Una favela ‘fashion’ como alternativa al narcotráfico
Casa Geração Vidigal, una escuela de estilismo fundada y codirigida por la francesa Nadine Gonzalez, pretende transformar a jóvenes sin recursos en auténticos profesionales de la moda
La favela de Vidigal, enclavada entre los pudientes barrios cariocas de Leblon y São Conrado, vive desde noviembre de 2011 libre del yugo del narcotráfico armado. Con la pacificación del suburbio, las pistolas y la ley del silencio fueron dando paso, poco a poco, a una peregrinación de gente joven llegada de muchos países del planeta, expulsada de los barrios más caros de la ciudad por la escalada insoportable de los alquileres y atraída por unas vistas oceánicas que podrían hacer las veces de antidepresivo. Vidigal es hoy un hervidero de gente trendy que se mezcla con la población local en los angostos callejones de la favela. Aquí ha abierto recientemente la Casa Geração Vidigal, una escuela de estilismo fundada y codirigida por la francesa Nadine Gonzalez que pretende transformar a jóvenes sin recursos en auténticos profesionales de la moda.
La primera promoción de alumnos, formada principalmente por vecinos de las favelas de Ciudad de Dios, Rocinha y Vidigal, ha servido para mostrarle al mundo hasta qué punto la moda puede desempeñar una labor social. González, asociada en esta aventura con la brasileña Andrea Fasanello, lleva trabajando desde hace ocho años con los estratos más bajos de la sociedad carioca: marginales, prostitutas, presidiarias y vecinos de los barrios más pobres y peligrosos.
La primera colección de camisetas presentada en el marco de la reciente Rio Fashion Week muestra mensajes provocativos que exaltan el encanto de lugares como Vidigal: “Never trust Leblon, believe in Vidigal” (Nunca confies en Leblon, cree en Vidigal) o “Forget Ipanema, Enjoy Vidigal” (Olvídate de Ipanema, disfruta de Vidigal”. Las consignas representan la evidencia de lo que la prensa carioca ya ha bautizado como “favela hype”, algo impensable hace algunos años. En Vidigal, la escuela de estilismo de Nadine se une a un nutrido grupo de valientes que han apostado por esta favela como uno de los nuevos polos cool de la ciudad. Aquí funciona desde hace años la escuela de teatro Nos do Morro, de donde salió parte del elenco de la laureada película Ciudad de Dios, y un hotel que organiza fiestas de música electrónica frecuentadas por la flor y nata de la juventud carioca. También abrirá en breve un hotel boutique diseñado por el arquitecto Hélio Pellegrino que promete ser una de las propuestas de alojamiento más exóticas de la ciudad.
En la Casa Geração Vidigal, Dayane Oliveira, de 22 años y vecina de Ciudad de Dios, dice estar cumpliendo su sueño. Dependienta de tiendas de moda desde los 16 años, la joven se ha especializado en costura y diseño. Su compañero Jansen Vianna, de la misma edad, emigró desde un pueblo del deprimido noreste brasileño para buscar oportunidades en la ciudad brasileña donde se han puesto los ojos del planeta. “Vine en la búsqueda de mi sueño y por ahora mi família me está apoyando mucho”, dice Jansen en su perfil en la página la escuela. Los hermanos Renato y Raphael Ferrer, de 16 y 20 años, también han crecido en Ciudad de Dios, donde el estruendo seco de los disparos representaba el pan nuestro de cada día. Especializados en diseño, algún medio local ya les ha bautizado como futuros los Dolce & Gabbana de Brasil.
Todos ellos forman parte de la primera promoción de quince alumnos que acaban de formarse. Unos privilegiados, ya que la iniciativa ha tenido tal repercusión que la lista de candidatos a ingresar en el segundo grupo, cuya formación durará seis meses y comenzará después del carnaval, es extensa. El programa de estudios incluye modelado, corte, costura y diseño, entre otras disciplinas. Y todo apunta a que Vidigal, con sus proyectos y establecimientos cool, también se convertirá en un referente cuando en breve se empiece a hablar de favela fashion.
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