La proliferación de algas alerta sobre el mal estado del mar Menor

“En muy pocos días se ha producido una reducción del 20% del oxígeno en el mar Menor y eso es muy preocupante”, explica el director de la organización conservacionista Anse, Pedro García. Esta asociación ha realizado varias inmersiones junto con WWF durante el último mes para grabar imágenes del interior de la laguna, que no consigue recuperarse. Los nutrientes procedentes de la actividad agrícola que se desarrolla en el Campo de Cartagena, junto con la entrada de agua continua del acuífero que existe en la zona, provoca el crecimiento de algas tanto en el interior de la laguna como en superficie y el deterioro de la masa de agua. “Como es habitual en los últimos años, cuando todavía la temperatura no es muy elevada, parte de la laguna presenta una visibilidad reducida y el fango se extiende cada vez más por las playas”, indican ambas organizaciones en un comunicado.

Advierten, al mismo tiempo, de que durante las próximas semanas, la situación puede empeorar, como sucedió en 2016, cuando la laguna emitió su primer grito de socorro al convertirse en una gran sopa de color verde por la proliferación de algas. Aunque lo peor ocurrió en octubre del año pasado con la mortandad de miles de peces y crustáceos en las orillas de varias playas del mar Menor a dónde llegaron en busca de oxígeno. Se retiraron alrededor de tres millones de toneladas de peces muertos.

Las organizaciones ecologistas consideran que las medidas que han adoptado las Administraciones durante estos cuatro años “han sido ineficaces”. “Ahora han propuesto inyectar oxígeno con mangueras microperforadas, el bombeo de agua desde las salinas de San Pedro y Marchamalo y del acuífero profundo, algo que ya fue anunciado el año pasado y no ha servido para nada”, critican los ecologistas. Lo que sí les parece un primer paso para solucionar los problemas, es el anuncio que ha realizado la Confederación Hidrográfica del Segura para eliminar las primeras hectáreas de regadíos ilegales. “Pero la medida debería venir acompañada de la eliminación de las 10.000 hectáreas de regadíos ilegales existentes y una reestructuración del resto de la agricultura intensiva de la zona”, apuntan.

Ángel Pérez Ruzafa, catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia y miembro del comité científico del mar Menor, explica que “la situación de la laguna es muy crítica”, aunque se desvincula del vídeo de las organizaciones ecologistas. Aclara que una cuestión es la laguna global y otra las playas y su mantenimiento. “A escala global, el proceso de eutrofización [acumulación de nutrientes que provoca un crecimiento incontrolado de las algas] no ha parado”, comenta. Pone el énfasis en el aporte continuo de agua del acuífero, que “aflora por todos los lados” e introduce más nutrientes y fósforo en la laguna además de bajar su salinidad. “Lo perfecto para que haya eutrofización”, concreta. El mar Menor aguantará si la luz alcanza el fondo. Pero, advierte, si se produce un problema de turbidez por lluvias fuertes que implique falta de luz, se dejará de producir oxígeno en el interior de la laguna aunque los organismos que viven allí seguirán consumiéndolo, lo que podría originar otro episodio de anoxia [falta total de oxígeno]. Otra cuestión son las playas, en las que considera que es normal que exista fango "como en todas las lagunas”.