Ausbanc usaba los foros de jueces para tener “apariencia de legalidad”
El juez Pedraz impone comparecencias mensuales a ocho de los nueve detenidos con Pineda y Bernad
El presidente de Ausbanc, Luis Pineda, utilizaba los cursos a los que invitaba y pagaba a jueces para dar “apariencia de legalidad” al entramado presuntamente delictivo que dirigía. Los foros jurídicos eran, según explica en un auto el juez Santiago Pedraz, una de las actividades de la “organización criminal”, en la que Pineda tenía “un dominio total y completo” y fue situando a lo largo del tiempo a testaferros que le ayudaron a enriquecerse ilícitamente.
El juez Pedraz ha tomado declaración esta semana a la esposa y a trabajadores de Ausbanc, a los que considera colaboradores y testaferros de Pineda, y cuyos testimonios han servido para apuntalar los indicios contra el entramado que ha ido construyendo el presidente de la organización, en prisión desde el 18 de abril. El juez acusa de extorsión, amenazas, pertenencia a organización criminal, estafa y administración desleal a ocho personas, a las que impone comparecencias judiciales una vez al mes: María Isabel Medrano (trabajadora del departamento de publicidad de Ausbanc), Luis María Suárez Jordana (director de publicaciones), María Manuela Mateo (responsable de servicios jurídicos), Hermenegildo García (tesorero y director de comunicación), María Teresa Cuadrado (esposa de Pineda), Rosa Isabel Aparicio (responsable de eventos), Ramón Perfecto Rodríguez (administrador) y José Marín Rodríguez (delegado en Sevilla). Al abogado José María de León solo le acusa de extorsión y amenazas y no le impone ninguna medida provisional.
En el auto, el juez de la Audiencia Nacional describe con detalle el papel de cada uno de los actores secundarios de la trama, trabajadores de la asociación que dirigían las campañas de publicidad, redactaban noticias negativas sobre empresas que no hubieran cedido a presiones de Pineda y negociaban acuerdos económicos con entidades a cambio de no presentar o retirar demandas.
“Prepara una hostia para el BBVA”
Uno de los episodios más ilustrativos de cómo trabajaba Ausbanc que recoge el auto de Santiago Pedraz hace referencia al director de publicaciones, Luis Suárez, que publica noticias “a favor o en contra de determinadas entidades según decida Luis Pineda”, en función de si “colaboran” o no con la organización.
En una llamada, Pineda le dice que publique en Mercado de Dinero (un medio de Ausbanc) una noticia negativa sobre Air Europa; y en otra, una “breve pero con una hostia” para Francisco González “presumiblemente como consecuencia de perder una demanda contra el BBVA”, advierte el juez.
Una de las responsables de estos cometidos era Isabel Medrano, secretaria de Consumo y directora de publicidad de Ausbanc, que según Pedraz, “tiene conocimiento de todos los convenios” firmados por la asociación. “Es conocedora de las cantidades abonadas por las entidades y habría que deducir que esos elevados importes no pueden corresponder con la circulación, número de ejemplares e importancia de tales medios”, advierte el juez.
Entre otros convenios, Medrano participó en el que firmó la asociación con Unicaja. Pedraz cree que la secretaria de Consumo pidió ayuda a Pineda para “justificar las facturas simuladas” por los servicios prestados por un importe superior a 200.000 euros. Medrano trabajó también para justificar facturas de otro contrato con el banco radicado en Málaga en dos partidas, una de 600.000 y otras de 400.000 euros, que Pineda se encargó personalmente de cobrar.
Sobre Unicaja, el juez detalla también unas conversaciones relativas al presidente de la entidad, Braulio Medel. Según recogió Pedraz en el auto de prisión de Pineda, negoció la posibilidad de pagar un millón de euros a diferentes empresas de Ausbanc a cambio de que Manos Limpias pidiera el archivo de la causa contra el presidente de la entidad, imputado en el caso de los ERE de Andalucía.
“Misión cumplida”
El auto de ayer de Pedraz recoge unas conversaciones telefónicas entre Pineda y la que era su secretaria y responsable de eventos de la organización, Rosa Aparicio, en la que esta le recuerda que tiene que “preparar las preguntas” de la comparecencia judicial de Medel para luego entregárselas al banquero. En otra llamada, Aparicio, “siguiendo las indicaciones de Pineda”, colabora en el envío del escrito de solicitud de archivo de la causa contra Medel y se lo envía a la secretaria del presidente de Unicaja instándole a que imprima el texto, borre el correo y deje el escrito sobre la mesa de su jefe: “(Pon) remite Luis Pineda. Debajo, mayúsculas, misión cumplida”.
El juez menciona en su auto los foros jurídicos organizados por Ausbanc que, según Pedraz, Pineda usaba para “dar al entramado la oportuna apariencia de legalidad, invitando (y pagando) como ponentes y asistentes a personalidades del mundo jurídico”. La organización de estos cursos corría a cargo del tesorero y director de comunicación, Hermenegildo García, que recibía órdenes “directamente” del prescindente de la asociación.
García era el encargado de la relación con los medios de comunicación y, según Pedraz, conocía que “en algunas ocasiones”, las notas de prensa que realiza “carecen de veracidad, sirviendo únicamente al afán de Luis (Pineda) de estar presente en todos los medios de comunicación posibles”.
El juez cuenta cómo redactaron una nota sobre un juicio ganado al Grupo Volkswagen diciendo que era la primera sentencia condenatoria por emisión de CO2. “Tú y yo sabemos que la sentencia no es exactamente eso”, le dice Pineda a su jefe de comunicación. Con estas notas, según Pedraz, tratan de dar apariencia de “buen hacer” a la gestión del presidente y líder del entramado. Por esta y otras conversaciones sobre Volkswagen el juez sospecha que los responsables de Ausbanc podían pretender presionar al grupo automovilístico.
Pedraz implica también en la trama a la esposa de Pineda, María Teresa Cuadrado, quien, presuntamente, participó en operaciones realizadas a través de sociedades vinculadas a Ausbanc para desviar fondos a favor del matrimonio. En una de ellas Hacienda ha constatado que la mujer de Pineda recibió 204.845 euros entre 2008 y 2014. Los investigadores creen también que, a través de otra sociedad, Cuadrado recibía 12.000 euros anuales para sus gastos personales. Incluso para la adquisición de un sofá, el matrimonio utilizó una sociedad del grupo.
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