Una llamada a recuperar la calle

Puente de Vallecas es un distrito que lo tiene todo. En pocas manzanas alrededor de la transitada avenida Albufera, la arteria que lo parte en dos, se aglutinan bares de los años treinta, un verde bulevar, el estadio de un equipo de primera división y unos miradores que ofrecen algunas de las vistas más bellas de Madrid.

Pero las mismas calles están cada vez más sucias, con bolsas y cajas de cartón amontonadas a lado de los bancos donde descansan los vecinos. A veces hasta las ocupan sofás, traídos por quienes utiliza la vía pública como si fuera suya. Y, mientras tanto, la plaga de la exclusión social no da respiro a este histórico distrito, entre los más poblados de Madrid. Y también el más pobre.

Según los datos del propio Ayuntamiento, la renta media de los 228.739 vecinos de Puente de Vallecas asciende a 16.970 euros. El distrito es también donde más familias perciben la renta mínima de inserción: 1.971, 500 más que en Carabanchel, segundo en esta clasificación. “Sin embargo, somos solo novenos en gasto del Ayuntamiento por distrito. Y ese desajuste se nota”, asegura María Jesús Soler, jefa del departamento de Servicios Sociales del distrito.

El problema de la suciedad

Francisco Pérez, el nuevo concejal del distrito, no niega los problemas: “Puente de Vallecas sufre la suciedad, es cierto. Pero también es verdad que la gente se ha relajado en sus responsabilidades. Por eso la estamos involucrando en nuestras decisiones, como siempre se hizo en Vallecas”.

Pérez nació y creció en el distrito. Protagonizó sus luchas sociales, fundó y dirigió Tele K, la cadena de televisión vallecana. Muchos vecinos le conocen, casi todos le reconocen:

—¿Es usted el concejal?

—Sí, soy yo.

—Pues aprovecho para decirle que hay que dar un manguerazo a los cubos de basura, y también limpiar los solares privados, que la gente los utiliza como vertederos. ¡Son asquerosos!

Sentado en un banco en la plaza Puerto Rubio, —conocida como el "mercado viejo" y considerada el corazón del barrio—, quien se queja es Ricardo Segovia Fernández, desde hace 30 años vecino del distrito. Cuando el concejal se aleja unos metros, remata: “Llevo décadas viviendo aquí y nunca ha sido tan sucio”.

La receta de la Junta Municipal para cambiar la mentalidad de los vecinos y fomentar su sentido cívico consiste en involucrarlos en la vida del barrio. ¿Cómo? “Restituyéndoles un centro donde desarrollar la vida social de Vallecas”, explica Pérez. En términos prácticos, significa peatonalizar la calle de Peña Gorbea, el bulevar, para unirla al “mercado viejo” en una gran área sin coches. “Hace unos años los vallecanos decíamos ‘vamos al centro’ para referirnos al mercado viejo, y ‘vamos a Madrid’ cuando íbamos al centro de verdad”, subraya con una sonrisa. “El valor de esta zona es fundamental”.

La junta prevé empezar las obras a partir de 2016, consultar con los residentes las posibles soluciones arquitectónicas y acercar los jóvenes al barrio a través un convenio con alguna universidad que permita instalar una escuela de formación tecnólogica.

El bulevar que protagonizará este cambio aparece por la mañana de un día de agosto como una calle tranquilla, ordenada y verde. “Pero las cosas no suelen ser así. Hay grupos de personas que ocupan la calle, se emborrachan, incluso traen sofás... A menudo, hay grescas”, asegura Pérez. Un par de horas más tarde, los problemas se condensan en una sola escena: unos 15 hombres, borrachos, hablan con tono desafiante a los transeúntes, mientras a su lado un vecino apila unas cajas de papel encima de un cubo que ya rebosa de basura.

La rehabilitación del distrito —la junta aún no ha concretado sus costes— se propone acabar con todo ello, además de lavar la cara de la congestionada avenida Albufera: Pérez quiere reducir la velocidad de los coches, ensanchar las aceras y poner un carril bici: “Vamos a pedir al Ayuntamiento que lleve hasta Vallecas BiciMad [el servicio de bicicletas públicas que de momento se ha expandido sobre todo al norte de la almendra central]”, añade el concejal.

La movilidad es un importante eje político de la nueva junta. Con el dinero ahorrado anulando los cargos nombrados a dedo, asegura Pérez, ha conseguido poner en marcha una línea de bus gratuita entre el distrito y el hospital Infanta Leonor. Los fondos, de momento, dan solo para año y medio.

Las ruedas, en este caso las dos de la bicicleta, están también en la base del proyecto que prevé unir en una única ruta los miradores que desde el Cerro del Tío Pío —comúnmente llamado Las tetas de Vallecas— permiten recorrer todo Madrid en una sola mirada. Frente al principal de ellos, Pérez explica que su intención es instalar allí un escenario que albergue espectáculos al aire libre.