Alegría y sangre en Soweto

La noticia de la liberación de Nelson Mandela provocó ayer una cadena de reacciones de ira y alegría entre las que no faltó sangre. Tres personas resultaron muertas y 45 heridas cuando la policía cargó contra grupos que se manifestaban en el gueto negro de Soweto. Al iniciarse los rumores sobre la inminente liberación del histórico líder, los jóvenes simpatizantes del Congreso Nacional Africano (ANC) salieron espontáneamente a las calles. Las fuerzas de seguridad se emplearon con cargas y finalmente con disparos.El arzobispo Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz, prorrumpió en gritos de "hurra" y "aleluya" al conocer la noticia en su casa. Mientras, los jóvenes bailaban en torno a la casa de Mandela, en Soweto. "Me siento estupendamente", decía Winnie, su mujer.

Al mismo tiempo, miles de blancos neonazis se manifestaban en Pretoria al grito de "Colgar a Mandela". Después colocaron 30 monedas de plata en el exterior de un despacho vacío que utiliza De Klerk en esta ciudad surafricana y prorrumpieron en gritos de "Judas". El ANC, por su parte, manifestó su alegría desde Lusaka, donde mantiene su cuartel general.

Fuera de Suráfrica, el anuncio realizado por el presidente De Klerk provocó la satisfacción declarada de los Gobiernos estadounidense, británico, español, italiano, francés y germanoccidental, entre otros. El presidente George Bush telefoneó a su hornólogo surafricano para felicitarle por la decisión de liberar a Mandela y expresarle su lladmiración por sus importantes iniciativas", según manifestó un portavoz. La primera ministra británica, Margaret Thatcher, anunció que propondrá el final de las sanciones contra Pretoria.

"Esta noticia tiene un significado enorme, tanto humano como simbólico. Hay que dar más pasos para terminar con el apartheid pero éste es ya un paso significativo", declaró a Radio Nacional el ministro de Asuntos Exteriores español, Francisco Fernández Ordóñez. El director de la Oficina de Información Diplomática dijo a la agencia Efe que el Gobierno español ha acogido "con enorme satisfacción" la inminente excarcelación del histórico dirigente. Añadió que este gesto es "un paso en la buena dirección", que habrá de "complementarse con otras medidas" que pongan fin al sistema de segregación racial.