Qué partes hay que revisar para detectar un ‘superfake’, la falsificación más sofisticada de un bolso de lujo
El oscuro mercado de las falsificaciones ha abandonado la calle y se ha vuelto extremadamente sofisticado. Mientras tanto, las firmas de lujo invierten en tecnología para ponérselo cada vez más difícil a los que imitan sus productos.
¿Bolsos falsos de mercadillo? Cosa del pasado. El oscuro mercado de las falsificaciones ha abandonado la calle y se ha vuelto extremadamente sofisticado. Como apuntan reportajes en The New York Times y The Cut, que hicieron correr ríos de tinta (digital) hay un buen número de estadounidenses con dinero y posición social que sin problemas compran ...
¿Bolsos falsos de mercadillo? Cosa del pasado. El oscuro mercado de las falsificaciones ha abandonado la calle y se ha vuelto extremadamente sofisticado. Como apuntan reportajes en The New York Times y The Cut, que hicieron correr ríos de tinta (digital) hay un buen número de estadounidenses con dinero y posición social que sin problemas compran superfakes, el nombre con el que se conoce en redes sociales a los calcos que prometen engañar hasta al más avezado. El negocio se mueve entre comunidades de Reddit y conversaciones de WeChat con el traductor de Google a mano. Los precios están en un rango que va de unos 100 a 600 euros, aunque para algunas imitaciones de Chanel o Hermès pueden llegar a los mil euros. En términos de negocio, no estamos hablando de menudencias. Según la plataforma de autentificación Certilogo, solo en 2020 las falsificaciones ocasionaron pérdidas de 50. 000 millones de euros dentro de la industria de la moda, y se calcula un 20% de artículos de moda anunciados en redes sociales son copias. Además, estos productos se confeccionan en talleres sin regularizar y sin derechos para los trabajadores. No se sabe en qué condiciones han sido fabricados estos productos.
Las marcas han apostado por la tecnología para combatir esta invasión de los ultracuerpos. Muchas incluyen códigos QR o implementan la etiqueta digital de cadena de bloques para que cada cambio de manos quede registrado. Aura Blockchain Consortium, cuyo producto se dirige específicamente para empresas de lujo, fue fundada hace un par de años por LVMH, el grupo Prada y Richemont, a los que posteriormente se unieron OTB (Diesel, Maison Margiela, Marni, Viktor&Rolf y Jil Sander) y Mercedes-Benz. Gracias a esta tecnología, los codiciados zapatos Tabi de Maison Margiela ahora incluyen unos microchips de NFC que escaneados con el móvil enlazan con una web que muestra el certificado de autenticidad e información sobre la ubicación italiana en la que se fabricaron. Burberry usa software de reconocimiento visual, y la firma francesa Patou ha lanzado el sistema Authentique Verify a que verifica mediante inteligencia artificial. La consultora Deloitte ha puesto en marcha Dupe Killers, una herramienta de IA que usan marcas como Jimmy Choo. Por su parte, Louis Vuitton ha ido fuerte en su batalla contra los clones con la inclusión de microchips en sus bolsos. Pero pesar de toda esta artillería pesada, los expertos advierten que se han encontrado con chips clonados y hasta webs falsas de firmas que dan el pego totalmente.
En un pujante mercado de reventa de lujo, en el que las webs facilitan transacciones entre particulares, aumenta el riesgo de que se cuelen dobles. Y a estas plataformas no les queda otra que tomarse el asunto muy en serio. En Francia comprar artículos falsos conlleva multas y hasta penas de cárcel. En 2018, Chanel denunció a The RealReal por vender hasta siete bolsos falsos de la firma, que el equipo de autentificación de la web había dado por auténticos. Para protegerse, las webs de compraventa de moda han aumentado sus recursos digitales, pero sobre todo han contratado a equipos de expertos. Con este panorama ¿qué hacen los que saben para evitar el cambiazo?
“El proceso puede variar y depende de la pieza. Normalmente, para nosotros el primer paso es analizar cuidadosamente el bolso y elementos adicionales, así como el grabado en relieve del logo y la sensación general que da”, explica Clare Richardson, estilista y fundadora de la comunidad de reventa de lujo Reluxe. “Después de haber pasado años mirando el sello individual de cada marca, identificas perfectamente el repujado y su ubicación”, comenta.
