Misa en Lalibela

Un grupo de peregrinos se dirige a los monumentales templos.Bernardo Pérez.

Una monja desciende por las escaleras que conducen al lugar santo excavado en la roca. Las religiosas se caracterizan por llevar el manto amarillo. No pueden contraer matrimonio, al contrario que los curas.Bernardo Pérez.

Adentrarse en las profundidades de Lalibela es como viajar en el tiempo. En la imagen, un grupo de mujeres durante una misa.Bernardo Pérez.

Los cristianos ortodoxos de Etiopía recorren cientos de kilómetros a pie para asistir a un ritual en este impresionante conjunto de iglesias enterradas.Bernardo Pérez.

Un hombre sotiene la Cruz de Lalibela, la reliquia religiosa mas importante de Etiopía.Bernardo Pérez.

La Cruz de Lalibela se saca en ocasiones para curaciones milagrosas. Fue robada por un anticuario belga y estuvo dos años desaparecida.Bernardo Pérez.

Dos fieles entonan cánticos durante la misa. El ambiente se impregna de espiritualidad, música, cantos y percusión.Bernardo Pérez.

La música es un componente fundamental de este ritual, que mantiene vivo el culto.Bernardo Pérez.

Desde el siglo IV, Etiopía es un país cristiano y esta pequeña aldea está considerada la Jerusalén Negra. Se ha convertido en un lugar de peregrinación de cristianos ortodoxos del país.Bernardo Pérez.

Un grupo de fieles asiste a uno de los exorcismos que se celebran en la aldea y para el que los religiosos se sirven de la Cruz de Lalibela.Bernardo Pérez.

Una mujer lee, bajo la luz de una vela, un libro de oraciones.Bernardo Pérez.

Un joven asistente canta durante la misa.Bernardo Pérez.

Un niño con una cruz blanca en la frente, pintada con ceniza, algo muy fácil de ver durante la ceremonia religiosa.Bernardo Pérez.

Una de las iglesias que en el siglo XII se construyeron en esta aldea. Se cavaron en la roca con el fin de ocultarlas de ataques invasores.Bernardo Pérez.

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