La UE revisa su estrategia de vacunación tras llegar al borde de la ruptura con AstraZeneca
Bruselas cierra el grifo de las exportaciones; a Reino Unido se habían enviado 21 millones de dosis, lo que supone dos tercios de las utilizadas por los británicos
Los líderes europeos revisan este jueves su estrategia de vacunación durante una cumbre virtual marcada por el deterioro de la relación con la farmacéutica AstraZeneca. La Comisión Europea ya ha iniciado los trámites para un proceso de arbitraje con la compañía ante los incumplimientos reiterados del calendario de entrega por el laboratorio anglo-sueco. El fiasco deja en posición vulnerable a los socios comunitarios que apostaron por esa vacuna, lo que obliga a replantear el reparto de las dosis de otros laboratorios que sí están disponibles, en particular, las de BioNTech-Pfizer. La cumbre, en la que participa brevemente el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también tiene previsto dar un nuevo espaldarazo político al certificado (más conocido como pasaporte) de vacunación, ideado para facilitar la movilidad dentro de la Unión Europea.
La reunión ha comenzado a la una de la tarde de este jueves, dos horas antes de lo previsto, lo que ya es el primer síntoma de que se prevé una sesión larga y cargada de tensión. Los 27 gobiernos de la Unión asisten a la cita convocada por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, inquietos por unas campañas de vacunación que no avanzan al ritmo esperado.
Austria lidera la revuelta de los países más afectados por la falta de suministro de AstraZeneca. Ese grupo, en el que militan Bulgaria, Eslovenia, Letonia, República Checa y Croacia, reclama un nuevo sistema de distribución (basado hasta ahora en la población de cada país) para obtener más dosis de los 10 millones adicionales producidos por BioNTech en las últimas semanas.
Fuentes comunitarias indican que ya está funcionando una solidaridad de facto para ceder vacunas a esos países, en particular, a los que optaron por la de AstraZeneca por motivos económicos. Pero los socios de la UE, con la canciller Angela Merkel al frente, se niegan a incluir en el reparto a Austria, país con posibilidades financieras para permitirse cualquiera de los fármacos. El canciller austriaco, Sebastian Kurz, que mantiene un soterrado enfrentamiento con Merkel desde hace meses, ha exigido en la cumbre una parte de las dosis disponibles.
“Lo que tiene que hacer Kurz es reconocer que se equivocó y dejar de echar la culpa a la UE”, apunta una fuente diplomática en alusión a las recientes declaraciones del mandatario austriaco, que acusaba a Bruselas de haber distribuido las vacunas con un sistema poco transparente. Bruselas recuerda que todos los Estados tuvieron opción al mismo tiempo de comprar su cuota de vacunas de todas las marcas. “Algunos prefirieron ahorrarse dinero y solo optaron por las más baratas; otros, ni siquiera compraron todas porque en la primera ola de la epidemia salieron casi indemnes y pensaron que el virus nunca les llegaría”, apunta una fuente europea.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha detallado durante el encuentro el número de dosis esperadas en el primer trimestre (100 millones) y los del segundo trimestre 360 millones), cifras que ya había adelantado con anterioridad. Von der Leyen cree que a finales de la semana que viene se habrán distribuido unos 88 millones de dosis, de las que se habrán administrado 62 millones. En EE UU ya se han distribuido 169 millones de dosis y se han inyectado 130 millones.
Pero la desconfianza en las capitales es patente después de un primer trimestre que está a punto de cerrarse con poco más de 72 millones de dosis distribuidas, el 11,3% de la población vacunada con una dosis y casi el 5% con las dos necesarias para alcanzar la inmunidad. La UE se había propuesto vacunar hasta marzo al 80% de la población de más de 80 años y del personal sanitario. Pero en el primer grupo, apenas se ha llegado al 25% con las dos dosis y en el segundo, en torno al 50%.
“Nuestra prioridad absoluta es acelerar las campañas de vacunación en toda la UE”, señala el presidente del Consejo en su carta de convocatoria de la cumbre. Michel añade que para lograrlo “debe intensificarse el trabajo en marcha para impulsar la producción, aumentar la entrega de vacunas y garantizar más transparencia y predictibilidad en los suministros”.
El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, encargado de la coordinación con los laboratorios, ha identificado 52 centros de producción. Breton, según fuentes comunitarias, “está impulsando la colaboración entre los fabricantes o animándoles a profundizarla en los casos en que ya existía”.
