Móviles extraescolares

La necesaria restricción de los celulares en los colegios avanza en el ámbito político y apela también a las familias

Varios menores consultan sus móviles.Antonello Nusca (EFE)

Pocos asuntos han logrado tanto consenso y en tan poco tiempo como la necesidad de regular el uso de los teléfonos móviles en la enseñanza y proteger a los menores frente a contenidos intrusivos que, como la pornografía, perturban su educación y su equilibrio emocional. A la espera de concretar ...

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Pocos asuntos han logrado tanto consenso y en tan poco tiempo como la necesidad de regular el uso de los teléfonos móviles en la enseñanza y proteger a los menores frente a contenidos intrusivos que, como la pornografía, perturban su educación y su equilibrio emocional. A la espera de concretar la aplicación de medidas frente a los contenidos pornográficos, se ha avanzado mucho en el establecimiento de criterios para regular el empleo del celular en los centros escolares.

Diversas autonomías habían tomado ya alguna iniciativa, pero el espaldarazo definitivo a la regulación lo ha dado el Consejo Escolar del Estado, máximo órgano consultivo del Gobierno en materia educativa, que el pasado jueves aprobó por unanimidad la propuesta de prohibir el uso de los móviles en las etapas de Infantil y Primaria y limitar a fines exclusivamente pedagógicos su uso en Secundaria. La recomendación es que los aparatos permanezcan apagados desde que se entra en el centro hasta que se sale, incluido el tiempo de patio o de recreo. En el caso de la enseñanza posobligatoria, se deja la regulación al criterio de los centros.

La restricción del móvil está plenamente justificada. Diversos estudios han mostrado que el uso inadecuado de los dispositivos inteligentes supone un factor de distracción que interfiere en el aprendizaje. Uno de los síndromes característicos de la conducta adictiva es la sensación de estar perdiéndose algo si no se está permanentemente conectado. Cuando en el proceso de aprendizaje se produce una interrupción en la atención, cuesta tiempo recuperar la capacidad de concentración. Paradójicamente, el móvil actúa en muchos casos como un factor de aislamiento. Aunque facilita la comunicación a distancia, su presencia en el ámbito escolar reduce la capacidad de interacción entre los propios alumnos.

Resulta, no obstante, aconsejable que la regulación vaya acompañada de otras medidas, como tutorías o la promoción de alternativas de ocio y relación social en el tiempo libre. La ministra de Educación, Pilar Alegría, ha anunciado que llevará las recomendaciones del Consejo Escolar a la reunión prevista para hoy con las autonomías. A las que ya habían adoptado sus propias restricciones, como Murcia, Castilla-La Mancha, Galicia o Madrid, se sumó este martes Cataluña.

Los efectos de un uso inadecuado del teléfono móvil no se limitan, sin embargo, al espacio escolar. Avanzar hacia una educación digital responsable exige establecer para los menores ciertos límites de tiempo y lugares de uso dentro y fuera de los centros. Las familias deben ser conscientes del valor ejemplar que tiene su propio comportamiento a la hora de establecer patrones de utilización. Además de parte inevitable del presente, las nuevas tecnologías son un cauce para el conocimiento. En manos de los adultos está garantizar que no se conviertan en un muro.


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