Marco Antonio Solís, el Buki mayor: “Nuestra música la escucha la gente de servicio en las casas de Estados Unidos”
Uno de los mayores fenómenos del movimiento musical mexicano está de vuelta en Las Vegas para la segunda parte de su popular residencia
Los Bukis llegan al teatro Dolby Live rodeados de un pequeño enjambre. El popular grupo musical mexicano se abre paso entre una nube de representantes, asistentes y el equipo que los ha ayudado a lanzar su exitosa residencia en Las Vegas, la primera completamente en español para un conjunto latino. Los siete integrantes están vestidos de negro. En el pecho cada uno tiene un naipe personalizado de la baraja del corazón rojo.
—¿Quién sería el comodín?—pregunta el periodista.
Todos señalan automáticamente a Marco Antonio Solís, el líder del grupo e indudablemente la estrella más grande salida de este conjunto.
—Toca la batería, el bajo, la guitarra, los teclados y canta—dice el resto del grupo, conformado por los hermanos Roberto y José Guadarrama, Joel Solís, Javier Solís, Pedro Sánchez y Eusebio Chivo Cortés, quienes gravita alrededor del artista de 64 años, conocido como El Buki mayor.
—Y también me toca ser el joker, el payasito de la tele—bromea Solís. Su buen humor conecta con las más de cinco millones de personas que lo siguen en las redes sociales, donde es común encontrarse chistes, recetas para la gente con el corazón roto, y filosofía cotidiana. Todo esto entre anuncios de conciertos y lanzamientos musicales. En plena pandemia, por ejemplo, envió a sus seguidores un mensaje para que la gente se vacunara contra el coronavirus. “¡Vacúnense sin miedo! Más daño les debe de haber hecho su ex y aquí andan todos muy vivos”, escribió en uno de sus mensajes virales.
Uno de los mayores fenómenos del movimiento grupero mexicano está de vuelta en Las Vegas desde el 12 de julio para la segunda parte de su residencia en la capital del juego. Este verano comparten el mismo recinto con Bruno Mars, Lady Gaga y Mariah Carey, grandes nombres del mundo del entretenimiento. Pero nadie como ellos hace voltear la mirada tan atrás tantos años atrás al pasado. Un grupo mexicano formado en los años setenta que volvió a reunirse en 2021 tras la pandemia para hacer la sexta gira más rentable a nivel mundial, según la revista Pollstar.
“Aunque ya seas una persona grande, la música te hace sentir joven, te hace transportarte gratuitamente a cualquier parte del planeta”, dice Joel Solís, uno de los fundadores del grupo junto a su primo Marco Antonio. Joel parece hablar de los seguidores de Bukis, quienes están reviviendo con la residencia éxitos de hace más de treinta años. En realidad habla de sí mismo. La reunión del grupo, que se había separado agriamente en 1996, ha sido para él una bocanada de oxígeno que le permite rejuvenecer tras problemas de salud que le requirieron trasplantes de riñón. “La música tiene el don de la curación y de sanar todo, es indudable”, añade Marco Antonio Solís mirando a su primo a los ojos.
Los inicios en Estados Unidos
La residencia ha significado la coronación en Estados Unidos de un grupo que comenzó viviendo lo de millones de mexicanos que migran al norte. “Nosotros vinimos de ilegales a tocar a Chicago en 1977. Nos llevaron allá a trabajar a un centro nocturno, pero no llegamos porque se nos complicó el viaje... Pudimos llegar hasta la semana siguiente, cuando ya había acabado todo el evento”, recuerda Marco Antonio Solís sobre la primera experiencia al norte de la frontera. De aquella vivencia nació la canción Los alambrados: “De México habían salido/ Hasta Tijuana llegaron/ Por no traer sus papeles/ De alambrados se pasaron...”, dice la letra del tema, que describe un cruce ilegal.
