_
_
_
_

La mala salud de Muhammad Ali alimenta la lucha por su fortuna

La familia del exboxeador, enfermo de párkinson, arremete contra su esposa

Muhammad Ali, el pasado domingo, en una imagen de Twitter.
Muhammad Ali, el pasado domingo, en una imagen de Twitter.

“Odié cada minuto de los entrenamientos pero me decía a mi mismo: no lo dejes, sufre y vive el resto de tu vida como un campeón”. La tenacidad y la voluntad implícitas en estas palabras realmente convirtieron a Muhammad Ali en uno de los boxeadores más grandes de la historia. Pero tres décadas después de su última retirada su vida de campeón se ve empequeñecida por las disputas familiares que le rodean.

Afectado de párkinson desde la década de los ochenta y con 71 años recién cumplidos, el retrato del exboxeador que su único hermano, Rahman Ali, presentó ante el mundo el pasado domingo dista mucho del de una celebridad que envejece plácidamente arropada por el cariño de los suyos y envuelta en la comodidad de sus millones. Según una entrevista publicada por el tabloide británico The Sun, Muhammad Ali está con un pie en la tumba y apenas tiene contacto con el resto de su familia porque su cuarta esposa, Yolanda Williams, no se lo permite. “Lo peor no es su enfermedad. Lo peor es su mujer, que le ha separado del resto de la familia. Si se pudiera dar cuenta de lo que ocurre se enfadaría muchísimo”, afirmaba entre lágrimas su hermano. “Ahora no puede ni hablar. No me reconoce. Está muy enfermo. Podría ser cuestión de meses o cuestión de días. No sé si llegará al verano. Está en manos de Dios. Espero que muera con tranquilidad”, añadía.

El tres veces campeón mundial de los pesos pesados tiene una extensa familia que incluye tres ex mujeres y nueve hijos. Rahman, que no tuvo tanta suerte con los guantes como su hermano y vive del apoyo económico que le da la seguridad social estadounidense por ser discapacitado físico, aunque hace unos años Muhammad le dijo que había creado un fondo fiduciario para mantenerle después de su muerte. “Pero ella lo ha parado. Si él supiera cómo estoy viviendo se enfadaría mucho, se divorciaría. Si tuviera todas sus facultades mentales en su sitio me cuidaría, estaría viviendo en una mansión”.

La fortuna de quien antes de su conversión al islam y su cambio de nombre fuera Cassius Marcellus Clay está valorada en unos 50 millones, cantidad más que suficiente para que su numerosa familia se pelee, como suele ocurrir desde el principio de los tiempos tanto entre familias con famoso rico como entre familias de ricos anónimos.

Tras la publicación de la entrevista la hija mayor del boxeador, Maryum Ali, se apresuró a desmentirlo todo en declaraciones a Associated Press. “He hablado con mi padre por teléfono y sonaba bien. Estos rumores aparecen de vez en cuando pero no hay nada cierto en ellos”. Maryum, también conocida como May May, afirmó que su padre estaba viendo la Superbowl. Horas más tarde en Twitter y Facebook, donde desde hacía horas los fans del boxeador ya lloraban la pérdida inminente de su ídolo, comenzaba a correr una fotografía facilitada por la familia donde se ve a Muhammad Ali vestido con una camiseta de los Baltimore Ravens.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_