_
_
_
_

Dos menores, liberadas por sus familiares tras un secuestro de 17 horas

La policía detuvo al dueño de un bar por retener a las jóvenes con una pistola

F. Javier Barroso

Dos adolescentes, de 14 y 15 años, fueron liberadas por sus familiares al mediodía de ayer después de que fueran retenidas por Abdelatif L., de 43 años, el dueño de un bar del distrito de Latina. Según la Jefatura Superior de Policía, el hombre las secuestró durante 17 horas. Para intimidarlas, empuñó un revólver y las obligó a que le efectuaran tocamientos, mientras veía películas pornográficas. Los vecinos ya habían denunciado al propietario por exceso de ruido.

Las jóvenes, que estudian segundo de la ESO en un colegio cercano al bar, se dirigieron sobre las cinco de la tarde del jueves a la bodega Fruto, ubicada en el número 2 de la calle de Villavieja, en el barrio de Batán. Querían comprar unos helados. Entonces, el dueño echó de inmediato el cierre del local y retuvo a las menores. Éstas intentaron salir, pero Abdelatif L. lo impidió.

El propietario del local las obligó a bajar al sótano, donde comenzó su pesadilla. Las menores se quedaron en este lugar, de unos 20 metros cuadrados, que dispone de asientos. Allí, Abdelatif L. comenzó a exhibir películas pornográficas. Para que no se movieran las menores, las ató y las encañonó con un revólver, según fuentes de la investigación. 'Ellas habían ido más de una vez a ese local y ya conocían al dueño', explicaron algunas compañeras de las menores.

La voz de alarma surgió en las casas de las chicas sobre las once de la noche, al ver que no volvían a sus domicilios. Los padres de ambas menores se dirigieron a la comisaría del distrito y denunciaron su desaparición. La policía distribuyó su fotografía a todos los vehículos patrulla.

Nerviosas y llorando

Sin embargo, hasta la mañana siguiente no fue resuelta su desaparición, cuando el padre y uno de los hermanos acudieron a las 11.00 a la bodega. Al verla cerrada y sospechar que la menor estuviera dentro, comenzaron a aporrear la puerta de entrada. El cierre estaba echado, según los vecinos. Al cabo del rato, salió el dueño del bar, al que los familiares amenazaron para que las liberase. En cuestión de minutos, las adolescentes subieron del sótano y salieron a la calle. 'Estaban muy nerviosas, casi histéricas, y no paraban de llorar. Se abrazaron a sus familiares', comentó un vecino que vio la liberación.

Los familiares avisaron a la policía, que desplazó a un grupo de agentes de la comisaría de Latina. Éstos intentaron entrar en la bodega, pero Abdelatif L. había vuelto a cerrar. Quisieron convencerle de que saliera sin oponer resistencia, pero aquél se negó. Al ver su negativa, los policías hicieron añicos la luna de la puerta de entrada y se abalanzaron sobre el propietario. Una de las menores ya había advertido a los policías de que actuaran con cuidado porque su raptor tenía un revólver.

Los agentes del Grupo de Menores (Grume), que se encargan de las investigaciones, se llevaron detenido a Abdelatif, mientras una mujer policía examinó a las adolescentes en un local cercano. El examen rechazó, en principio, que fueran agredidas sexualmente, según fuentes de la investigación. La esposa del propietario acudió a media mañana al local, sin saber nada de lo ocurrido. Según comentó a los policías, no le extrañó que su marido no acudiera a su domicilio por la noche, ya que 'de vez en cuando' se quedaba a dormir en la bodega si terminaba muy tarde. La policía sacó varias bolsas repletas de cintas de vídeo pornográficos.

Los vecinos coincidieron ayer en que Abdelatif, que regentaba el local desde hacía un año, les había causado muchas molestias. 'Abría cuando le daba la gana y ahí tenía que haber algo más que una bodega, porque ese local no da ni para pagar la luz', explicó un vecino. 'Se veía entrar a mucha gente y no estaba mucho tiempo. Pudo ser una tapadera para algún negocio raro, porque es extraño que hubiera aguantado tanto tiempo abierto', añadió otro.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_