Las visitas de Breton a las fábricas de las farmacéuticas han permitido mejorar la información de la UE sobre el ritmo de producción. Y ha logrado destapar la presencia de 29 millones de dosis de AstraZeneca en una fábrica cercana a Roma. La compañía asegura que estaban listas para su distribución en Europa (16 millones) y en los países con menos recursos (13 millones), pero Bruselas sospecha que podían haber acabado todas fuera de la UE.
Control de exportaciones
La víspera de la cumbre, la Comisión Europea aprobó un proyecto de reforma del reglamento del control de exportaciones para impedir que las farmacéuticas saquen una sola dosis más sin permiso de la UE, aparte de las destinadas a los países más necesitados. Bruselas cierra así un grifo que desde febrero ha permitido la salida de más de 41 millones de dosis, entre ellas, 11 millones hacia el Reino Unido o millón y medio hacia Arabia Saudí.
Antes de la entrada en vigor del control de exportaciones (1 de febrero), Reino Unido importó de la UE otros 10 millones de dosis. De los 21 millones en total, solo un millón era de AstraZeneca, según fuentes comunitarias, porque a partir de febrero la compañía ya no exportó vacunas al mercado británico salvo algunas dosis para ensayos. De los 31 millones de inyecciones que ha puesto Reino Unido, dos tercios han salido de fábricas europeas.
Von der Leyen ha destacado durante la cumbre que desde el pasado 1 de diciembre han salido en total 77 millones de dosis de la UE con destino a 33 países. Además, ha contribuido con 31 millones de dosis a la iniciativa COVAX para ayudar a las campañas de vacunación en los países con menos recursos.
“La realidad es que en las últimas semanas, la UE ha enviado más vacunas a Reino Unido que a España y más a Arabia Saudí que a los países bálticos”, lamentaba el miércoles el líder del grupo popular en el Parlamento Europeo, Manfred Weber.
Bruselas cree que la propia existencia del reglamento ya es un instrumento útil para mejorar la distribución de vacunas, incluso si no llega a utilizarse. El mismo día de su aprobación, el Gobierno del Reino Unido se avino a negociar con la Comisión “los pasos específicos” que se puedan tomar “en el corto, medio y largo plazo, para crear una situación en que ambas partes ganen y expandir el suministro de vacunas” para sus ciudadanos.
El giro de Londres llegaba tras la aprobación del reglamento que permite suspender las exportaciones hacia países con producción propia que no apliquen reciprocidad en los envíos. Hasta ahora, no había salido del Reino Unido ni una sola dosis de AstraZeneca con destino a la UE mientras que los británicos se han inyectado más de 12 millones de BioNTech fabricadas en territorio comunitario.
Violación del contrato
La tregua entre Bruselas y Londres pone fin, de momento, a la pelea por las dosis. Pero no calma la tensión entre la Comisión Europea y AstraZeneca, cuyo enfrentamiento amenaza con acabar en los tribunales. Fuentes europeas indican que la compañía dirigida por Pascal SOriot está violando flagrantemente los términos del contrato firmado en agosto con el Ejecutivo europeo, en el que se preveía la entrega de 90 millones de dosis en el primer trimestre y 180 millones en el segundo. El laboratorio espera llegar, como mucho, a 30 millones hasta marzo. Y entre abril y junio ya ha anunciado un brutal recorte, hasta 70 millones, y Bruselas no descarta que pueda ser aún peor.
El descalabro en la producción y distribución de AstraZeneca pone en peligro los objetivos de vacunación y la esperanza de llegar a la temporada turística de verano con una buena parte de la población adulta inmunizada. Aun así, la Comisión confía en salvar la temporada veraniega y continúa preparando la elaboración de un certificado de vacunación que facilite la movilidad transfronteriza.
El borrador de conclusiones de la cumbre señala que “el trabajo legislativo y técnico para un certificado digital interoperable de covid-19 debe avanzar con carácter de urgencia”. El proyecto requiere el visto bueno del Consejo de la UE y del Parlamento Europeo, donde algunos eurodiputados observan con suspicacia la iniciativa por sus posibles implicaciones para el derecho a la privacidad, la protección de datos y la libertad de movimiento, por temor a que se discrimine a las personas no vacunadas.
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