La familia pide 50 años de cárcel para el asesino confeso de Marta del Castillo

El abogado de la familia de la joven Marta del Castillo presentó ayer su escrito de acusación, en el que se piden 50 años y cinco meses de cárcel para Miguel Carcaño por un delito de asesinato, dos de violación y profanación de cadáver durante el traslado del cuerpo. El letrado José María Calero también reclama que el acusado indemnice con 480.000 euros a la familia (los padres y las dos hermanas) de la joven sevillana, presuntamente asesinada hace un año por Carcaño y el menor Javier G., conocido como El Cuco, quien será juzgado por separado.

Para Samuel Benítez, amigo de ambos, la acusación pide tres años de prisión y 100.000 euros de indemnización. Para el hermano mayor de Carcaño, Francisco Javier Delgado, ocho de cárcel y otros 100.000 euros. Y para la novia de este último, María García, se solicita la misma pena que para Benítez.

El cuerpo lo habrían ocultado un amigo, el hermano y la novia de éste

En su escrito, la acusación particular admite la declaración más truculenta que ha ofrecido Carcaño, que ha dado varias versiones sobre lo que ocurrió la noche del 24 de enero de 2009 en la casa de Sevilla en la que residía su hermano mayor. Carcaño y El Cuco, según la acusación, habían consumido alcohol y porros, "que les provocaron euforia y cierta desinhibición, pero no impedía que tuvieran un pleno control de sus actos". Por razones no determinadas por la acusación, los dos comenzaron a agredir con "golpes, puñetazos y patadas" a Marta del Castillo, que era su amiga. Luego la habrían amordazado para "ahogar sus gritos", golpeado y desnudado "parcialmente". A continuación, "sujetándolas entre ambos y esgrimiendo una navaja de tipo mariposa para amedrentarla, la penetraron vaginalmente, primero uno y luego otro", según la acusación.

Luego, continúa el escrito, "con el propósito común de matarla para impedir que pudieran ser descubiertos los hechos (...), mientras el acusado la sujetaba, el menor le rodeó el cuello con un cable de un alargador, apretando hasta asfixiarla". Los dos jóvenes se habrían cerciorado con un tensiómetro de que estaba muerta.

Esta versión en la que se incluye la violación -que, según un auto del juez instructor, sólo se sustenta en la declaración de Carcaño- la ofreció el acusado el 17 de marzo. Luego, Carcaño se retractó y dijo que se inventó la agresión sexual para evitar ser juzgado por un tribunal popular, como finalmente ocurrirá. Al tratarse de una violación se tendría que hacer cargo un magistrado profesional. Sin embargo, la Audiencia Provincial ha establecido que sea un jurado popular el que juzgue el caso al existir un auto del Supremo sobre la agresión sexual y la muerte de dos policías en Barcelona que es "plenamente aplicable" a este caso. El Supremo fijó que, aunque una violación debe ser juzgada por un profesional, un tribunal popular se hará cargo cuando haya otros delitos "conexos". En el caso Marta los acusados habrían asesinado a la joven para "impedir" ser descubiertos, según la acusación particular.

Tras la muerte de la chica, Carcaño y el menor "buscaron ayuda para limpiar los vestigios" y "para deshacerse del cadáver", según la acusación. Sería ahí cuando entrarían en acción el resto de acusados: el amigo Samuel Benítez, el hermano mayor de Carcaño, Francisco Javier Delgado, y la pareja de este último, María García. Todos ellos, según el escrito, "decidieron" hacer desaparecer el cadáver "a sabiendas de que impedirían que su familia pudiera al menos recuperar el cuerpo".

Sobre la forma en la que se deshicieron de la chica nada se dice en el escrito, aunque el letrado

José María Calero incluye entre las "piezas de convicción para el juicio oral" la silla de ruedas en la que supuestamente los acusados transportaron el cadáver hasta un contenedor de basuras, según la declaración que Carcaño hizo el 17 de marzo ante el juez y de la que luego se retractó. Está previsto que esta semana se conozca también el escrito de acusación de la fiscalía de Sevilla.