ETA mata a un militar y hiere de gravedad a su hija

, El comandante de Artillería Luciano Cortizo Alonso, de 44 años, resultó muerto y su hija Beatriz, de 18 años, herida muy grave al estallar a las 13.20 de ayer una bomba-lapa adosada en los bajos de su vehículo. Ambos habían salido de su casa de la calle de Álvaro López Núñez (un edificio de viviendas militares) en el centro de la capital. La explosión ocurrió 150 metros después, cuando el militar frenó ante un semáforo de las calles Ramón y Cajal y Renueva. Es la primera vez que ETA, que en los últimos 11 días ha asesinado a ocho personas, perpetra un atentado en esta ciudad. Interior imputa el hecho a un comando itinerante, que también puede ser el que el pasado día 16 causó la muerte a una mujer en Valencia y el que colocó dos días después sendos artefactos en Valladolid y Burgos. La policía cree que ETA emprendió una nueva "campaña" con el atentado que el 10 de noviembre mutiló a un capitán en Salamanca.

Cortizo había dejado aparcado el coche cerca de su domicilio sobre las cinco de la tarde del pasado jueves, por lo que la policía supone que los terroristas colocaron durante la noche la bomba-lapa, elaborada con dos kilos de cloratita. Ésta se activó probablemente por el sistema de la bola (una esfera móvil que a causa de un movimiento brusco, cierra el circuito eléctrico y hace estallar el artefacto).El comandante poseía tres automóviles y habitualmente usaba otro diferente al Ford Orión en el que sufrió ayer el atentado. Uno de ellos es un Seat 127 antiguo, según fuentes policiales.

La joven Beatriz fue intervenida en el complejo hospitalario del Insalud de León. El parte médico facilitado por Antonio Mostaza, subdirector médico del hospital, señalaba que la joven sufría politraumatismo abdominal y había sido necesario extirparle el bazo.

"Tiene una herida penetrante en el colon. Eso se ha resuelto. Los traumatólogos y cirujanos vasculares han realiza una reconstrucción de una mano catastrófica, a nivel de la mano izquierda. Espero que se pueda reconstruir y ser una mano funcional. El estado de la joven es grave, pero sin compromiso vital", manifestaba Mostaza.

La onda expansiva también afectó a otras tres personas que circulaban por la zona. Los tres heridos, que fueron atendidos en el hospital de León y más tarde dados de alta son: Diego Fouces Martínez, de 25 años, con lesiones en pierna izquierda y traumatismo facial de carácter leve; Aroa Castro Díaz, de 16 años, con lesiones leves en la cara; y José María Fernández González, de 56 años de edad, con heridas leves en su pierna izquierda.

El militar fallecido, natural de A Rúa (Orense) y afincado desde hace varios años en León, pertenecía al acuartelamiento de El Ferral del Bernesga, cerca de León. El militar, que ayer comenzaba su permiso de Navidad, conducía un vehículo Ford Orión, de color gris, matrícula LE-0858-L, que quedó destrozado. Varios edificios colindantes sufrieron desperfectos.

Cadáver destrozado

El cadáver de la víctima permaneció en el suelo bajo una manta hasta las 15.10 horas, en que fue levantado por orden judicial. Varios testigos señalaron que el cuerpo del comandante estaba destrozado y su cabeza seccionada.

La corporación municipal de León celebró en la tarde de ayer un pleno extraordinario de repulsa contra el atentado.

Tanto el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan José Lucas (PP), como el gobernador civil de León, Manuel García Guerra, acudieron al hospital para interesarse por los heridos.

El gobernador civil de León, Manuel García Guerra, dijo que el atentado se produce "en una tierra tradicionalmente pacífica", donde "no es previsible que ocurran hechos de este tipo que, por otra parte, puede sufrir cualquier ciudadano, militar o miembro de las fuerzas de seguridad del Estado". García señaló que es un atentando "contra toda la sociedad", aunque agregó que "España ha superado peores situaciones".

Según Manuel García Guerra, desde el mismo momento del siniestro se montó una operación policial para localizar varios coches, entre ellos un Peugeot 205, matrícula de San Sebastián. A lo largo del día se registraron dos amenazas de bomba falsas en la Universidad de León.

Juan José Lucas señaló, por su parte: "Cuando la sociedad española está hablando de paz, hoy en León algunos delincuentes comunes están hablando de guerra y han hecho que se convierta en realidad algo que la semana pasada fue una amenaza, que fueron dos bombas (en Burgos y Valladolid). Los adjetivos se han acabado en el diccionario español, pero no oculto el doble sentimiento que tengo: de preocupación, de por qué en esta tierra que siempre ha apostado por la libertad, por la tolerancia y la convivencia; y en segundo lugar, el desprecio por los asesinos, por los hombres que creen que la moral prima sobre el derecho y sobre la ley".

En la tarde de ayer se encontraban en el hospital de León numerosos familiares de la víctima, entre ellos la esposa del comandante asesinado, la abogada Margarita Rosario Ordóñez, y su hijo Alejandro, de 17 años.

El comandante Cortizo era especialista en psicotecnia militar, en sistemas de dirección de tiro y localización de objetivos y había ejercido tres años de profesor en la Instrucción Militar de Escala de Complemento (IMEC). Estaba en posesión de la cruz del Mérito Militar con distintivo blanco y la Gran Cruz de San Hermenegildo.

La capilla ardiente con los restos mortales del comandante quedó instalada en la Jefatura Logística Territorial. El funeral se celebrará en la mañana de hoy en la catedral con asistencia de los ministros de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch; y de Defensa, Gustavo Suárez Pertierra. Éste último declaró ayer en León que "hay que estar preparados para soportar acciones de este tipo". El presidente del Gobierno, Felipe González, envió un telegrama de condolencia a la viuda del militar.