La policía busca el piso franco donde los terroristas del 11-M prepararon las bombas

Las investigaciones sobre los autores de la matanza del 11-M se centran ahora en la búsqueda de la vivienda o el piso franco donde los terroristas almacenaron durante 10 días los 100 kilos de explosivos y donde prepararon los artefactos que posteriormente utilizaron para atacar los trenes en Madrid. Otra línea de investigación se dirige a la localización y detención del cerebro de los atentados, que los agentes encargados del caso creen tener ya identificado.

Las pesquisas se han saldado, hasta el momento, con la detención de 10 hombres (siete marroquíes, dos indios y un español), aunque la Comisaría General de Información confía en poder capturar en breve a otras personas implicadas en la trama criminal.

Uno de los últimos arrestados es el español que supuestamente facilitó los explosivos a la red terrorista. Pese a las horas transcurridas, sólo ha trascendido que este individuo se llama José, que está domiciliado en una pedanía de Avilés (Asturias), donde convivía con una mujer, que ha trabajado de minero, que tiene antecedentes policiales por tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas y explosivos, y que trabó contacto, el pasado enero, con parte del grupo islamista en el barrio de Lavapiés (Madrid).

Los encargados del caso han determinado que al menos cuatro marroquíes fueron quienes se apoderaron de la dinamita en Asturias y que inmediatamente después la trasladaron a Madrid en la furgoneta Renault Kangoo sustraída en el barrio de Cuatro Caminos y hallado en Alcalá de Henares el mismo día 11.

La policía dirige ahora todos sus esfuerzos a la localización de la vivienda o el piso donde los terroristas ocultaron los explosivos desde finales del pasado febrero hasta el 11 de marzo. En ése escondite, además, habrían preparado las bombas que, ocultas en mochilas, colocaron en los trenes de la línea férrea de cercanías.

Fuentes próximas a la investigación sitúan este taller terrorista en algún punto próximo a Alcalá de Henares, ciudad en la que precisamente fue localizada horas después de los atentados la furgoneta Renault Kangoo de la que un vecino de la calle del Infantado vio bajarse al menos a tres hombres que llevaban una mochila. Pero estas pesquisas aparentemente no habían dado resultado ayer tarde.

Otra de las vías de investigación está encaminada a la localización y detención del cerebro del atentado, dado que fuentes policiales aseguran que ya conocen el "esquema general" de la célula que cometió la matanza de Madrid.

Esta célula estaría, según esta hipótesis, integrada en el Grupo Islámico Combatiente de Marruecos (GICM). La policía cree conocer ya el nombre del jefe del grupo responsable de la carnicería del 11 de marzo, aunque las incesantes pesquisas para detenerlo habían resultado infructuosas hasta ayer tarde.

Las gestiones policiales van por buen camino gracias a las numerosas pistas obtenidas a partir de las tarjetas de los teléfonos móviles utilizados por los terroristas para activar las bombas, pero las fuentes informantes consideran que desentrañar toda la trama criminal llevará aún mucho tiempo. "Estamos en una fase muy importante de la investigación, en la que es necesaria la discreción", señaló el pasado viernes el ministro del Interior en funciones, Ángel Acebes, ratificando así indirectamente lo que comentan medios próximos a la investigación.