Amor a una ciudad martirizada
La "biografía" de una ciudad como Jerusalén, con sus tres mil años de historia y su trágica cadena de destrucciones y guerras apasionadas y furiosas, requería un libro como éste, de extraordinaria investigación histórica, pero, a la vez, impregnado de un sentimiento profundo de amor a esta ciudad tan martirizada por su propia significación espiritual. Objeto de veneración religiosa, ciudad santa para tres religiones de libro, como ninguna otra ha suscitado tantos fanatismos y odios, ninguna ha sufrido tantas destrucciones, invasiones, conquistas y matanzas, resurgiendo una y otra vez de la sangre y las ruinas, reconstruyendo muros e iglesias, atrayendo incesantes peregrinos. Judíos, árabes y cristianos adoran en ella el rastro divino de sus grandes profetas, y la ven como el lugar de la tierra elegido por Dios para la creación y para el final cósmico. Los enterrados en Jerusalén serán, creen algunos, los primeros en resucitar en el famoso Apocalipsis, con entrada de preferencia para el Juicio Final. Durante siglos los exiliados hebreos se saludaron: "¡Mañana en Jerusalén!". Al final de su apasionante y apasionada biografía, muchos son los que han vuelto a la ciudad quebrantada y mártir, resurgida en ese turbulento Israel de tantos conflictos bélicos y tantos conquistadores. El libro de Sebag pasa revista a todos ellos. Cananitas, israelitas, asirios, persas, macedonios seléucidas, romanos, bizantinos, omeyas, abasidas, fatimidas, selyúcidas, cruzados, sarracenos, tártaros, mamelucos, otomanos, británicos jordanos e israelíes han pasado dominando la ciudad y han tratado de imponer su fe sobre otros creyentes con mayor o menor crueldad. En una historia de infinita violencia religiosa que invita a la reflexión sobre los fanatismos religiosos que no sólo ensangrentaron la llamada Tierra Santa. La información histórica de estas páginas es excelente, pero quiero destacar además que lo es también el vivaz estilo, de intenso dramatismo y rápidos retratos de los personajes. La trepidante historia que empieza con el asedio de Tito y acaba con "la guerra de los seis días" evoca cientos de perfiles humanos fascinantes. (Valga como ejemplo el retrato de primer emperador cristiano: "Constantino era un soldado curtido, un santo visionario, una autócrata asesino y un artista del espectáculo político..." y sigue). Desde Nabucodonosor hasta Moshe Dayán, pasando por Ricardo Corazón de León, Saladino, y los primeros reyes de Jerusalén, esa galería tiene un memorable colorido.
Jerusalén. La biografía
Simon Sebag Montefiore
Traducción de Rosa María Salleras Puig
Crítica. Barcelona, 2011
853 páginas. 34 euros
Simon Sebag Montefiore pertenece a una familia hebrea de famosa raigambre en Jerusalén. Su antepasado Moses Montefiore, millonario de la Inglaterra victoriana, contribuyó a la reconstrucción de la ciudad y tiene un justo espacio en esta biografía, cuyo autor es no sólo un muy acreditado historiador de la Rusia moderna (sobre todo por su libro sobre Stalin, editado también en Crítica), sino sobre todo un apasionado de la historia, antigua y reciente, de Jerusalén que conoce muy a fondo y con hondo afecto. (Sus notas son espléndidas, tanto las eruditas como las más personales, sobre lo que persiste en la ciudad de hoy). "Éste es el libro de mi vida", decía en la reciente presentación del mismo en Madrid. Al lector le impresiona tanto la tragicidad intensa de tan excepcional biografía como el afán de un relato ameno, preciso y objetivo, un empeño difícil y arriesgado en un terreno como este de la ciudad de tres religiones.
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