La subrogación de la deuda de la M-30 da otro balón de oxígeno a Gallardón

Ha habido suspense. Primero fue que sí, en la entrevista entre Alberto Ruiz-Gallardón y José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa, de la que el alcalde salió con la sensación de que había sido traicionado. El presidente le dijo que, de refinanciar la deuda municipal (257 millones para este año), nada de nada. Pero que la subrogación de la deuda por las obras para el soterramiento de la M-30 era viable y se podía discutir.

Semanas después, tras decenas de ataques del equipo municipal al Ejecutivo socialista por su comportamiento "desleal", Gallardón se tentó la ropa y empezó a dudar también en el tema de la M-30: "El ministerio ha puesto encima de la mesa unas condiciones nuevas y distintas a las que se comprometió Zapatero. Condiciones que, sencillamente, hacen inviable la operación", declaró el alcalde el pasado día 2 de diciembre tras la celebración de la Junta de Gobierno de ese día.

La medida supone un 9,7% del plan propuesto por Gallardón a Zapatero

El dinero ayudará para adelantar el pago a los proveedores

La respuesta final llegó ayer en forma de balón de oxígeno para el Ayuntamiento: el Ministerio de Economía y Hacienda autoriza al Consistorio a subrogar los cerca de 2.300 millones de deuda de la M-30.

La traducción inmediata es que, en un momento de vacas flacas como el actual, las arcas municipales dispondrán de 100 millones de euros más al año.

El proceso de autorización ha sido lento. El concejal de Hacienda y Administración Pública, Juan Bravo, recordaba que la solicitud se tramitó hace ya dos meses.

La operación no es fácil de entender para los profanos en economía. En resumen, la deuda generada por el soterramiento de la M-30 asciende a 2.300 millones de euros, que soporta la empresa mixta Madrid-Calle 30 (formada por el Ayuntamiento en un 80% y por las empresas ACS y Ferrovial en un 20%). Lo que hace ahora el Consistorio es subrogarse esa deuda y convertirse en deudor ante los bancos de ese dinero hasta 2035, año en que terminará de pagarse el mega proyecto de la M-30.

Gallardón, en cualquier caso, no vio nada claro que le fueran a aceptar esa propuesta, como señaló el pasado día 2: "Exigen una serie de requisitos que no dependen ni del Gobierno, ni de nosotros, sino directamente de los bancos", dijo, poniéndose la venda antes de la herida.

Y, según el Ayuntamiento, el Ministerio de Economía no ha tenido prisa con el trámite: "Se han ido solicitando diferentes aclaraciones y documentación adicional que les hemos ido facilitando a lo largo de las últimas semanas", señala el concejal de Hacienda.

Solucionado el problema sin que la sangre haya llegado finalmente al río, la operación, que no requiere ninguna modificación normativa, supone un ahorro de cerca de 100 millones en pago de seguros y a efectos del IVA, como ya explicó el alcalde en la conferencia de prensa posterior a su reunión con el presidente del Gobierno el pasado 17 de noviembre.

"Es una operación que formaba parte del plan de refinanciación remitido al presidente del Gobierno por el Ayuntamiento de Madrid y ha sido el único punto del mismo al que finalmente se ha dado luz verde", dijo ayer Bravo, que cuantificó al milímetro lo que esta aprobación supone para el Ayuntamiento: un 9,7% del beneficio que se hubiera podido lograr si se hubiera aprobado en su conjunto.

¿Y qué se hará a partir de ahora con ese dinero que entra en la caja fuerte del Ayuntamiento? Según el concejal de Hacienda, "la aplicación de esta medida va a generar un beneficio para todos los madrileños ya que podremos ahorrar 100 millones al año a lo largo de los próximos 20 años, y nos permitirá el próximo año generar ahorros suficientes y necesarios para mejorar determinados servicios públicos de la ciudad".

La noticia conocida ayer ayuda a sumar al concejal de Hacienda, tras la operación de ingeniería financiera que se sacó de la manga el Ayuntamiento con la compra del 51% de Mercamadrid por parte de la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos. Con esa operación Bravo dispondrá de 190 millones de euros más, que, como ya advirtió en la presentación de los presupuestos de 2011, se destinarán mayoritariamente a pagar a proveedores, el gran problema en la actualidad del Ayuntamiento, que debe 900 millones por este concepto a empresas que llevan esperando para cobrar en algunos casos más de 10 meses y que en muchos casos se encuentran con el agua al cuello.

El concejal ya anunció recientemente que los 100 millones de euros que ahora entran por la M-30 también irán al pago de proveedores.

El portavoz socialista en el Ayuntamiento, David Lucas, valoró ayer positivamente la medida del Gobierno, y aseguró que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero sí busca soluciones para la capital "siempre que estén dentro del marco de la ley". El edil del PSM cree que el Gobierno "no está en contra de Madrid, como afirma Gallardón, sino que, al contrario, ha invertido 900 millones de euros en la ciudad en los últimos años", y emplazó al alcalde a que deje de buscar soluciones parciales como la subrogación de la M-30 y ponga en marcha "un plan de austeridad que elimine la situación actual de despilfarro en el Ayuntamiento".