El volcán de La Palma crea otro delta lávico y obliga a confinar a 3.000 personas
La nueva formación se encuentra a algo menos de dos kilómetros al norte de la anterior y a tres kilómetros al sur del Puerto de Tazacorte
La lava del volcán de La Palma ha vuelto a contactar con el mar este lunes a las 12.00 hora local, y ha llevado a las autoridades a decretar el confinamiento de unas 3.000 personas en el municipio de Tazacorte (en el oeste de la isla) para evitar contacto con las emanaciones de gases. El nuevo delta lávico que se está formando se encuentra en la zona conocida como El Perdido, a unos tres kilómetros al sur del Puerto de Tazacorte y a algo menos de dos kilómetros al norte ...
La lava del volcán de La Palma ha vuelto a contactar con el mar este lunes a las 12.00 hora local, y ha llevado a las autoridades a decretar el confinamiento de unas 3.000 personas en el municipio de Tazacorte (en el oeste de la isla) para evitar contacto con las emanaciones de gases. El nuevo delta lávico que se está formando se encuentra en la zona conocida como El Perdido, a unos tres kilómetros al sur del Puerto de Tazacorte y a algo menos de dos kilómetros al norte del que comenzó a formarse el 28 de septiembre.
Esta lengua que ha llegado al mar ha sido durante los últimos días la que ha recibido más aporte desde el centro eruptivo, especialmente a través de la colada 4. El flujo por encima de lenguas anteriores ha evitado que se enfríe, lo cual ha posibilitado su avance sostenido, beneficiado, además, por un incremento del caudal proveniente del centro eruptivo por los sucesivos desbordes que se han producido en el cono. El repentino contacto con el océano, ha supuesto “otra nueva sorpresa de este volcán”, según ha explicado el director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende.
El volcán, a la vez, sigue alimentando la fajana más antigua, situada al sur, si bien lo hace a través de tubos lávicos, y ha conquistado otras siete hectáreas de terreno en el último día, lo que amplía la superficie total a 1.068 hectáreas. En este avance ha arrasado con 1.481 inmuebles, según los datos del Catastro. De estas construcciones, 1.193 se corresponden a uso residencial.
Cuando una lengua de lava, en torno a los 1.000 grados de temperatura, alcanza el mar, a poco más de 20 grados, se produce una explosión de vapor de agua que genera una densa nube negra. Esto mismo es lo que se puede comprobar en estos momentos a simple vista desde buena parte del Valle de Aridane. La lava, con su calor extremo, provoca ese penacho, pero también una reacción química, en la que interviene principalmente el cloro, que puede irritar la piel, los ojos y las vías respiratorias.
En conjunto, hay cuatro peligros principales asociados a la lava que fluye hacia el océano, según el Servicio Geológico de Estados Unidos: el colapso repentino de los terrenos y acantilados del litoral, las explosiones desencadenadas por este colapso, las olas de agua hirviendo que se generen en el entorno y, por último, la columna de vapor tóxico con ácido clorhídrico y pequeñas partículas de cristales volcánicos.
Por este motivo, el Pevolca ha decidido proceder al confinamiento del casco urbano de Tazacorte (donde residen unas 2.500 personas), además de las localidades de San Borondón (confinada por tercera vez desde que comenzó la erupción), y parte del poblamiento diseminado de El Cardón.
Miguel Ángel Morcuende ha advertido en este sentido que la calidad del aire en el este de La Palma va a seguir imposibilitando durante las próximas 48 horas las operaciones aeronáuticas. Hace recomendable, además, el uso de mascarillas FFP2 y desaconsejable la práctica de actividades al aire libre en los municipios de Santa Cruz de La Palma y Breña Alta y Breña Baja (en el este de la isla).
La emisión de dióxido de azufre desde el penacho ha caído drásticamente en este último día hasta una horquilla de entre 900 y 1.300 toneladas diarias. La portavoz científica del Pevolca, Carmen López, ha rebajado, sin embargo, la posibilidad de que este dato tan bajo pueda suponer una pérdida efectiva de energía de la erupción, y ha emplazado a los próximos días para comprobar si se mantiene el dato. La emisión de este gas constituye uno de los termómetros más fiables para conocer la intensidad de la erupción.
El tremor volcánico (la huella sonora que provoca la ascensión hacia la superficie del magma y los gases) también se estudia para conocer la salud del volcán. Este permanece en “niveles bajos”, según López, al igual que la sismicidad, tras el repunte experimentado la semana pasada.