Solís, quien más habla en la entrevista, recuerda también la primera vez que llegaron a tocar a Las Vegas. Fueron contratados para tocar un lunes, el único día de descanso para la mayoría de trabajadores de los casinos y los bares. “Nos daban entonces unos 100 dólares a cada quien para que nos los jugáramos. Ese era todo el sueldo. Nos juntaban a tres o cuatro grupos y tocábamos unos 25 o 30 minutos cada uno. Así fue como conocimos la ciudad”, indica.
Cuarenta años más tarde, han agotado 15 fechas en el Strip hasta el 21 de septiembre, donde hay una salvaje competencia por la atención de los numerosos turistas y locales. “Jamás imaginamos que íbamos a ser el primer evento de mexicanos, o latinos, haciendo una residencia. El público ha olvidado a muchos artistas hace años, pero nosotros hemos estado en las radios presentes. Nuestra música nunca se ha ido del gusto del público”, señala Marco Antonio Solís, quien reconoce el camino abierto por otras figuras hispanas que pasaron antes por la ciudad con un catálogo que incluía temas en inglés: Shakira, Enrique Iglesias y Ricky Martin, el primero en hacerlo.
La Bukimanía
A lo largo de la primera serie de conciertos, celebrada en mayo, el grupo mostró que la Bukimanía sigue viva. El grupo se apegó a temas de su catálogo, excluyendo los temas de Marco Antonio Solís ha convertido en éxitos a lo largo del tiempo en su trayectoria en solitario. En julio, anuncian, modificarán el repertorio para hacer una serie de conciertos diferentes, pero sin descartar las canciones más importantes, que todo el mundo canta.
Varios de los temas que Bukis interpretan son parte de una herencia cultural con la que muchos mexicanos llegaron a Estados Unidos en los años ochenta y noventa. La mayoría de los integrantes de la agrupación provienen de dos Estados que son grandes expulsores de mexicanos al extranjero. Solís fundó Bukis junto a su primo Joel Solís en Ario de Rosales, un pueblo 100 kilómetros al sur de Morelia, la capital de Michoacán. Javier Solís, uno de los siete hermanos de Marco Antonio, es miembro oficial del grupo desde 1982, cuando publicaron el popular Yo te necesito, el álbum por el que fueron nominados al Grammy un año más tarde. Los tecladistas, los hermanos Guadarrama, son originarios de Chalchihuites, Zacatecas.
En el concierto que abrió la residencia, el bajista, el Chivo Cortéz, quien se ganó el apodo porque no se detiene un segundo sobre el escenario, se tomó un minuto para saludar a los trabajadores de la construcción que habían pagado las entradas, que iban desde los 80 dólares hasta los 900. En otro momento, hizo también un guiño a las madres solteras entre el público.
“La gente de servicio en las casas escucha nuestra música. Y esto le llama la atención a los americanos. He conocido a muchos que quieren aprender español para entender nuestras letras. Les gusta la música y conectan con el estilo”, indica Marco Antonio Solís.
El líder del grupo, quien fue nombrado Persona del Año en los Latin Grammy de 2022, ha aprovechado la residencia en Estados Unidos para lanzar una gira en solitario. Eternamente agradecido lo llevará a recorrer 18 Estados del país en 22 fechas entre agosto y noviembre. El 18 de agosto será el primer latino en inaugurar el Intuit Dome, la nueva casa de los Clippers de Los Ángeles, de la NBA, con capacidad para 18.000 personas.
¿Nuevo álbum?
Solís, un fecundo compositor que escribió más de 60 temas durante los años de la pandemia, admite que la experiencia en vivo con los Bukis lo ha llevado a pensar en grabar lo que sería el primer álbum del grupo en décadas. El grupo replicaría su experiencia original: rentar un estudio por un par de meses y estar juntos bajo techo experimentando con los sonidos y esencias que los han lanzado a la fama. “Estoy madurando más y más la idea. Será interesante porque, como dice mi hermano [su primo Joel], en este reencuentro yo hallé la misma esencia en cada uno de nosotros, pero con una madurez increíble. Es una energía muy importante”, asegura. Y añade: “El público se merece esto. Y creo que es también un regalo para nosotros”.
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