‘El juramento: parte II’ da voz a defensores y acólitos de la peligrosa secta sexual NXIVM
La segunda temporada de la serie documental de HBO Max tiene como testimonio estrella a Nancy Salzman, la cofundadora del grupo de autoayuda que sirvió de tapadera para reclutar esclavas para su líder, Keith Raniere
En 2020, la serie documental El juramento destacó en el cada vez más poblado y competitivo panorama del true-crime. Los directores Karim Amer y Jehane Noujaim, candidatos al Oscar por el documental The Square, exploraron el universo en torno al controvertido grupo NXIVM, considerado por la justicia de Estados Unidos como u...
En 2020, la serie documental El juramento destacó en el cada vez más poblado y competitivo panorama del true-crime. Los directores Karim Amer y Jehane Noujaim, candidatos al Oscar por el documental The Square, exploraron el universo en torno al controvertido grupo NXIVM, considerado por la justicia de Estados Unidos como una secta sexual que camuflaba sus actividades delictivas bajo la apariencia de grupo de autoayuda.
El caso llegó a los tribunales y aplicó penas de cárcel a varios de los acusados. Su líder, Keith Raniere, que había huido a México, fue condenado en Nueva York a 120 años de cárcel por delitos como tráfico de personas y explotación sexual, muy pocos meses después de que su historia se emitiera en HBO. Todo en torno a esta asociación generó mucha expectación mediática, porque algunas de las colaboradoras de su líder eran actrices que habían participado en producciones de Hollywood, como es el caso de Allison Mack, quien interpretaba a la amiga de Superman en la serie juvenil Smallville. A ella se le encausó por acercarse a jóvenes mujeres que acudían a esos cursos de superación personal y atraerlas al entorno del líder de NXIVM. Bajo la manipulación del cabecilla de la secta, ellas se convertían en sus esclavas sexuales, a las que no se les permitía comer y a las que se marcaba como ganado, con un tatuaje con las iniciales de Raniere. Algunos exmiembros de la organización corroboraron durante varios capítulos estas acusaciones.
El último minuto de El juramento se cerraba con una promesa que, dos años después, se cumple en esta segunda tanda de episodios: aportar nuevos testimonios, inéditos en cualquier medio de comunicación. En concreto, esta temporada basa buena parte de su interés en las extensas declaraciones de Nancy Salzman, la mano derecha de Raniere y su socia, como confundadora de NXIVM. Insiste en su inocencia ante la cámara, y solo se admite responsable de la línea de negocio relacionada con los cursos de autoayuda. Ante el juez, se declaró culpable de crimen organizado para evitar ir a juicio. Dice ser desconocedora del círculo íntimo de Raniere en el que practicaba sus abusos sexuales, aunque su propia hija mayor, Lauren, formaba parte de él.
Esta exenfermera que decidió estudiar terapias alternativas y ponerlas en práctica en su propia empresa, con ayuda de un hombre al que consideraba una mente brillante, dice ser víctima del depredador por partida doble, como madre y como empresaria. Para Naoujaim, Salzman “es un personaje fascinante, cuyo testimonio nos va explicando cómo un puñado de buenas intenciones pueden terminar en algo absolutamente horrible”, comenta a mediados de octubre desde Nueva York, en conversación telemática.
En esta ocasión, Noujaim dirige en solitario, mientras Amer, también involucrado en la serie, no se coloca tras la cámara para centrarse en otros proyectos de su productora conjunta, The Others. Tras toda la amalgama de datos y retratos psicológicos de la serie original, que ayudaron a centrar una historia muy poco común, el relato está mucho más acotado y focalizado en estos nuevos episodios.
“Cuando comenzamos en 2017 con este proyecto, ni siquiera sabíamos que lo que había detrás de NXIVM eran abusos sexuales. La actriz Sarah Edmonson nos contó que le habían invitado a formar parte de un círculo más íntimo dentro de la organización y que eso le suscitaba algunas dudas. Preparamos las cámaras sin saber qué íbamos a encontrarnos. Cuando estábamos grabando esa primera parte, Keith Renner fue arrestado y entendíamos que iba a haber un juicio que nos daría la oportunidad de seguir ampliando el relato en el futuro”, comenta la directora.
Debate moral
Al testimonio de Salzman, que Noujaim obtuvo “tras pasar más de un año intercambiando mensajes escritos con ella”, se suman los de varias mujeres exintegrantes de NXIVM que siguen defendiendo a Raniere. “No están de acuerdo con la versión oficial que da la Justicia estadounidense y sienten que la historia real tiene muchos más matices que los que ofrece la versión oficial”, apunta la documentalista. Lo cierto es que la tapadera de esta secta estaba muy bien elaborada. En las últimas décadas, más de 7.000 personas han acudido en alguna parte del mundo a alguno de los cursos de esta empresa. La propia directora de este documental tomó conciencia de su existencia al formar parte de uno de ellos, en el año 2009.
Otros testimonios en favor de Raniere son los de algunos de asistentes a esos talleres. Asegura que el falso gurú, que ya había sido condenado en el pasado por estafa piramidal, les cambió la vida para bien. Y, al no haber formado parte de ese círculo íntimo de esclavas sexuales, siguen posicionados del lado de su líder, estableciendo un incómodo debate moral que la serie no rehúye. Uno de los más impactantes es el testimonio de Isabella, una joven con síndrome de Tourette que acudió a NXIVM para controlar algunos de los efectos secundarios de este trastorno. A pesar de su evolución positiva, decidió alejarse de la organización al sentir rechazo por algunas de las normas y situaciones que presenció en ella. Su padre, en cambio, da más importancia a la mejoría que su hija ha experimentado que a los delitos cometidos dentro de la empresa.
El juramento: parte II no se limita a dar voz al entorno de Raniere y muestra nuevos datos y acusaciones que han surgido en torno a la organización desde que se emitieran los primeros episodios de esta producción de HBO Max. Pero, para su responsable, era importante incluir las voces discordantes. “La inmensa mayoría de la gente que se acercó a NXIVM son buenas personas que querían mejorar ellos para así mejorar el mundo. Por eso, un juicio moral en torno a muchas de estas personas es una práctica peligrosa. Cada vez vivimos en burbujas más cerradas. El debate es lo que ha construido la democracia hasta ahora. Ojalá el género documental siga siendo un lugar donde se puedan escuchar opiniones contrarias”, defiende. Hay tanto material todavía por explorar, que Noujaim no descarta regresar dentro de unos años con una tercera parte, centrada en todo aquello que ocurrió en México justo antes de la intervención policial y que ha quedado en la sombra.
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