“Mejor mentir que morir”
Las historias de dos mujeres etíopes obligadas a recurrir al engaño para proteger a sus familias
“Mejor mentir que morir” es la frase que me dijo una madre en la consulta pediátrica en Meki. Cuánta razón tiene —¡y cuánto mérito!— , cuando lo dice una mujer de una zona rural de un país que oprime como Etiopía. Este es un artículo dedicado a ellas, las mujeres valientes de Etiopía, que mienten con el fin de salvar a su hijo y su familia. Estas son las historias de dos mujeres que se han visto obligadas a mentir para no morir, para dar vida y esperanza a su familia. “Better lie than die”. Dos historias atrevidas, heroínas anónimas que no dudan en mentir para salvar a sus seres queridos. Historias de coraje que se me han quedado grabadas.
Betelhem llega a nuestra consulta, le pregunto si está vacunada, y me sorprendo cuando me dice que sí que lo está. Me asombra ya que Betelhem proviene de una zona rural a la que sé que no ha llegado la campaña vacunal. Ante mi cara de perplejidad, me confiesa que ha ido al centro de salud de la ciudad y ha mentido. “Les he dicho que era de la ciudad, de Meki”. En el centro de salud solo inmunizan a los niños provenientes de la zona, que no tiene vacunas para todos. “Ninguna madre quiere ver morir a su hijo de sarampión, meningitis o poliomielitis, así que cuando está en juego la vida de tu hijo, mejor mentir que morir.”
Otra historia de una mujer valiente y con las ideas claras que también merece ser contada es la de Asaganesh.
“Quiero estudiar, quiero vivir, y quiero sacar a mi familia de la pobreza, poder ofrecerles algo más que una chabola sin agua corriente ni luz y un poco de maíz para comer". Pero para poder terminar los estudios es preciso que Asaganesh no se quede embarazada. "Y en el entorno en el que vivo, la única manera de no quedarme embarazada es no tener marido ni novio. Y la única manera de no tenerlos es mintiendo, diciendo que ya estoy casada.”
Espero que llegue el día que mujeres como Betelhem no tengan que mentir, porque las vacunas lleguen a todos los niños. Y que las jóvenes que quieren estudiar sin quedarse embarazadas como Asaganesh tampoco tengan que recurrir al engaño, porque ha llegado el día que los hombres respetan a las mujeres.
“ La única manera de no quedarme embarazada es no tener marido ni novio. Y para eso tengo que mentir y decir que ya estoy casada”
Mientras tanto… Mejor mentir que morir. Better lie than die.
Iñaki Alegría es fundador de la ONG Alegría Sin Fronteras (www.cooperacioambalegria.co) y coordinador de proyectos médicos en Meki (Etiopía) con la Fundación Pablo Horstmann.(www.fundacionpablo.org)
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