El Banco de España pide a la banca el desglose del sueldo de sus ejecutivos
El supervisor cumple las normas internacionales sobre transparencia en el sector
"Corremos el riesgo de no ser comprendidos por los ciudadanos si continuamente hacemos llamamientos a la moderación salarial sin decir que algunos ejecutivos reciben salarios excesivos". El que habla no es un dirigente de extrema izquierda, sino el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, miembro del Partido Popular Social Cristiano. Los Gobiernos y sus bancos centrales han pasado a la acción, mientras resuena la polémica por las escandalosas retribuciones de Wall Street. El Banco de España ha pedido a las entidades financieras (bancos, cajas y cooperativas), el desglose de las remuneraciones de los altos directivos y de los empleados "cuyas actividades tengan un impacto efectivo sobre la exposición al riesgo".
Aún no se sabe si las cifras se harán públicas o si sólo se darán datos globales
Hasta ahora, sólo los grandes bancos (grupo Santander, BBVA y Popular) desglosan los ingresos de los consejeros aunque ninguno, ni siquiera éstos, especifican la retribución individualizada de todos los ejecutivos y todos los directores generales. Lo que sí se conoce, en la mayoría de las entidades, es el montante total de retribuciones a los ejecutivos, a los consejeros y por aportaciones a los fondos de pensiones.
Las ayudas públicas para sostener a la banca han tumbado el muro de la privacidad de los salarios, el sanctasanctórum de los banqueros. Algunos gestores financieros consideran que las retribuciones son una herramienta clave de la gestión y que el conocimiento público de estos datos les hace vulnerables. Pero no hay excusas. Los Gobiernos no quieren aparecer como débiles ante los bancos y pretenden dejar claro que no están dispuestos a que las remuneraciones sigan sin control.
Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, cumple con los acuerdos del G-20, con el Foro de Estabilidad Financiera (FSB) -organismo internacional donde España ocupa un puesto- y con la Ley de Economía Sostenible. En octubre pasado, el supervisor envió una carta a las entidades para exigirles que adecuen sus remuneraciones a la normativa. Pero ahora quiere comprobar si lo han hecho y ha vuelto a dirigirse a ellas para que le envíen los datos con los que deberá elaborar un informe. El FSB indica, en su normativa, que tras realizar el estudio "se hará público oportunamente". No obstante, no está claro si cada entidad o el Banco de España darán a conocer todos los detalles sobre las remuneraciones o sólo las cifras globales.
Bancos y cajas deben enviar información cuantitativa agregada sobre la remuneración de los altos directivos y los empleados clave. De este grupo de directivos relevantes se debe indicar por separado "la remuneración para el ejercicio, desglosando la fija y la variable, así como el número de beneficiarios". También se piden los importes, "desglosando el efectivo, acciones e instrumentos vinculados a acciones. Los importes de la remuneración aplazada pendientes de pago, desglosando los derechos exigibles y no exigibles. Los importes de la remuneración aplazada devengada durante el ejercicio financiero, así como los nuevos pagos efectuados con motivo de la contratación de nuevos empleados y por indemnización por cese durante el ejercicio financiero. Por último, también los importes de las indemnizaciones por cese".
Además de sueldos y bonus, las entidades también deberán explicar los procesos con los que determinan la política de remuneración en su conjunto, incluida la composición y competencias de la comisión de remuneraciones. El supervisor quiere saber "los criterios para la evaluación del desempeño y el ajuste en función del riesgo". En cuestión de transparencia en las cajas las hay que dan más información. Caja Madrid, por ejemplo, tiene camino por delante. Ni siquiera los consejeros saben lo que cobra su presidente ni los derechos de pensión que tiene. La Caixa, en cambio, hizo público que retribuyó a su presidente, Isidre Fainé, con 2,64 millones en 2008.
Rato pisa el acelerador
A las 8.30 del pasado jueves se levantó la sesión del Consejo de Administración en el que Rodrigo Rato fue elegido por unanimidad presidente de Caja Madrid tras una larga batalla política. El ex vicepresidente económico con el Gobierno del PP y ex director gerente del Fondo Monetario Internacional no ha venido a la caja como a un retiro dorado y la prueba es que para el día siguiente, viernes, ya había citado a todo el comité de dirección. La reunión se prolongó durante todo el día, con cena incluida, y siguió el sábado hasta el mediodía. Sin duda, un ritmo al que no está habituado el comité de la caja madrileña, en el que Miguel Blesa, ex presidente, apenas hizo cambios en 10 años. El mercado espera novedades en unos meses.
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