El inicio del verano propicia una modesta rebaja del paro al 20,9%

La cuenta atrás hacia las elecciones se inicia con un cambio de tendencia en el mercado laboral, el ámbito que más se ha resistido hasta ahora a las señales de mejoría económica. El segundo trimestre se saldó con 76.500 desempleados menos respecto al arranque del año. Se trata de una cifra modesta que solo permite reducir cuatro décimas la alarmante tasa de paro, ahora en el 20,9%, pero inicia lo que parece ser una senda lenta de avances en el mercado de trabajo. También resulta esperanzadora la creación de empleo registrada entre abril y junio, que duplica la de hace un año, aunque con un fuerte componente estacional por el inicio de la temporada turística.

La tasa de paro ha crecido a un ritmo galopante en los últimos cuatro años. Antes del respiro conocido ayer, que deja el número de parados en 4,8 millones, solo había habido una pequeña inflexión en los datos del tercer trimestre de 2010, algo más tímida que la actual. Las cifras de la encuesta de población activa (EPA), la radiografía más fiable del mercado laboral, anticipan una continuación de esta senda en el tercer trimestre que, si se cumple la previsión del Ejecutivo, permitirá cerrar una segunda mitad del año con creación de empleo, aunque muy débil.

El empleo público sigue avanzando pese a los recortes aplicados

La temporalidad aumenta hasta el 25,5% de los asalariados

Porque, a pesar de que la ocupación sube respecto al trimestre anterior, con 151.400 empleados más, los 18,3 millones de ocupados que contabiliza el Instituto Nacional de Estadística (INE) son menos que hace un año. Algunos expertos, como la casa de análisis Afi y la patronal de grandes empresas de trabajo temporal Agett, habían vaticinado que en junio se produciría ya el primer crecimiento interanual del empleo desde que arrancó la crisis. Pero tanto el empleo como los niveles de paro han empeorado en los últimos 12 meses.

Los servicios explican casi toda la recuperación en el trimestre. Los datos de construcción, en cambio, revelan que, aunque el sector ha destruido más de un millón de puestos de trabajo desde la crisis, queda margen para reducir más (en este trimestre se han destruido casi 64.000). La senda de austeridad emprendida por los diferentes Gobiernos, que ha frenado en seco la obra pública, explica los datos. También ha retrocedido el empleo agrícola, en parte por los efectos de la crisis del pepino ocurrida entre mayo y junio. De forma modesta, la industria crea empleo en el trimestre y está próxima a la estabilización en el año. La vicepresidenta y ministra de Economía, Elena Salgado, apuntaló con este dato su impresión de que estamos ante un cambio de tendencia. La creación de puestos en la industria "poco tiene que ver con circunstancias estacionales", aseguró en Onda Cero.

Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad Autónoma de Barcelona, atribuye ese fenómeno a la pujanza del sector exterior, que impulsa la actividad industrial. "No es un efecto banal porque además la industria ligada a la exportación genera empleo asociado en servicios", explica. Este experto valora el giro que orienta el crecimiento hacia la actividad exterior, aunque a corto plazo los resultados sean poco perceptibles.

Ajenos a la tónica general, los niveles de paro siguen empeorando en los jóvenes. El 46% de los menores de 25 años en disposición de trabajar no pueden hacerlo, casi un punto más que en marzo.

Frente a la claridad con que la construcción refleja la caída de inversión pública, la otra gran medida de reducción del gasto, centrada en el empleo público, aún no arroja resultados. Pese a la exigua reposición de los funcionarios que se jubilan y la destrucción de puestos en algunas Administraciones, los asalariados públicos siguen aumentando, de manera desigual. Mientras en la Administración central y la Seguridad Social caen, en comunidades y Ayuntamientos crecen con fuerza. Son 31.600 empleados más en el trimestre y 131.900 por encima de un año antes.

Ese crecimiento ha coincidido con el trimestre de las elecciones autonómicas y municipales, una cita que provocó un repunte de empleo público en las afiliaciones a la Seguridad Social y un aumento del déficit autonómico superior a lo esperado. Tanto Salgado como el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, lo atribuyeron en su momento -con cierta prudencia- a las elecciones, que incentivan la culminación de contrataciones ante los cambios de Gobierno.

Pese a todo, no se trata de un hecho exclusivo del segundo trimestre. Salvo algunas caídas intertrimestrales, el empleo público no cede analizado con perspectiva anual. Algunos expertos apuntan a que la cifra está algo distorsionada por las rentas que otorga la ley de dependencia a los cuidadores. Esas ayudas (por ejemplo, la que recibe un hijo por cuidar a su padre dependiente en casa) se registran en la EPA como un trabajo público imputable a las comunidades autónomas, según confirma el INE. La rúbrica que recoge a este colectivo, la de sanidad y servicios sociales, crece con más fuerza que la de Administración a secas, pero aun así esta registra avances trimestrales y anual.

El empleo indefinido, uno de los puntos débiles laboralesl, avanza respecto al trimestre anterior, aunque en el año este colectivo retrocede en 151.000 personas. En el mismo periodo, los contratos temporales crecieron en casi 81.000, lo que eleva la tasa de temporalidad al 25,5% de los asalariados. "Esto pone de manifiesto la escasa efectividad de la reforma laboral", asegura en un comunicado Agett.