9 fotosLa revolución del acceso al crédito para los campesinos en KeniaMuchas mujeres (sobre todo) de zonas rurales pueden emprender negocios agrícolas gracias a pagos y préstamos con el móvil Kenia - 03 sept 2015 - 11:28CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceBetty cría pollos en la región de Kakamega. Gracias a un financiamiento obtenido por el servicio telefónico m-Pesa a través del programa Kardep ha podido comprar nuevos ejemplares.Elisabetta DemartisEn las calles de la ciudad de Kakamega el comercio informal está relacionado con el mundo tecnológico.Elisabetta DemartisBeatrice cultiva cebollas, patatas y hierbas locales y cría pollos y cerdos. Con otros campesinos, es parte de un grupo de autoayuda y a través del 'mobile banking' logra ahorrar dinero y comprar comida para sus animales.Elisabetta DemartisLos cibercafés en Kenia tienen una gran difusión. Se encuentran tanto en las ciudades principales como en los pequeños pueblos.Elisabetta DemartisGraces es una campesina viuda que no poseía animales para la cría. A través de un préstamo obtenido con el programa Kardep ha logrado comprar pollos y adelantar un pequeño negocio en su zona.Elisabetta DemartisEl éxito de m-Pesa se debe a su presencia en el territorio. Sus puntos de venta están presentes en los pueblos más aislados, permitiendo a los habitantes de estas regiones de completar transacciones económicas sin la intermediación de los bancos.Elisabetta DemartisEl cultivo ecológico de hierbas y plantas locales ha sido practicado por distintas comunidades de campesinos, que a través del programa Kardep son beneficiarios de un sistema de ahorros y acceso al crédito.Elisabetta DemartisNeema práctica la agricultura ecológica con un grupo de autoayuda integrado por otras mujeres y hombres. Estas asociaciones informales permiten a los campesinos el cultivar en comunidad.Elisabetta DemartisEn las calles polvorientas de la región de Kakamega, entre un pueblo y el otro, Google publicita el acceso a internet bajo coste, en asociación con la compañía de teléfonos Safaricom.Elisabetta Demartis