China prueba un misil interceptor tras la venta de armas de EE UU a Taiwan
Washington aprobó el miércoles pasado la venta de armamento a Taipei dentro de un paquete global valorado en 6.500 millones
Pocos días después de que Estados Unidos aprobara el suministro a Taiwan de misiles Patriot capaces de neutralizar misiles de corto y medio alcance chinos, Pekín ha respondido con un golpe de efecto. Los medios de comunicación estatales han asegurado que el Ejercito Popular de Liberación ha llevado a cabo "con éxito" la interceptación en pleno vuelo de un misil propio dentro de su territorio, en una nueva muestra del creciente poderío militar del país asiático.
"El ensayo ha logrado el objetivo esperado. El ensayo ha sido de naturaleza defensiva y no estaba dirigido contra ningún país", ha señalado la agencia oficial Xinhua en un breve comunicado, que afirma que la prueba fue efectuada desde tierra. La portavoz de Exteriores Jiang Yu ha añadido, posteriormente, que la maniobra no había dejado fragmentos en el espacio ni puesto en peligro los numerosos satélites en órbita terrestre.
El Departamento de Estado estadounidense ha declarado que no había sido advertido previamente, pero confirmó que había seguido la prueba realizada el lunes pasado. "Detectamos dos lanzamientos de misiles desde puntos geográficos distintos y un choque exoatmosférico [fuera de la atmósfera], que también fue observado por sensores situados en el espacio. Hemos pedido información a China sobre el propósito de esta interceptación y sus intenciones y planes futuros en este sentido", ha declarado la portavoz del Pentágono Maureen Schumann, informa Associated Press.
La prueba militar se produce menos de una semana después de que Washington provocara las iras de Pekín, al aprobar el miércoles pasado la venta de armamento a Taipei, dentro de un paquete global valorado en 6.500 millones de dólares que fue notificado por el entonces presidente George W. Bush al Congreso en octubre de 2008. Con los misiles que suministrará la compañía estadounidense Lockheed Martin -el número no ha sido detallado-, Taiwan pretende hacer frente a los entre 1.000 y 1.500 misiles, que, según estima, China tiene apuntando a la isla. Pekín considera Taiwan una parte irrenunciable de su territorio y ha amenazado con recuperarla por la fuerza.
EE UU, aliado de Taiwan
El contrato de los Patriot ha provocado la furia de las autoridades de Pekín, que en los últimos días han vuelto a criticarlo duramente. El Ministerio de Defensa dijo el pasado fin de semana que se reserva el derecho a tomar las acciones oportunas si la venta, que calificó de "grave obstáculo" para las relaciones entre China y Estados Unidos, sigue adelante. En un comentario publicado el lunes por Xinhua, el Gobierno acusó a la Administración de Barack Obama de haber traicionado el compromiso mutuo de respetar los "intereses claves" de cada país. Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con Taiwan en 1979 para establecerlas con China, pero continúa siendo su principal aliado y está obligado por ley a ayudar a la isla a defenderse.
La tecnología de misiles es considerada uno de los puntos fuertes del Ejército chino, que se encuentra inmerso en un ambicioso plan de modernización. Pekín anunció en marzo del año pasado un incremento del 14,9% del presupuesto de defensa para 2009, hasta alcanzar 480.686 millones de yuanes (48.500 millones de euros). El Pentágono y expertos extranjeros estiman que el gasto real es al menos dos o tres veces superior, aunque en cualquier caso es muy inferior al de Estados Unidos. Una de las prioridades militares del Gobierno chino es mantener la presión sobre Taiwan para evitar que pueda declarar la independencia.
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