Emily Ratajkowski: «Hay que dar poder a quien tenga perspectiva de género»

Fuera de cámara es perspicaz, ingeniosa y, sobre todo, cercana. Habla con soltura de sus amigas, sus vacaciones en Mallorca cuando era pequeña o de su boda (improvisada y vestida de Zara): «Ya me visto a diario por mi trabajo, ese día quería que fuera todo más relajado». Cuando se encienden los focos se transforma en la imagen sensual que a diario se viraliza en la web. Actriz, modelo, influencer, empresaria y feminista, Emily Ratajkowski defiende su derecho a dictar las reglas que gobiernen su cuerpo; uno que abraza sin remordimientos su sexualidad. A pocos días de ser nombrada musa de Pure XS for her, la nueva fragancia de Paco Rabanne, se reúne con S Moda en una villa en la Costa Azul: «Me gustaría cambiar mucho, pero prefiero empezar por lo que me toca más de cerca: las mujeres, especialmente las más jóvenes. Quiero darles herramientas para que combatan todas las barreras que se van a encontrar», explica con convicción reivindicando su erotismo sin ser etiquetada por ello. Hollywood se empeña en encasillarla, pero tiene a una peleona adversaria.

¿Por qué los papeles femeninos en pantalla han sido siempre tan planos?

Es producto de la misoginia y de la cultura patriarcal, que han provocado una falta de representación: de actrices pero también de directoras, guionistas, directivas en los estudios… Pero el panorama ya ha empezado ha cambiar con todo el talento joven que empieza a tomar posiciones y con las nuevas plataformas, que permiten más fácilmente compartir una historia o una perspectiva.

Reese Witherspoon, Charlize Theron o Margot Robbie han iniciado sus propias productoras, ¿consideras seguir sus pasos?

Totalmente. Acabo de lanzar mi propia compañía [la firma de baño Inamorata] y estoy aprendiendo cuantísima energía requiere, pero es algo que me encantaría hacer en el futuro.

A raíz del movimiento #MeToo, ¿hay una sensación mayor de hermandad entre las actrices?

Sí, existe ese sentimiento. Ahora hay una comprensión de estas dinámicas de poder de las que hablábamos. Hoy cuando una mujer entra a una reunión con los productores, en la que todo son hombres blancos, es consciente de ello. De que no es justo. Hace unos años nos parecía normal, lo teníamos interiorizado.

¿Estamos entonces ante el fin de una era?

No, no creo; será un cambio gradual porque hay mucho que cambiar. Las adolescentes están leyendo sobre este tema y están viéndonos protestar, así que cuando ellas lleguen al mercado laboral tendrán una tolerancia muy distinta. Hace falta un cambio de mentalidad que empieza en la educación.

«La gente con poder abusa de él», decía hace poco. Siempre habrá alguien al mando, ¿cómo evitamos que aparezca otro Weinstein?

Es una cuestión de responsabilidad y de otorgar poder a quien tenga una perspectiva de género.

Gran parte del público reclama un representación más diversa de la mujer en los medios. ¿Qué papel juegan la moda y la belleza en este movimiento inclusivo

Creo que uno muy significativo: cuando piensas en moda y belleza todo gira entorno a las imágenes. En la industria del cine tienes la posibilidad de darle un ángulo a tu personaje, pero en la moda todo va sobre el aspecto. Por eso es importante incorporar diferentes tipos de cuerpos, colores de piel, edades… Para que podamos entender que la belleza no es un canon, sino todos los rasgos que nos hacen únicas.

«Es audaz, moderna y segura de sí misma», dicen de ti desde Paco Rabanne. ¿Qué esperas de la colaboración con la firma?

Adoro el concepto de la campaña: una mujer que se cuida a sí misma. La casa tiene una perspectiva de la feminidad con la que me identifico: cool, pero a la vez icónica y fresca. Sus valores me son cercanos así que estoy deseando desarrollar esta alianza entre nuestras dos marcas.

¿Cómo fue el rodaje de la campaña?

Fue en Bucarest y muy divertido. El plató y el diseño eran increíbles.

¿Qué busca la mujer moderna en la industria de la belleza hoy?

Una visión honesta sobre cómo enfocar su propia belleza. Más que proponer un ideal al que acudir, creo que la clave está en entender que todas somos distintas y que tenemos diversas formas de gustarnos.

Dice Google que la ‘dieta de Emily Ratajkowski’ fue la quinta dieta más buscada en el 2017. ¿Qué haces para cuidarte?

¿En serio? ¡No sabía eso, es muy loco! Cada persona es distinta y yo soy una afortunada por el metabolismo que tengo. Trato de escuchar a mi cuerpo y ceder si un día necesito comer más, para luego buscar un equilibrio. Cuidarme para mí es encontrar ese balance y disfrutar de la vida sin dejar de estar en forma, que además es una parte importante de mi trabajo.

Con casi veinte millones de seguidores, tus Stories despiertan más interés que los de cualquier otra cuenta relacionada con la moda, según el propio Instagram. ¿Qué son para ti las redes sociales?

Hacer una revista, que habla de ti, en la que te encargas de la selección de contenidos. Con la premisa de que funciona en tiempo real. Pero creo que es importante recordar que mi vida es más de lo que aparece ahí.

¿Cómo gestionas la confianza en ti misma cuando estás tan expuesta?

El número de seguidores es algo muy abstracto en lo que no pienso mucho. Prefiero centrarme en compartir lo que me gusta.

¿Y cómo es Emily cuando se apaga la cámara?

Me gusta pasar tiempo con mis amigos, ir de viaje con mis amigas más cercanas (la relación con ellas es muy importante para mí). Dedicarle tiempo de calidad a mi familia. Disfruto viajando, pero cada vez también más quedándome en casa y ordenando.