Jay Leno dice hasta luego

Se acabó. Jay Leno dejó en la noche del viernes de ser el presentador del late show -o programa de madrugada- con más audiencia de la televisión estadounidense. Después de 17 años en las pantallas de la NBC (de lunes a viernes a las 23.30), Leno hace las maletas. "Cuando empecé mi pelo era negro y el presidente era blanco", bromeó nada más comenzar el programa, en una referencia a cómo ha pasado y cómo han cambiado los tiempos.

La barbilla más famosa de Hollywood (hay quien eleva la categoría al mundo. Aquí, como mucho, aceptaremos Estados Unidos) se despidió de los telespectadores, aunque en lugar de decir adiós, como hizo antes que él el legendario Johnny Carson al retirarse, simplemente dijo "hasta luego".

En septiembre se enfrentará en 'prime time' a series como 'CSI'

Nada más salir al plató, Leno recibió su ovación más larga tras 3.775 programas. Tanto, que tuvo que pedir por favor a los asistentes que ocuparan sus asientos: "Tenemos un programa que hacer", exclamó gritando para hacerse oír entre aplausos y vítores.

Leno comenzará una nueva andadura profesional a partir de septiembre -fecha sin concretar- en un horario nada fácil, ya que competirá a las 22.00, cada noche, durante una hora, con series de gran arraigo y seguimiento como CSI.

La salida de Leno estaba anunciada desde hace años. Ocupará su lugar "el pelirrojo más famoso de Hollywood", el larguirucho Conan O'Brien -hasta ahora en el programa siguiente al de Leno-, por quien NBC ha apostado para ganar más audiencia y llegar a un sector más amplio de la población. Veremos.

O'Brien fue el último invitado que se sentó en el sillón de los entrevistados por Leno. No hubo sorpresas en su último programa. Sí hubo mucha nostalgia y sentimiento. Y un Leno emocionado hasta las lágrimas. Que contuvo. Dio las gracias este comediante de 59 años a un sinfín de personas, entre ellas a Mavis, su mujer desde hace 30 años, algo infrecuente en Hollywood. Y por supuesto a Bill Clinton, George Bush, Michael Jackson y Monica Lewinsky por haberle aportado tanto y tanto material para sus monólogos.

No faltó una referencia -diríamos que casi obligada, si no Leno no habría sido Leno- a su objetivo y personaje favorito: O. J. Simpson. "Ya ven, estaba limpiando mi escritorio antes de marcharme y encontré el cuchillo de O. J. [Con el que supuestamente Simpson asesinó a su esposa y al amante de ésta y que fue objeto de chascarrillos de todo tipo durante el juicio más famoso de la historia de la televisión]. ¡Estuvo ahí todo el tiempo!".

"La gente me pregunta cuál es el legado del programa", dijo Leno. "La verdad, no sé, es sólo un programa de televisión", prosiguió un hombre que ha sabido colarse en los hogares estadounidenses con una media del 21% de cuota de pantalla por ser "un tipo corriente" en contraposición -en opinión de los telespectadores- al elitista, gruñón y a veces distante David Letterman (misma hora, distinta cadena: CBS).

Pero resultó que Tonight Show sí que deja un legado. "Esto es lo mejor que hemos hecho", anunció Leno para a continuación levantar un telón tras el cual aparecieron un total de 68 niños fruto de la gente que se encontró en el programa y formó familias.

Leno ya no será la cara que vean los estadounidenses en la pantalla antes de apagar la luz y decir buenas noches. Será la de O'Brien, "un tipo estupendo y un buen amigo del que no podría estar más orgulloso" para que tome mi relevo, dijo Leno, siempre elegante y educado. Leno hasta el final.