Canciones como cuadros
El músico ultima un disco dedicado a Picasso que saldrá en mayo
Llega conduciendo su propio coche y acompañado de músicos y técnicos. A primera hora de la tarde del pasado domingo, Enrique Morente aparcaba frente al estudio de sonido, en Mejorada del Campo (Madrid). En el polígono industrial todo parecía cerrado y no se veía más que a jóvenes que recorrían en coche las calles desiertas con la música a todo volumen, dejando a su paso una estela de sonidos machacones.
El cantaor, un perfeccionista incansable, da los últimos toques a Pablo de Málaga, su nuevo trabajo discográfico, dedicado a Picasso, que se pondrá a la venta a finales de mayo. Como de costumbre, sólo él conoce el alcance completo del disco, que permanece en su cabeza hasta que lo va desgranando por porciones a sus colaboradores.
Morente compagina los flecos aún pendientes del disco dedicado a Picasso con los ensayos para la preparación de la gira que realizará por cuatro escenarios con Antonio Arias, líder de Lagartija Nick, en la que recuperan los sonidos de Omega, un trabajo conjunto en el que fusionaba el flamenco con los sonidos noise. La preparación del directo le obliga a desconectar un poco de Pablo de Málaga, un trabajo en el que lleva inmerso más de dos años y que, en principio, se planteó casi como un trabajo de encargo. "El Museo Picasso de Málaga me pidió un par de canciones y la cosa se fue enredando", cuenta Morente.
En esa ciudad conoció a Rafael Inglada, gran experto en la vida y la obra del pintor, quien le facilitó documentación de primera mano sobre el artista, incluidos textos autobiográficos, para que trabajara sobre ellos. Redactado de su puño y letra, Picasso recrea sus vivencias infantiles, el aroma de los guisos de su madre, el sabor de los huevos fritos y otros recuerdos de España. "Escribía con gracia y talento, pero con pocas comas y puntos, hubiera sido más fácil cantar la guía telefónica", bromea el cantaor. Con ese material empezó a trabajar en un proyecto complicado -"tenía miedo de no acertar"-, pero en la mesa de sonido ya se escucha el primer tema, Guernica, un impresionante alegato contra la guerra, "contra todas las guerras", recalca el músico. "Yo suelo cantar lo que siento. Me afecta lo que me rodea y me gusta plasmarlo".
Tras meses de trabajo, Morente confía en poder transmitir con este disco la emoción que sintió como espectador la primera vez que fue al Casón del Buen Retiro a contemplar el Guernica, poco después de su regreso a España. De entre las figuras del cuadro le impresionó especialmente la de esa mujer que grita desesperada con la cabeza echada hacia atrás. Aunque todavía no le ha puesto el punto final, la idea de Morente es que cada canción lleve el nombre de un cuadro. En una de las canciones se escucha la voz del pintor y en otro de los temas, dado el contenido de algunas de las letras redactadas por Picasso, el cantaor le ha pedido una música al cocinero Sergi Arola."El Museo de Málaga me pidió canciones y la cosa se enredó", comenta el cantaor
Babelia
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