También se han cumplido 19 años del mayor atentado en grado de frustración contra la verdad. Hablo del intento de manipulación masiva a manos de un Gobierno legítimo y democrático, el de José María Aznar, quien todavía hoy, no solo no ha pedido perdón sino que sigue justificando con su flema habitual su reprochable actitud. Ni perdón ni olvido, suele decirse, para los autores mediatos e inmediatos de aquella atrocidad que segó la vida de 192 personas. Ni perdón ni olvido tampoco para quien, con vilezas y artimañas, trató de engañarnos sobre su autoría.
Gonzalo de Miguel Renedo. Logroño
Contra la tala
Hablo desde la indignación y tristeza que me produce lo que está pasando en mi ciudad. Me voy a restringir a mi barrio y sus espacios, donde está ocurriendo una guerra contra la naturaleza sin precedentes. El Ayuntamiento se dedica a talar árboles, quitar espacios de paz para convertirlos en párquines y zonas productivas. Como en el caso del parque de La Cornisa, donde los niños jugaban mientras otros se sentaban a contemplar, donde se improvisaban bailes y los perros tenían su espacio, en fin, actividades poco productivas. Resulta que ahora un parque debe ser productivo. ¿En qué cabeza cabe semejante absurdidad? Yo no entiendo nada.
María de Reyna Fau. Madrid
Bien irrenunciable
Deseo transmitir a todo el que pueda, que la sanidad pública es un bien irrenunciable que se paga con nuestros impuestos. Nadie nos regala nada y, si falta dinero, basta con atender primero a los pilares de un Estado de bienestar, en el que está esa sanidad. Cuando vayamos a las urnas tengámoslo en cuenta, por favor y en bien de todos.
Ángel Villegas Bravo. Madrid