La pandemia frena la curva de las series
El coronavirus moldea la ficción televisiva, con producciones más cortas y contenidos amables
En 2015, John Landgraf, presidente del canal estadounidense FX y uno de los grandes oráculos de la actual era televisiva, acuñó el término peak TV (pico de la televisión) para describir un momento en el que la cantidad de series no paraba de aumentar. “Simplemente, hay demasiada televisión”, avisaba. Entonces se estrenaron en Estados Unidos 420 series, según un informe anual de FX. Landgraf calculó que en 2017 la producción televisiva alcanzaría su techo y la curva comenzaría a descender....
En 2015, John Landgraf, presidente del canal estadounidense FX y uno de los grandes oráculos de la actual era televisiva, acuñó el término peak TV (pico de la televisión) para describir un momento en el que la cantidad de series no paraba de aumentar. “Simplemente, hay demasiada televisión”, avisaba. Entonces se estrenaron en Estados Unidos 420 series, según un informe anual de FX. Landgraf calculó que en 2017 la producción televisiva alcanzaría su techo y la curva comenzaría a descender. Se equivocó por dos años. Según los datos del año pasado, publicados hace pocos días, en 2020 se estrenaron 493 series producidas en Estados Unidos, cifra que, por primera vez en 13 años, es menor que la del año anterior: 532 en 2019. Pero el principal motivo no parece ser la saturación del mercado y la explosión de una supuesta burbuja televisiva. La pandemia y el parón de la producción audiovisual que supuso, además de las dificultades que ha añadido la nueva normalidad a la reactivación o puesta en marcha de proyectos televisivos, ha sido la principal razón de que el ritmo haya pisado el freno. Ahora los analistas se plantean si será solo algo coyuntural o si realmente se ha llegado a la cumbre de la cantidad de series.
La pandemia de covid no solo paralizó la producción audiovisual. También provocó que un puñado de series que ya habían sido renovadas fueran canceladas por las dificultades logísticas para rodar, el aumento de los costes de producción y las complicaciones de reorganizar las agendas de los implicados. Según otro informe de la revista especializada Variety, la cifra total de producciones televisivas no infantiles, tanto de ficción como de no ficción, que se emitieron en 2020 en Estados Unidos (en televisión en abierto, de pago y plataformas) fue de 1.577, una cantidad que supone el primer descenso respecto al año anterior desde que la huelga de guionistas de noviembre de 2007 a febrero de 2008 hiciera que la producción en 2008 fuera menor que la de 2007. El descenso en 2020 respecto a 2019 es de solo un 2,7%, pero no se reparte de forma igual entre los diferentes modelos televisivos. La caída ha sido muy marcada en los canales de cable (un 21,3% menos), donde la pandemia se ha sumado al ya acuciante cambio hacia el streaming. En cambio, el número de producciones de ficción y no ficción en las plataformas ha vuelto a crecer, con 164 programas más que en 2019, un aumento del 34,7%.
A pesar del descenso en el número de series de ficción, los expertos son cautos sobre si se ha alcanzado realmente el techo de la producción televisiva en Estados Unidos. El analista de medios Gavin Bridge vaticina en Variety que en 2021 la cantidad de producciones estrenadas por las plataformas será cercana a la de 2020. “La era de crecimiento incesante de la televisión podría haber terminado para siempre”, aventura. Otros expertos prevén que en 2021 el parón se mantendrá, pero que el crecimiento podría recuperarse en 2022. “Tengo la sensación de que todavía es pronto para saber si se ha llegado al techo o no, aunque era razonable pensar que se estaba llegando al pico”, dice Concepción Cascajosa, profesora de Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid.
Cascajosa apunta a otro factor clave en este frenazo: mientras que la producción en los canales en abierto y de cable se mantuvo más o menos estable en estos años, el crecimiento fue vertiginoso en las plataformas. “Eran servicios nuevos que tenían que crear catálogo. Ahora los servicios de vídeo bajo demanda que se lanzan forman parte de grupos ya consolidados y no hay tanto una producción nueva como una reorganización y redistribución de la producción”, explica refiriéndose a plataformas recientes como HBO Max, Peacock o CBS All Access (que se transformará en Paramount+ en 2021). Este frenazo también se empieza a notar en España, según apunta Cascajosa, aunque aclara que tardará más en notarse sus efectos. “Hay una cierta resistencia a poner cosas en marcha a la espera de sacar otras que se quedaron en el cajón o que se han retrasado”, señala la experta.
La pandemia no solo ha tenido efectos en la cantidad de producción, también en su contenido. Entre las tendencias que se empiezan a notar en las series que están en preparación en las cadenas estadounidenses destaca la huida de temáticas distópicas y trágicas, la reducción de las escenas con multitudes y la tendencia a producciones más cortas y menos costosas que permitan ajustar el presupuesto y reducir el tiempo de rodaje. Las tendencias apuntan a series amables y que inviten al escapismo para dejar los dramas de la vida real a un lado.
La expansión del ‘streaming’ en Europa
Según un informe del Observatorio Europeo del Audiovisual publicado este martes, los ingresos del mercado del vídeo bajo demanda en la Unión Europea alcanzó en 2020 los 11.600 millones de euros. Esa cifra llega impulsada por la potencia de las plataformas de suscripción y su pujanza por los confinamientos derivados de la pandemia. Según recoge el informe con datos de la consultora Ampere Analysis, 140,7 millones de europeos están suscritos a algún servicio de vídeo bajo demanda, una cifra muy superior a los 103,2 millones de 2019 y los 73,6 millones de 2018. El Observatorio Europeo del Audiovisual estima que Netflix ganó unos 5.340 millones de euros de los 54,4 millones de suscriptores con que cuenta entre todos los países de la UE. Le sigue Amazon Prime Video, con 29 millones de suscritos y unas ganancias de unos 910 millones de euros.