Marc Coma: “Por desgracia no se puede ser piloto toda la vida”

Todavía resulta llamativo toparse con Marc Coma (Aviá, Barcelona, 40 años) vestido de traje. El cinco veces ganador del Rally Dakar se bajó de la moto en 2015 para convertirse en el director deportivo de una prueba que adora y que dirige por segundo año. Y por eso, aunque no lleve el casco y el mono de su KTM encima, su estampa de piloto sigue acompañándole a todas partes. Ayer estuvo en París presentando el recorrido final de la prueba y hace dos semanas en Madrid, en el Foro Eventos Deportivos que organizó el Diario AS.

Pregunta. ¿Ha descubierto como director deportivo del Dakar algo que no viviera como piloto?

Respuesta. Su verdadera dimensión. Toda la planificación que conlleva, la logística, la coordinación… Para que todo esto funcione en un contexto tan complicado como el desierto se necesita un trabajo previo alucinante.

P. ¿Se pasa peor que encima de la moto?

R. Es una tensión distinta. Cuando estás luchando para ganar tienes mucha responsabilidad. Cuentas con un proyecto de muchos millones detrás y toda esa presión recae sobre tu espalda. Sin embargo, cuando estás en la organización tienes también un proyecto grandioso, pero tienes más gente que depende directamente de ti y eso requiere ser más responsable. Cuando iba en moto para mí era relativamente fácil. Era yo el que decidía qué riesgo iba a asumir, en qué momento, de qué manera, y me gestionaba yo mismo.

P. Su andadura en la organización comenzó con un accidente en la etapa prólogo del año pasado –una piloto perdió el control de su coche y arrolló a 13 personas del público-.

R. Todos los esfuerzos, la energía y los medios humanos que se movilizan en una etapa del Dakar son enormes y si tienes un desgraciado accidente en la primera etapa te condiciona un poco el reto. Este año vamos a mejorar nuestra manera de trabajar a nivel de seguridad.

P. ¿Recibió a muchos pilotos?

R. Intento estar muy cerca de ellos. Cuando era piloto y había algún problema o algo que me inquietara me gustaba encontrar a alguien al otro lado que me supiese contestar. Siempre he sido una persona muy próxima y creo eso es algo que a la organización le da un valor importante. Tenemos que ser próximos y humanos.

P. La inesperada salida de Chile les obligó a rehacer el itinerario en muy poco tiempo. ¿Cómo ha afrontado ese proceso este año?

R. Después de más de un año en la organización este recorrido sí tiene mi firma. En cuanto al reglamento estoy intentando que a nivel deportivo vaya virando hacia la manera en la que yo entiendo la carrera. Para mí es fundamental que continúe manteniendo ese espíritu de aventura. La evolución tecnológica sacrifica la aventura y vamos a intentar buscar la aventura de una forma.

P. Esta edición la largada tendrá lugar en Asunción, Paraguay, el 29º país que se suma a la lista de anfitriones del Dakar.

R. La introducción de Paraguay no es una casualidad. El país viene trabajando muy bien durante los últimos años con el Desafío Guaraní. Tras estudiar la climatología del país, las condiciones del terreno y tratar con sus autoridades nos vemos capaces de realizar una etapa. El nivel de sus instalaciones está muy bien, y en cuanto a la pasión e involucración de su gente va a ser un aporte de calidad importante.

P. Bolivia vuelve por cuarto año.

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R. Será una de las buenas sorpresas que vamos a encontrar este año. La gente va a descubrir una Bolivia totalmente distinta. Hemos pasado 30 días de exploración allí validando zonas a nivel de medioambiente y de arqueología porque tenemos que organizar un Dakar sostenible. Y hemos descubierto terrenos que seguro que muchos de ellos desconocían.

P. ¿Se ha convertido en el país fetiche para la organización?

R. Que el Dakar se establezca en Bolivia no es una casualidad. Lleva años introduciéndose poco a poco. En cuanto a la seguridad hemos visto que a pesar de la altura se puede gestionar porque los equipos cada vez están más preparados. Para este año hemos intentando diseñar los vivacs en puntos más bajos donde la recuperación de los pilotos será mejor. Las condiciones de Bolivia son duras y para muchos competidores llegar a La Paz (sexta etapa) será una victoria.

P. ¿Tuvo tiempo de seguir la prueba como espectador?

R. Al mismo tiempo en el que estaba trabajando me encontraba en plena fase de formación y aunque intentaba dedicar algo de tiempo cada día a seguir la prueba como espectador no pude hacerlo todo lo que me hubiera gustado.

P. ¿Ha habido algún cambio en la reglamentación técnica?

R. Se ha realizado una adaptación de las bridas de los coches en base a un estudio de la FIA en la que se comparan todos los motores. Aun así, la novedad que va a llamar más la atención tiene que ver con la información de GPS. Vamos a degradar mucho la información que los pilotos tienen en el GPS para dificultar la navegación. Será un antes y un después en la navegación de los últimos 10 años.

P. Conoce bien a Toby Price, el último ganador en motos, porque fue su compañero en KTM en 2015. ¿Le sorprendió su superioridad?

R. Al estar en la organización iba en helicóptero e iba siguiendo la cabeza de carrera. Pude ver su evolución como piloto, su manera de conducir, esa efectividad, y la verdad es que me sorprendió el nivel que demostró. Sobre todo en el apartado de la navegación, no en su velocidad. Un piloto australiano trae la velocidad de casa pero sí llamó la atención su adaptación a la navegación.

P. Con la salida de Jordi Villadoms queda poco de su antiguo equipo.

R. Ha habido un cambio de generación. Ya no están Rubén Faria, Cyril Despres, Jordi Viladoms, tampoco yo… De los que estábamos habitualmente entre los diez primeros ya quedan pocos. Es la vida. Por desgracia uno no puede ser piloto toda la vida, tenemos fecha de caducidad y para mí lo importante es que la escojas tú. Ser el dueño de tu vida y que no sea la propia carrera la que te expulse.

P. Un histórico que regresa es Isidre Esteve.

R. Aunque ahora ha cambiado mi vida los amigos que tenía antes continúan siendo mis amigos y con Isidre he tenido contacto frecuente. Por desgracia tengo amigos que tienen la lesión de Isidre (paraplejia) y conozco cómo es su día a día, por lo que correr un Dakar ya es algo más que admirable. Solo puedo desearle toda la suerte del mundo y que toda esa energía y esa lucha que le caracteriza le empuje hasta Buenos Aires. Sería un premio.

P. ¿Qué advertencia le daría a los pilotos que en un mes estarán en Asunción?

R. Que vengan preparados para afrontar un Dakar de los duros. Ya sé que es algo que siempre se dice, pero yo sé de lo que hablo.