Helena Almeida (Lisboa, 1934) ha hecho de su propio cuerpo el objeto, la expresión y la representación artística. La búsqueda desde hace más de 40 años de una narrativa minuciosa, obsesiva, siempre en el mismo espacio (su taller), con el mismo objeto (ella) y con el mismo ayudante (su marido), la convierten en una artista única.