El rifirrafe entre Bono y Sebastián por no usar corbata en verano vuelve al Congreso
El presidente del Congreso defiende que los usos y costumbres del decoro obligan a llevarla El ministro de Industria apuesta por quitársela en verano, subir la temperatura y ahorrar energía
El presidente del Congreso de los Diputados, José Bono (PSOE), y su compañero de partido, el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, han protagonizado de nuevo un pequeño desencuentro por sus posturas opuestas en el uso de la corbata. Por un lado, Bono exige que se cumplan normas de decoro en la vestimenta en la Cámara, y por otro, Sebastián, en aras del ahorro energético, apuesta por subir la temperatura del aire acondicionado y, para compensar y ganar en confort, quitarse la corbata en verano.
Bono, que en julio de 2008 ya reprendió a Sebastián por acudir a una sesión extraordinaria sin esa prenda, ha "agradecido" hoy a los diputados que sí llevan corbata porque así le "ayudan a mantener la disciplina de vestido con lo ujieres, que están con corbata y chaqueta obligatoriamente". Sebastián, como en aquella ocasión, ha explicado que por cada grado que se sube el aire acondicionado se consigue un 7% de ahorro energético, y ha criticado la baja temperatura que se registra en el interior del Congreso.
El origen de la anécdota del día en la última sesión de control al Gobierno antes de que los diputados se tomen vacaciones, ha sido una pregunta de José Ramón Beloki, del EAJ-PNV, que preguntó al ministro cuál es la relación entre llevar o no llevar corbata y la eficiencia energética.
Como los japoneses
"La idea de quitarse la corbata no es de este ministro, sino de un Gobierno conservador, el de Japón en 2005", explicó Sebastián, que ha continuado detallando que la medida -a la que ahora se ha sumado el Gobierno conservador de Portugal- se reforzó en el país asiático tras la crisis energética provocada por el accidente en la central nuclear de Fukushima, consecuencia del terremoto de magnitud 9 y el posterior tsunami del pasado 11 de marzo.
Como "ministro de las empresas", Sebastián ha defendido que su departamento quiere dar ejemplo, y ha detallado que en el Ministerio han ahorrado 250.000 de euros al año gracias al ahorro energético. "A quién le molesta lo de la corbata más allá de a las eléctricas", ha sugerido, después de añadir que su ministerio "le ha salido gratis al contribuyente".
Beloki le ha contestado que si no quiere llevar corbata, "está en su derecho", pero que lo complemente con una buena política de eficiencia energética. Le ha recordado, además, que si acudiese en "bermudas y chanclas" no le dejarían entrar, de acuerdo a las normas de vestimenta que la Mesa de la Cámara baja aprobó el 4 de julio. "¿Qué tiene de civilizado pasar calor [en el interior de los edificios] en invierno y frío en verano?", se ha preguntado el ministro de Industria.
Sebastián seguirá sin corbata
Sebastián ha terminado su respuesta a Beloki con una petición: que como miembro de la Mesa, el órgano rector del Congreso, colabore para que la normativa de eficiencia energética se cumpla todos los días, y no solo cuando hay pleno. Ese es el momento en que Bono, como presidente de la Cámara, se ha sentido aludido y ha intervenido para justificar que se han repartido los termómetros que les ha hecho llegar el departamento del ministro, y que las temperaturas varían en función de donde se coloquen.
De vuelta con el primer ministro japonés, Naoto Kan, que no lleva corbata a su Parlamento, Bono ha dudado de que no se la ponga para ir a ver al emperador.
La batalla de Bono, que regaló una corbata a Sebastián tras aquel primer episodio de hace tres años, se presenta difícil. El ministro ha comentado en los pasillos del Congreso, en declaraciones recogidas por Europa Press, que no se siente ofendido por la intervención de Bono, y que seguirá sin ponérsela "diga lo que diga el presidente del Congreso o el emperador de Japón".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.