"La familia es nuestra identidad y nuestra prisión"
Valeria Bruni Tedeschi (Turín, 1964) y su hermana, la modelo y cantante Carla Bruni, abandonaron Italia de niñas para instalarse en París. Sus padres, Alberto Bruni, un rico industrial, y Marisa Borini, una pianista, huyeron de Turín ante la amenaza de unos tiempos poco seguros: las Brigadas Rojas extorsionaban a los magnates con el secuestro de sus hijos. El tiempo pasó. Carla Bruni se convirtió primero en una famosísima modelo y luego en una no menos popular cantante, y Valeria, cuatro años mayor, logró ser una estupenda actriz francesa e italiana. Ahora, Valeria Bruni también dirige cine, y en su primera película, Es más fácil para un camello..., que se estrena hoy en España, expresa el desasosiego de una joven rica que tiene un novio que canta la internacional y que sueña con los revolucionarios que nunca la secuestraron. Culpable y sin rumbo, busca su camino mientras su padre se muere. En la película, elogiada en Le Monde y Cahier du Cinema, flota un triste encanto.
"No me gusta que digan que esta película es una autobiografía, digo que es un autorretrato; es una manera de esquivar la pregunta"
"Una chica tiene que 'divorciarse' de su padre para poder estar con otro hombre; si el padre es un seductor, eso se convierte en algo muy difícil"
"No me gusta que digan que esta película es una autobiografía, por eso digo que es un autorretrato. Es una manera de esquivar una pregunta que me desagrada y que además no sé cómo responder", dice la actriz italo-francesa. "Un autorretrato habla sobre todo de uno mismo, pero lo que le rodea puede ser muy irreal. Las emociones siempre son autobiográficas. Esa emoción autobiográfica es la misma cuando cuento una historia cercana a mi vida, como cuando interpreto un personaje de otro".
Es más fácil... es una tragicomedia sobre una mujer que se siente enjaulada. El título hace referencia a la frase del Evangelio que dice que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que que un rico entre en el reino de los Cielos. "Sí, yo soy católica", afirma Bruni mientras juguetea con una medallita mariana. Una medallita que se balancea sobre su escote. Bruni se fotografía exagerando su gestualidad femenina, asoma el sujetador y oculta los ojos con gafas de sol. Tiene una sonrisa estupenda.
"Tardé cinco años en escribir el guión. Recuerdo que el primer impulso fue pensar en una mujer entre dos hombres. Una mujer que se encuentra en la calle a un hombre que solía ser su amante. Ese encuentro la sorprende y confunde su situación con el hombre con el que vive. Luego estaba la familia: la madre, el padre, la hermana, y por último estaba el encuentro con un cura al que le confiesa su culpabilidad por ser rica".
Pero el centro de toda la película es la familia. El padre enfermo, la madre (interpretada por la propia madre de Valeria y Carla Bruni), la hermana (Chiara Mastroiani) y el hermano (Lambert Wilson). "Un día leí el guión de El hombre que amaba a las mujeres, de Truffaut. Comienza con esta frase: 'Ésta es la historia de un hombre que no ha sido querido por su madre'. En ese momento pensé que mi película era la historia de una mujer que había sido demasiado querida por su padre".
¿Y eso es un problema? "Bueno", responde Valeria Bruni, "yo creo que una chica tiene que divorciarse de su padre para poder estar con otro hombre, pero ocurre que cuando el padre es demasiado seductor, eso se convierte en algo muy difícil y doloroso. En realidad sólo quería contar la historia de una mujer que trata de convertirse en adulta. Ha evitado durante mucho tiempo ese momento, pero ahora, con su padre muriendo, ya no le queda otra. La familia es nuestra identidad y nuestra prisión. Para ser nosotros tenemos que liberarnos de ellos, pero eso es muy doloroso".
Federica, el personaje que interpreta Valeria Bruni, tiene muchos sueños, en realidad sólo vive a través de sus sueños. En la mayoría es una niña que juega feliz y despreocupada con sus hermanos. En uno de ellos es secuestrada por un grupo revolucionario. Ella se enamora de sus lindos secuestradores, que acaban jugando y comiendo en la mansión familiar. Su novio (y ya no es un sueño) canta la internacional a todas horas. Su hermana, siempre malhumorada, siempre distante. "La película no está inspirada en mi hermana o en mi padre, está inspirada en los arquetipos de una hermana, un padre y una madre. Carla ha seguido de cerca mi trabajo, ha leído el guión varias veces. Y la película le gustó".
Babelia
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