España paga el interés más alto por su deuda a cinco años desde 2002

Hoy no era el mejor día para salir al mercado a emitir deuda soberana, pero España ha logrado en medio de la tormenta colocar el máximo fijado en una subasta de bonos a tres y cinco años con una demanda ligeramente inferior a la anterior operación a los mismos plazos. Además, el recrudecimiento del acoso por parte de los inversores durante las últimas jornadas alentado por las dudas sobre Grecia, primero, y ahora Portugal, ha obligado al Tesoro a rascarse el bolsillo y elevar la rentabilidad de sus títulos. De hecho, en los bonos a cinco años, hay que retrotaerse a 2002 para encontrar un interés superior al 4,891% comprometido hoy.

En concreto, el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha colocado 1.500 millones de euros a tres a un interés marginal -el último antes de parar la subasta- del 4,32%, unas tres décimas más que en la anterior subasta al mismo plazo de principios de junio y el más alto desde 2008. Pese a ello, el apetito de los inversores por estos bonos se ha reducido desde la ratio de cobertura (títulos solicitados frente a los vendidos) del 2,49 de hace un mes al 2,29.

Las dudas de los operadores del mercados de deuda soberana, sin embargo, han pasado una mayor factura en los bonos a cinco años. En estos títulos, el Tesoro ha tenido que ofrecer un interés marginal del 4,891% para superar la mayor reticencia de los inversores para seguir apostando por los periféricos y alcanzar los objetivos máximos de la subasta. Esta rentabilidad es superior en más de medio punto porcentual a la de la anterior subasta a cinco años de junio (4,24%), un fuerte repunte que supone volver a los momentos más tensos de la crisis registrados el pasado noviembre con la debacle de Irlanda, y la más alta desde 2002.

Además, pese al aumento de la rentabilidad, el temor de los inversores a que la crisis no se detenga en Portugal se ha dejado notar en la demanda, que ha bajado ligeramente frente a la operación de hace un mes. Así, si el 2 de junio los títulos solicitados superaron en 2,9 veces a los emitidos, hoy esta ratio ha bajado a 2,85 veces, lo que en cualquier caso sigue siendo una fuerte demanda y demuestra que España sigue contando con cierta confianza por parte del mercado. Sin embargo, el alto rendimiento ofrecido por el Tesoro también ayuda.

España ha compartido hoy el mercado primario de deuda soberana, donde los Estados realizan sus emisiones, con Francia.