17 fotosLos Bañados, los pobresMiles de personas viven en campamentos precarios desde que la crecida del río Paraguay a principios de junio inundara sus casas en un asentamiento informalUly MartínAlejandra Agudo26 jun 2014 - 20:59CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceLas inundaciones son habituales en Bañados al encontrarse junto al río Paraguay, que se desborda cuando llueve abundantemente en una zona baja de la ciudad donde va a parar el agua. En la imagen, unos vecinos sacan los muebles de una de las casas afectadas para trasladarse a otra vivienda provisional de tablas de madera y chapa.ULY MARTÍNLino Villasboa desmonta la vivienda provisional que había construido después de que su casa quedara anegada. El caudal del río Paraguay sigue subiendo y amenaza con inundarla. Tendrá que trasladarse por segunda vez a una zona más segura con todas sus pertenencias.ULY MARTÍNLino Villasboa posa junto a su esposa embarazada de ocho meses. Vivían en el campo pero hace seis años se trasladaron a la ciudad en busca de oportunidades de empleo. Él trabaja de manera informal como albañil.ULY MARTÍNLas habituales inundaciones cada año en invierno, cuando llueve, suelen durar unos días. Pero periódicamente se producen en grandes dimensiones, el agua se estanca y puede tardar meses en volver a bajar. Los últimos desastres que se recuerdan en el Bañado ocurrieron en 1983, 1997 y el pasado junio.ULY MARTÍNAlgunos de los vecinos que tienen que abandonar su casa en el Bañado Sur pueden guardar sus pertenencias en casa de algún amigo, pero la mayoría se traslada a los campamentos de damnificados con todos sus muebles para vivir en casas de maderas de apenas 10 metros cuadrados.ULY MARTÍNCintia Carolina Duarte, de 33 años, tendrá que desmontar su casa provisional, amenazada por la constante subida del agua del río Paraguay. No quiere ir a la zona habilitada por el Ayuntamiento porque no se permiten animales y ella tiene un cerdo, cuatro lechones, varias gallinas y un caballo que utiliza para trasladar basura que después será reciclada. Con esta actividad se gana la vida.ULY MARTÍNOfelia Ribero, de 39 años y vecina de Bañado, es una de las voluntarias del programa Cháke Ou ('Cuidado que viene', en guaraní) de Oxfam Intermón, para asesorar a otros habitantes del barrio sobre cómo prevenir riesgos en caso de desastre natural. Ella también ha tenido que abandonar su casa, donde el agua ha subido un metro.ULY MARTÍNMuchos vecinos se mueven en balsa por el agua estancada desde hace semanas para ir de un punto a otro del barrio. Así intentan recuperar pertenencias que olvidaron en sus viviendas.ULY MARTÍNMuchas familias se han trasladado a los campamentos provisionales con sus animales. El riesgo sanitario es elevado debido al hacinamiento, las enfermedades y la suciedad, indica William Parra, miembro de Oxfam Intermón en Paraguay.ULY MARTÍNVista de Bañados desde el monte Lambaré, en Asunción. Miles de casas han quedado casi totalmente cubiertas por el agua tras la crecida del río Paraguay, que bordea la ciudad, hace unas semanas.ULY MARTÍNUna vecina de la zona sur de Los Bañados muestra el interior de su casa provisional, fabricada con los materiales que les entrega el Ayuntamiento de Asunción.ULY MARTÍNLas calles de Los Bañados han quedado convertidas en ríos.ULY MARTÍNMuchos niños han dejado de ir a la escuela desde que comenzó a inundarse el barrio. Algunas han quedado anegadas.ULY MARTÍNUn vecino construye un muro con piedras para tratar de evitar que el agua siga entrando en su vivienda.ULY MARTÍNLos vecinos se ayudan para trasladar los muebles de las casas inundadas a otras viviendas provisionales en remolques y camionetas.ULY MARTÍNCon la humedad ha aumentado la cantidad de mosquitos que transmiten el dengue, endémico en la ciudad. El Servicio de Erradicación del Paludismo del Ayuntamiento de Asunción ha empezado a fumigar para evitar una propagación masiva de la enfermedad.ULY MARTÍNLa basura se amontona por el barrio, también por el campamento provisional. El agua ha esparcido los desechos del vertedero situado allí.ULY MARTÍN