Inagotable ‘MasterChef’
El programa, que ya acumula 20 ediciones emitidas, se ha convertido en un baluarte de TVE que resiste con grandes audiencias y capea las polémicas
En un lado de la mesa de invitados está Ana Botín. Espera los platos que han cocinado los concursantes de la quinta edición de MasterChef Celebrity. No es frecuente que la presidenta del Banco Santander aparezca en televisión y menos en un programa de entretenimiento. Unos minutos antes, el chef Dabiz Muñoz, el único con tres estrellas Michelin en Madrid, había sido el protagonista de una prueba en la que los concursantes tenían que seguir sus pasos para elaborar un plato de su creación. Al despedirse, se refirió al programa como “la combinación perfecta entre entretenimiento y cocina. Eso muchos lo han intentado, pero solo vosotros lo habéis conseguido”. Son solo dos muestras del prestigio del programa que ha sido reconocido recientemente con su segundo premio Ondas al mejor programa de entretenimiento.
Pero no solo prestigio. También audiencias millonarias difíciles de encontrar en la televisión en abierto hoy en día y, especialmente, en La 1. El pasado martes, MasterChef Celebrity despidió su quinta edición ante más de tres millones de espectadores y con una audiencia media superior a la cuarta entrega de la versión del formato con participantes famosos. La octava edición con concursantes adultos desconocidos, emitida en pleno confinamiento, rozó los tres millones de media y logró la mejor cuota media del programa hasta el momento (23,1%). El desgaste apenas pasa factura a MasterChef en España, y eso que, entre sus tres versiones (con concursantes desconocidos, niños y famosos), ya suma 20 entregas desde su estreno en 2013. Son ocho años en los que es rara la temporada televisiva en la que no hay un MasterChef en la parrilla. Y el ritmo no para: el próximo martes, La 1 estrena la octava edición de la versión júnior, y para estas fiestas también tiene preparado el especial MasterChef Abuelos, una entrega que rendirá homenaje a los mayores y donde Loles León relevará a Samantha Vallejo-Nágera en el jurado al lado de Pepe Rodríguez y Jordi Cruz.
“MasterChef emplea mecanismos narrativos y de edición propios de la ficción: suspense, intriga, usa música para conseguir una determinada emoción, tiene momentos de tensión, de relajación, de humor... Además, es un programa con buena factura, con buenos estándares de producción”, dice Enrique Guerrero, profesor de programas de entretenimiento en la Universidad de Navarra. Para Macarena Rey, consejera delegada de Shine Iberia, productora del formato, la receta de MasterChef tiene varios ingredientes: “Por un lado, la sorpresa. Aunque repetimos cosas, porque son muchos capítulos y tres pruebas por capítulo, intentamos renovarnos y sorprender con las pruebas. Otro factor es el humor. Seguramente somos la versión más cómica de todas las que se hacen en el mundo. Luego también estamos a la vanguardia de la cocina. Nos tomamos muy en serio que es un programa de TVE, que tenemos que enseñar y la gente tiene que aprender técnicas de cocina, lugares donde se hacen cosas especiales, conocer cocineros...”. Guerrero coincide en esa capacidad de renovarse dentro de una estructura fija y ya conocida por el público. “Aunque sea un formato ya con tradición, se puede renovar siendo fiel a su audiencia”, sostiene el profesor.
Pero no todo ha sido un camino de rosas en estas 20 ediciones emitidas. Como cualquier programa con audiencias millonarias y con tantas entregas a su espalda, no se ha librado de las polémicas. La última, la surgida a raíz de Flosie, un personaje con rasgos amanerados creado por Florentino Fernández y que recibió críticas que lo calificaban de ofensivo y homófobo. TVE editó las dos últimas entregas del programa para eliminar el personaje. “El hecho de que a un sector de la audiencia no le pareciera bien esta trama nos hizo reaccionar para mejorar. Está en nosotros el hacerlo como televisión pública”, justificó Fernando López Puig, director de Canales y Contenidos de TVE. El programa RTVE Responde transmitió la disculpa de Florentino Fernández: “En mi ánimo nunca jamás está ofender a mis fans y mucho menos a los espectadores de TVE”. “No ha habido maldad por ningún lado”, zanja Macarena Rey. En Shine Iberia han preferido que Josie no hablara de momento sobre el asunto. La edición con concursantes desconocidos emitida en primavera tampoco se libró de su polémica: en ese caso derivó del duro enfrentamiento entre una de las participantes, Saray, y los jueces. En otras ocasiones han sido reacciones por mostrar en horario de máxima audiencia cómo se despellejan animales.
A pesar de todo ello, de las altas horas de la madrugada a las que termina, de la extensión de cada entrega y de los años en antena, el formato aguanta carros y carretas. Para Rey, la prueba definitiva de que no presenta todavía signos de agotamiento está en la evolución del número de solicitudes para participar en la versión para adultos. Para la que será su novena entrega, y con el plazo de inscripción apurando sus últimos días, ya han recibido 60.000 solicitudes, el doble de las casi 30.000 del año pasado, lo que ha obligado a reforzar el equipo de casting, desbordado ante tal inesperada avalancha. Rey no duda de que el efecto covid esté detrás (“la gente ha estado encerrada cocinando en casa sin parar, y eso se nota”, dice), pero también lo ve como una señal del buen estado de salud del espacio. “Cuando el programa va bien, la gente tiene ganas de unirse a ello”.
El gran rendimiento del programa tiene todavía más mérito en un contexto televisivo en el que reunir grandes audiencias ante la pantalla en directo es cada vez más complicado por la fragmentación de la oferta y la pujanza de las plataformas. De hecho, MasterChef es uno de los programas más seguidos en España en diferido (es decir, durante los siete días siguientes a su emisión). “El entretenimiento en la televisión española goza de muy buena salud”, dice Enrique Guerrero. “Es verdad que el consumo televisivo en general ha disminuido en los últimos años, a excepción de este tiempo de pandemia. Pero los canales siguen teniendo un gran cantidad de espectadores y son potentes marcas para comunicar y contar historias. El entretenimiento vive un periodo de auge en la televisión en abierto. Encaja muy bien en la nueva naturaleza del medio televisivo”, continúa. Para Macarena Rey, es el género que mejor está resistiendo la llegada de los servicios de streaming “porque es la alternativa a lo que pueden encontrar en las plataformas; ahí no hay entretenimiento de calidad y con los presupuestos que se manejan en la televisión en abierto”, concluye.
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