La incidencia del coronavirus se duplica en una semana en su crecimiento más explosivo
La baja ocupación hospitalaria sitúa a todas las comunidades en riesgo “bajo”, excepto Madrid y Cataluña, en “medio”
El coronavirus no había necesitado nunca antes tan poco tiempo para duplicar su presencia en España como sucede ahora, desde que hay datos fiables. La incidencia acumulada (IA) por 100.000 habitantes en 14 días subió de 152 casos el viernes pasado a 317 en este, un ascenso de un 108%. Y todavía no parece frenar su ritmo: ha aumentado el crecimiento un 14% en las últimas 24 horas, impulsado por la propagación entre los jóvenes: los veinteañeros superan ya la tasa de 1.000 casos por 100.000 habitantes. Esta tendencia es muy superior a momentos tan críticos como el vertiginoso ascenso tras las Na...
El coronavirus no había necesitado nunca antes tan poco tiempo para duplicar su presencia en España como sucede ahora, desde que hay datos fiables. La incidencia acumulada (IA) por 100.000 habitantes en 14 días subió de 152 casos el viernes pasado a 317 en este, un ascenso de un 108%. Y todavía no parece frenar su ritmo: ha aumentado el crecimiento un 14% en las últimas 24 horas, impulsado por la propagación entre los jóvenes: los veinteañeros superan ya la tasa de 1.000 casos por 100.000 habitantes. Esta tendencia es muy superior a momentos tan críticos como el vertiginoso ascenso tras las Navidades. No obstante, otros factores, como una menor ocupación hospitalaria y un 44% de la población completamente vacunada, la hacen a priori menos peligrosa.
En una quinta ola con la mayoría de la población vulnerable inmunizada, la incidencia acumulada ya no es, seguramente, el principal termómetro de la epidemia en España. De hecho, la mayoría de las comunidades autónomas se encuentran en riesgo bajo, según la última evaluación del Ministerio de Sanidad, del pasado jueves. Tan solo Madrid y Cataluña están en nivel medio. Esto es así porque la capacidad asistencial todavía tiene mucho margen para atender a más enfermos de covid, uno de los indicadores clave a la hora de medir el peligro que el coronavirus supone en un territorio.
Un 2,6% de las camas hospitalarias españolas están ocupadas por pacientes de covid, porcentaje que sube al 6,88% en las unidades de cuidados intensivos. Son cifras todavía lejanas a los niveles que se consideran más peligrosos: el riesgo máximo está marcado en el 15% en planta y el 25% en UCI. Pero existen grandes diferencias por comunidades. Cataluña padece la peor situación y ya se acerca a estos guarismos, con un 12% y un 15% de ocupación, respectivamente.
Sin embargo, en general hay margen antes de que se sature el sistema. Y la mayoría de los expertos consultados por este periódico pronostica que no lo hará, ya que el grueso de los contagios se está produciendo en personas de menos de 30 años, entre las cuales el riesgo de hospitalización es muy bajo.
No obstante, advierten, si los casos siguen creciendo a este ritmo, también se notará en los hospitales. Aproximadamente 1 de cada 100 personas de entre 10 y 30 años que se infecte requerirá hospitalización, 1 de cada 2.000 necesitará cuidados intensivos y una entre 15.000 fallecerá (las probabilidades son entre dos y cuatro veces más altas entre los veinteañeros que entre los adolescentes). Si los números siguen creciendo a este ritmo, estos pequeños porcentajes se convertirán en miles de hospitalizaciones y decenas de fallecimientos.
Los ingresos, de hecho, ya están subiendo. El viernes había en los hospitales españoles 3.121 personas ingresadas por el coronavirus (un 30% más que hace una semana) y 627 en UCI (un 7% más). Según los últimos datos proporcionados por Sanidad a este periódico, la media de edad de los ingresados va bajando, pero no tanto porque ingresen más jóvenes, sino porque hay menos personas mayores en los hospitales, gracias a la vacuna. Ahora se sitúa en 48 años. Según los últimos datos del Instituto de Salud Carlos III, la proporción de menores de 40 años que requieren hospitalización sobre el total es cada vez mayor, pero, de nuevo, no se debe a una gran afluencia de jóvenes, sino a que cada vez la presencia de ancianos, ya vacunados, es menor.
Sin embargo, incluso entre los vacunados habrá cada vez más casos graves si la incidencia continúa en ascenso. Las vacunas no son 100% efectivas. Como dice Salvador Peiró, investigador de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio), una persona de 80 años con la pauta completa tiene un riesgo de hospitalización parecido al de uno de 30 sin vacunar.
Y la incidencia todavía seguirá subiendo. Incluso cuando empiece a frenar, es como un tren, que necesita mucho espacio para pararse, más cuanta más velocidad alcance. Adrián Hugo Aginagalde, portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, pronostica al menos dos semanas más de ascenso de la incidencia. “Más allá es difícil calcular. Dependerá también de las medidas que se implementen”, señala.
Daniel López Acuña, que fue director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud, cree que el ritmo de subida se mantendrá “días o semanas”. “No hemos puesto restricciones a comportamientos de riesgo y tenemos la presencia de una variante entre un 40% y un 60% más contagiosa”, advierte. Se refiere a la delta, que en al menos cuatro comunidades autónomas ya es mayoritaria y avanza por toda Europa.
“Debe haber una reflexión sensata: esto no lo paramos con la vacunación de los jóvenes, que incluso si empieza ahora tarda entre cuatro y seis semanas en surtir efecto”, continúa López Acuña. “Son necesarias medidas más restrictivas, como el cierre del ocio nocturno y, ojalá, un toque de queda, que el cuello de botella jurídico no permite ahora”, zanja. Este epidemiólogo siempre se ha situado en defensa de posiciones muy restrictivas para hacer frente al virus.