El rey afgano en el exilio pide a EE UU que "no castigue" a su pueblo

El anciano monarca afgano Zahir Shah, en el exilio en la capital italiana tras el golpe de Estado que le depuso en 1973, ha pedido a EE UU que "no castigue" a su pueblo en una eventual acción militar. Un llamamiento al que se ha sumado la ONU, que ha expresado su temor a que los civiles afganos sean los más perjudicados por los ataques.

"Estoy preparado para volver a Afganistán si ello puede ayudar a mi gente", asegura el rey, de 86 años, que hace un llamamiento para que "la represalia por los actos de terrorismo cometidos por extranjeros presentes en mi país no suponga un castigo para una población inocente".

En este sentido, el régimen de los talibán, en el poder en Afganistán, ha advertido de las "serias consecuencias" que para los agresores y sus aliados tendría un ataque contra su territorio. Además, ha pedido "moderación" en los ataques y que no afecten a los civiles.

Sin embargo, el secretario de Estado, Colin Powell, ha afirmado que EE UU no tiene ninguna intención de causar daño a la población civil de Afganistán. "El objetivo es Osama bin Laden", ha afirmado Powell.

Por su parte, la ONU ha expresado su temor de que los civiles afganos sean los más perjudicados por los ataques y ha afirmado que su capacidad para facilitar alimentos y otros recursos básicos a cinco millones de afganos necesitados es cada vez menor a causa del cierre de la frontera entre Afganistán y Pakistán.

Además, en Afganistán muchas tiendas han cerrado y el precio del trigo, principal recurso alimentario del país, se ha disparado.

ACNUR pide mil millones de pesetas

ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) ha informado de que un millón de afganos se están agolpando en las distintas fronteras del país sin posibilidad de recibir ayuda y con riesgo de morir de hambre. ACNUR ha reclamado urgentemente seis millones de dólares (más de 1.000 millones de pesetas) para atender las necesidades básicas de la población, al igual que ayer hacía la Cruz Roja.

Mientras tanto, Irán ha levantado ocho campamentos en su frontera con Afganistán para acoger a unos 200.000 refugiados afganos que tratan de huir. Además, la Media Luna Roja Internacional iraní ha sido puesta en estado de máxima alerta para actuar en caso de una mayor desgracia humanitaria.

"En caso de un ataque estadounidense Irán facilitará comida y techo a los refugiados afganos, como gesto humanitario de ayuda a la comunidad internacional", ha puntualizado Rostami, que ha recordado que el temido ataque provocará "una enorme tragedia humanitaria en Afganistán que Irán no podrá afrontar por sí sólo".