_
_
_
_

El insustituible Khedira

El seleccionador alemán esperó con paciencia a que el mediocentro se recuperara de una rotura de ligamentos y le ha dosificado hasta sacar lo mejor de él en la semifinal con Brasil

Ramon Besa
Khedira celebra su gol a Brasil en semifinales
Khedira celebra su gol a Brasil en semifinalesVANDERLEI ALMEIDA (AFP)

Aunque se retiró por su propio pie, Sami Khedira sabía que se había hecho mucho daño en la rodilla después de una entrada a Andrea Pirlo durante el amistoso que el 15 de noviembre pasado la selección alemana disputaba en San Siro contra Italia. El diagnóstico confirmó las sensaciones del futbolista: rotura del ligamento cruzado y del anterior. El pronóstico era que no reaparecería en seis meses, de manera que los medios de comunicación dieron por finalizada su temporada 2013-2014. No participaron de la misma opinión Carlo Ancelotti ni Joachim Löw. Ambos se resistieron a perder al volante porque le consideran insustituible, una especie única, en peligro de extinción por su capacidad para jugar por dos y mezclar con 10.

El seleccionador instó al médico de la selección, Hans-Whihlem Müller-Wohlfarth, a controlar la recuperación de Khedira a fin de poder convocarle para el Mundial de Brasil. El futbolista no solo fue incluido en la preselección de Löw sino que Ancelotti le alineó en la final de la Champions contra el Atlético. Aunque fue sustituido por Isco y su presencia fue considerada como negativa para la mecánica de juego del Madrid, Löw respondió en Alemania: “Que viaje a Brasil es un riesgo calculado. Su personalidad y experiencia son esenciales para el equipo. No está todavía a su mejor nivel, pero lo estará. No tengo dudas”. La progresión del jugador desde entonces ha sido espectacular, hasta cuajar un partido memorable contra Brasil.

Nos da fuerza en los partidos importantes por su presencia física y, además, es vertical cuando encara el campo contrario"

Joaqüim Löw, seleccionador de Alemania

“Había que tener cuidado con Sami”, razona Löw. “Tenía necesidad de parar cada dos partidos más o menos, cosa lógica después de la seria lesión, y por tanto no nos podíamos plantear que disputara al mismo nivel los siete encuentros de la Copa del Mundo. Había que dosificar su esfuerzo para conseguir la mejor puesta a punto en los momentos decisivos”. Tuvo un buen estreno contra Portugal, descansó contra Estados Unidos, solo disputó media hora contra Argelia y ya completó una buena actuación contra Francia en el doble pivote con Bastian Schweinsteiger. La pareja aporta el equilibrio y el poder necesarios para contener al rival y facilitar el despliegue de los virtuosos Kroos y Müller.

“Hablamos de un jugador potente y dinámico”, explica Löw. “Nos da fuerza en los partidos importantes por su presencia física y, además, es vertical cuando encara el campo contrario”, Así se apreció ante el plantel de Scolari, después de una actuación pletórica culminada con un gol. A los volantes locales les resultó imposible contener a Khedira. “No solo presiona de manera inteligente sino que tiene llegada”, convienen sus compañeros, conscientes de que su figura contenta por igual a la vieja guardia alemana que a los nuevos rectores del fútbol, encabezados por Löw. “Aporta soluciones ofensivas, proyecta ofensivamente al equipo”, insiste el técnico “y defiende con personalidad”.

Internacional desde septiembre de 2009, cuando sustituyó a Simon Rolfes en un partido contra Sudáfrica, a los 27 años ha completado 51 encuentros internacionales y marcado cinco goles, el último en Brasil. Khedira forma parte del equipo sub-21 que conquistó por vez primera para su país el Europeo después de golear a Inglaterra (4-0) en la final de 2009. El volante capitaneó a una selección en la que también formaban Neuer, Höwedes, Boateng, Özil y Hummels. Algunos entrenadores advirtieron en su figura al jugador perfecto para remplazar a Michael Ballack. A su fortaleza, añadía un buen desplazamiento de balón, mucha determinación, generosidad y además una acusada tendencia al silencio.

Aporta soluciones ofensivas, proyecta ofensivamente al equipo”, insiste el técnico

No es casual que ante la arrogancia de determinados medios alemanes, que se preguntan si es necesario jugar la final contra Argentina, Löw se encomiende a Khedira para que el grupo prepare desde “la humildad y la concentración” el partido de domingo. Nadie está más satisfecho que Florentino Pérez, quien siente una devoción especial por el jugador de padre tunecino que se dio a conocer internacionalmente en el Stuttgart. Khedira ya no será solo un esforzado anónimo que se recuperó a tiempo para disputar el Mundial después del choque con Pirlo sino que aspira a ganar la final de Maracaná ante la Argentina de Leo Messi.

No hay otro igual que Khedira.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_