Indicadores básicos
Suena a obviedad, pero con los bolsos de reventa hay que empezar por una inspección. Lo suyo es fijarse en la caja, certificado o tarjeta, etiqueta y la bolsa antipolvo. Si fichamos el producto online, cuantas más fotos detalladas del producto, mejor: ¿se percibe el grano del cuero? ¿se ven bien los remaches? La idea es compararlo con imágenes de productos auténticos de la tienda online de la marca.
En modo analógico lo básico controlar la calidad del cuero. En ocasiones las réplicas utilizan piel de peor calidad o con imperfecciones que posteriormente tratan con métodos agresivos para enmascararlas, lo que hace perder algo del brillo del cuero natural. Si los detalles de metal dan la impresión de descascararse a la primera, mala señal. Las puntadas también son clave, hay que descartar si se ven irregulares, están inclinadas o si van de un lado para otro, pero a la vez que no se note una factura de fábrica. El interior es una buena alerta, ya que muchos falsificadores recortan gastos en esta zona y usan forros de telas más baratas o colores levemente diferentes al original. Contar los bolsillos y revisar la ubicación del logo también son puntos importantes. Sin olvidarnos de los precios bajos, que siempre levantan sospechas. Los bolsos de lujo son hoy una inversión real y en ese mundo ya no existen los chollos. Si aún dudamos, lo más seguro es recurrir a una app de autentificación o comprarlo en webs con este tipo de servicios, como eBay, que ofrece el servicio de garantía de autenticidad, en la que las potenciales compras son inspeccionadas por un equipo de expertos independientes.
Lo que hay que saber por marca
“Cada casa de moda tiene un tacto y un olor diferentes. Y las técnicas artesanales que utilizan son parte esencial de su herencia, por lo que es increíblemente relevante que en Reluxe, como autentificadores, las identifiquemos”, razona Richardson. “Un gran ejemplo es el tradicional pañuelo de Hermès, que contiene una técnica de enrollado a mano, seguido de puntadas manuales que crean un borde limpio. Esta es una técnica muy difícil de reproducir a mayor escala.”
Estas meticulosas particularidades de cada firma pueden ayudar a desenmascarar a imitadores.
Hermès nunca facilita certificados de autenticidad. Si el bolso en cuestión aparece con uno de ellos, es falso. Cada candado de esta casa francesa viene con una llave que incluye el mismo número que el candado, una cuestión que a veces olvidan los infractores. Otro indicador es que las cremalleras de Hermès nunca caen de lado.
Louis Vuitton tampoco ofrece certificados, ni números de serie. Sin embargo, desde los años 80 incluye un sello oculto con la fecha de manufactura. Los números suelen estar grabados detrás de la costura, y posiblemente las copias más conseguidas lo incluyan. Desde 2021 todos los bolsos de la firma incluyen un microchip normalmente escondido en la parte posterior; y logo está grabado en todos los elementos de metal. Un dato útil es que modelo Monogram original está fabricado con lona revestida, que pasa por 100 pasos de producción. Esta textura es difícil de conseguir, si un Monogram tiene el típico grano del cuero, no es verdadero.
Los paneles de Chanel deben tener al menos 8 puntadas en cada uno para ser reales, y el acolchado tiene que estar alineado en todo el bolso. Los bolsos de Chanel sí vienen con tarjeta de autenticidad, con un número de serie de entre seis y ocho cifras. Además, piezas como las carteras tienen el número detrás de una costura. Para que estos productos se acepten en plataformas como Vestiairie Collective, hay que fotografiar y facilitar el número. En ocasiones está tan escondido que si no vamos con cuidado podemos llegar a arañar la piel cuando abrimos el pliegue fotografiar la cifra. Por último, un dato curioso sobre la maison: cualquier contraplato de Chanel está sujeto con tornillos, y esta placa sólo se puede retirar con un destornillador especial de Chanel, no sirve uno de cualquier ferretería.
Y después de todos estos consejos, si aún surgen preguntas, siempre se puede invocar a la intuición. Con múltiples avances tecnológicos a su disposición, muchos especialistas admiten que se fijan en algo tan intangible como ‘las vibras’. Hay quien asegura que algunas imitaciones son tan esforzadas, tan perfectamente clonadas, que saltan las alarmas. ¿Llegaremos a solicitar lecturas de aura para que no nos den gato por liebre? En el mundo del lujo nunca se sabe.