El sistema digital que premia a los ciudadanos que reciclan
Reciclos, un proyecto que ya opera en 43 pueblos de todo el país, recompensa a las personas que separan latas y botellas de plástico de bebidas con puntos canjeables para participar en sorteos de objetos como patinetes eléctricos o colaboraciones en proyectos sociales
Pablo Cifuentes, fotógrafo de profesión, comenzó a ver de otra manera las latas de refresco que reciclaba hace unos meses, tras recoger la correspondencia del buzón y encontrar entre ella un folleto con un mensaje muy claro: a partir de ese momento, en San Sebastián (Gipuzkoa) el acto de tirar una lata o botella de plástico de bebida al contenedor amarillo se premia con reciclos, puntos virtuales con los que colaborar en iniciativas sociales y participar en sorteos. No perdió el tiempo y, desde entonces, no ha dejado de acumular estos puntos sostenibles. Su objetivo: conseguir un patinete eléctrico. Como Cifuentes, miles de ciudadanos de 43 localidades españolas ya usan Reciclos, impulsado por Ecoembes, el primer Sistema de Devolución y Recompensa (SDR) implantado en España que premia a los vecinos que reciclan.
Así funciona
El procedimiento es sencillo: el usuario se da de alta en el sitio web de Reciclos, luego escanea el código de barras de los envases vía móvil y a través de dicha web, después de tirarlos al contenedor amarillo, debe escanear el código QR que estos contenedores tienen impreso en su superficie para que la acción quede registrada. Por cada botella o lata que deposite recibirá puntos que se irán guardando en su cuenta. En la misma web el ciudadano decidirá cómo canjear sus puntos. Para fomentar el consumo responsable existe un límite de 10 reciclos a la semana. “Me parece una buena iniciativa y fácil de llevar a cabo. Acumular puntos y ver cuántos llevas te hace tener más ganas de volver al contenedor para sumar más”, dice Cifuentes.
De momento, ya hay 14.648 contenedores amarillos a los que se les ha incorporado esta tecnología para incentivar el uso de este sistema. La iniciativa, presente ya en todas las Comunidades Autónomas, seguirá expandiéndose a más ciudades españolas durante los próximos años.
Para fomentar aún más la separación de los envases más allá del ámbito doméstico, Ecoembes ha instalado 40 máquinas de reciclaje en estaciones de transporte, hospitales y centros comerciales y de ocio de los municipios que participan en esta iniciativa. En este caso, el proceso es distinto: los usuarios deben introducir de uno en uno sus recipientes vacíos, esperar cinco segundos a que el sistema detecte que ya ha terminado la operación y, para finalizar, escanear con su móvil en código QR que le aparecerá en la pantalla. “Con Reciclos damos un paso más para evolucionar el actual sistema de reciclaje. Avanzamos hacia un modelo de economía circular capaz de dar respuesta a los nuevos desafíos y objetivos marcados desde Europa”, explica Nieves Rey, directora de Comunicación y Marketing de Ecoembes.
La iniciativa de Ecoembes, desarrollada por su centro de innovación abierta The Circular Lab, ofrece incentivos al ciudadano que recicla que, de alguna manera, ayudan a mejorar el entorno más cercano. Aunque cada localidad decide cuáles son las recompensas en su municipio, de forma general se agrupan en cuatro bloques:
1) Donaciones a proyectos colaborativos ambientales y sociales.
2) Bonos para el transporte público.
3) Participaciones para ganar productos locales de proximidad (vinos ecológicos, verduras, comidas en restaurantes, cosméticos).
4) Artículos sostenibles a través de sorteos (patinetes eléctricos, cubos de basura para reciclar, kit para construir un huerto casero...).
‘Reciclos’ a cambio de buenas acciones
Sobre esta participación en proyectos colaborativos, en función del municipio y el tipo de proyecto, se hace entrega una donación a las asociaciones que los dirigen cuando el número de reciclos donados llega a una cifra determinada. Sobre esta participación en proyectos colaborativos, Ecoembes entrega, en función del municipio y el tipo de proyecto, una donación a las asociaciones que los dirigen cuando el número de reciclos donados llega a una cifra determinada. Un ejemplo es el que lleva a cabo la asociación sevillana OKPlanet, a punto ya de sobrepasar su meta: llegar a 6.000 reciclos para obtener una ayuda que les permita limpiar de basura el pinar de La Ramilla, un entorno natural que desde hace años se trata de recuperar. “Estas iniciativas deberían estar impuestas en todas las ciudades por su impacto social y el bien que hacen a la población. Además, esas donaciones denotan una gran calidad humana de los vecinos”, comenta José Antonio Fernández, vicepresidente ejecutivo de la organización.
Las iniciativas colaborativas disponibles no solo están relacionadas con el medioambiente. En Huesca, por ejemplo, muchos vecinos destinan sus puntos al Banco de Alimentos local, una asociación formada por 12 voluntarios que cada año ayudan a repartir comida a 5.000 personas de toda la provincia. El objetivo es llegar a los 2.000 puntos para que su proyecto pueda comprar más en comida y sufragar gastos. “Es la suma de las voluntades de los ciudadanos. No solamente han decidido reciclar, sino que, además, han querido ayudarnos con ese gesto. Esto crea una especie de sinergia entre nuestra asociación y su donación. Nos va a ayudar a comprar bastantes kilos de comida”, comenta Julia Lera, presidenta de la junta directiva de la asociación.
Asentar el hábito del reciclaje
Para Roberto Cacho, concejal de Medioambiente de Huesca, el proyecto Reciclos asienta el hábito del reciclaje entre los ciudadanos y, a la par, repercute en proyectos solidarios. “Todo son ventajas”, incide. Cacho afirma que, en los primeros cinco meses de vida de la iniciativa, la capital oscense ya contaba con más de 1.300 usuarios. “Hasta la fecha se han generado cerca de 38.800 reciclos. Más de 24.200 ya se han canjeado: el 82% en sorteos individuales y el 18% en proyectos colectivos”.
En Huesca se han generado unos 38.800 reciclos y ya se han canjeado más de 24.200
No ha sido la única localidad donde el sistema de recompensa ha tenido éxito entre sus vecinos. Las ganas de Pablo Cifuentes, el fotógrafo donostiarra, se extendieron al resto otros miembros de su familia, entre ellos su madre. “La primera vez tuve que ir con ella y ayudarle a poner el móvil delante del contenedor. Pero ya sabe cómo hacerlo y va sola”, cuenta. En la provincia guipuzcoana la recogida selectiva de envases en 2020 fue del 68%, 16 puntos porcentuales más que cinco años antes, según datos de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Para José Ignacio Asensio, diputado provincial, este tipo de proyectos también ayudan a que la ciudadanía gane en conciencia de forma más directa. “Se dan cuenta de cómo su esfuerzo tiene un efecto directo en la mejora de su entorno”, concluye.